-¿Irás a España pronto? -me dijo al separarnos y no sabía qué decir, se veía ilusionada.

-No lo sé. -aunque era cierto, no sabía.

-Te extrañare mucho Ana. Por favor, ve con otro doctor e intenta hacerte más pruebas de sangre, de diferentes tipos de fiebres y de anemia, inténtalo. -asentí y puso una mano en mi hombro- Te ves muy mal ahora Ana, pálida, sin fuerza y en tu rostro se ve que algo te duele.

La volví a abrazar con fuerza y suspire en su hombro, no puedo creer como Denisse me conozca tanto en tan poco tiempo, al parecer ella es de las buenas amigas.

-Hasta pronto. -murmuré y comenzó a reír.

Nos separamos y se fue a despedirse de mi mamá, aunque no se hubieran visto mucho, de todas maneras mi mamá le tenía aprecio y más ahora, que Denisse había sido la que me había salvado del ataque de asma.

Mientras recorría el lugar, vi a Manu. Le sonreí, esa sonrisa no fue una mueca, salió tan fácil y real. Me acerqué a pasos lentos y baje las mangas de mi suéter para apretarlas, sentía como si cada paso me doliera, y no quería enterrar mis uñas en las palmas de mis manos. Lo primero que hice fue verlo fijamente y los dos comenzamos a reír, después lo abrace con fuerza y rodee mis brazos en su abdomen.

Parecía el último abrazo que le daría, lo extrañaría mucho. Él me abrazo con fuerza por los hombros y quería que ese momento se congelara, que no se fuera, que se quedara y no volviera a prometer volver pronto, tenía miedo de que no volviera pronto, de que hiciera lo mismo. Pero tenía que confiar en que si lo prometía lo cumpliría.

Nos separamos con lentitud y ya ninguno sonreía, más bien estábamos tristes y el abrazo había, por así decirlo, aflojado lo que manteníamos sintiendo. Me quedé viendo su rostro y con la yema de mis dedos di una leve caricia en su mejilla, al darme cuenta de lo que hice me aleje rápido, inclusive de sus brazos y cruce mis manos sobre mi pecho.

-¿Y Megan? -le pregunte nerviosa e incómoda intentando olvidar lo que hice.

-Nos dimos un tiempo. -murmuro y mantenía su mirada, de seguro pensaría que estaba demente por haber hecho aquello.

-Oh.

Voltee a mi derecha y ahí estaba Josemy, volví mi atención a Manu y no estaba segura de abrazarlo para decirle; Adiós. Tome valor y ahora me puse de puntillas para poder poner mis brazos en su cuello, sus manos me tomaron de la cintura y me elevo levemente, lo agradecí, las fuerzas se me acababan.

-Vuelve pronto. -susurre en su oído- Te quiero y cuídate mucho.

-Yo también te quiero. -me contestó- Adiós, Ana.

Nos separamos finalmente y quedamos cara a cara, mis impulsos me decían que lo besara, que me decidiera a tocar con mis labios sus rojos labios, los cuales ahora mordía, y eso no ayudaba, sabía que lo había cuando se sentía nervioso. Voltee a los lados y nadie nos veía, mamá se estaba despidiendo de su prima y su abrazo seguía, Denisse estaba realizando una llamada y Josemy dormía. Planté un beso en su nariz y otro en el arco de los labios, fue un leve roce y me aleje, he arruinado todo.

Me aleje sin decir nada y por un momento me sentí mareada, pero recobre el equilibro y me senté aún lado de Josemy, el que al parecer ya había despertado y tenía una sonrisa en los labios, como si por fin hubiera sucedido algo que tanto esperaba y ahora era feliz.

-¿Por qué sonríes? -sonreí con él.

-Algo mío. -sonrío más y lo abrace.

-Te extrañare mucho Josi.

¿Primos? (Manu Ríos)Where stories live. Discover now