"Odanim" El primer "Huuk"

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. Oh! Si.... "el Od-mundus" .... No importa su condición... Malo o bueno, toda carne es sabrosa para las criaturas que viven en ese rincón apartado de toda luz.... seres malvados, asesinos y ladrones, la escoria de una civilización desarrollada. Todas las almas que habían sido corrompidas por el deseo, la lujuria y la ambición eran enviadas al" Arca del olvido". Todo ser que había perdido credibilidad era llevado al abismo, al lugar donde nadie quiere recordar. Un lugar donde no existe el tiempo. Seres diferentes a nosotros, personajes que por circunstancias del destino, todos sus semejantes habían perdido la confianza en ellos y por ende estaba condenados a vagar por "El Od-mundus ".por siempre jamás.. Una gran fuerza, mucho más poderosa que el reino de la estrellas. Un poder, que se alimenta del miedo, que se nutre de los deseos imposibles de lograr de todas las criaturas del universo... La fauces lo oscuro, como un torbellino en unas aguas apaciguadas que traga toda esencia de vida, sin condición ni estatus, y en su interior, unas tinieblas infestada de toda clase de engendros. ¡Oh si.!.... El Od-mundus."La mazmorra de los grandes",su anhelo desde el devenir de todas la eras, el deseo cumplido por los dioses

Las sombras temblaban ante el chispear de la fogata. Aquel viejo loco y de cabellos grises desaliñados, pronunciaba las palabras exactas para que la penumbra y la difusa iluminación atraerán a los personajes olvidados de las epopeyas de los mas antiguos. Su voz penetraba por los oídos convirtiendo las palabras en evidencias de un pasado muy lejano ocultadas en la mazmorra más oscura de su mente, de sus células, y de su adn.
Los sonidos de aquel viejo Orador tras pronunciar las palabras junto con las frases, viajaban como una brisa que planea por la campiña transformando el manto verdoso en una tonalidad más clara, para llegar a los oídos de su único espectador. Como la maquina más sorprendente del mundo, aquellos oídos cambiaban los sonidos en cientos de millones de impulsos electromagnéticos. Este aparato del sistema auditivo, digería mediante pequeñas membranas adheridas en el tejido muscular aquellas vibraciones, los sonidos mutaban y la voz se tornaba en imágenes visuales. Como un alfarero y sus manos "mente y transmisión creativa", la visión, aquellos impulsos electromagnéticos modelaban y construían un mundo creado por palabras del Orador.
Argos, tras escuchar el inicio del relato, comenzó a experimentar una serie de cambios importantes en su condición auditiva y visual. Como un espíritu maligno, aquellas palabras resonaban en su cabeza y sus ojos se tornaron blancos.

Blancos como la nieve. Paralizado, aun así su pecho se inflaba como si todavía pudiese respirar. Quieto y prudente como si un depredador estuviera a su acecho. En su mente una fuerza de otro mundo se plasmaba al son de las palabras del Orador, un lenguaje de otro tiempo... El joven Argos engullido por la avaricia de fuerzas desconocidas era incapaz de moverse.... Su mirada neutra y blanquecina, contemplaban una realidad fuera de este mundo... Paralizado y en trance, en la cabeza del joven soldado olvidado y recientemente rescatado de las atalayas derruidas de la ciudadela, sentía por momentos como perdía el control de todo su cuerpo.
Aquel lenguaje de otro tiempo, parecía absorberle el alma. Miraba hacia arriba con aquellos ojos sin pupilas, hacia la techumbre rocosa del interior de la cueva que los cobijaba.

No se puede explicar lo que la mente humana es incapaz aun de comprender. En tales situaciones, el mundo de los sueños suele ser una buena alternativa para mostrar verdades que cuestan de digerir. Es inofensivo, pero al mismo tiempo es instructivo y mortal para la personalidad. "instructivo" porque hace que pienses de otra manera, y que contemples tu mundo de un punto de vista diferente, tras el evento. "Mortal", por que una vez revelado los secretos detrás del velo, la vida, cambia y una parte de ti muere.

Argos abrió sus ojos en aquel sueño. Todo era oscuro. Tal vez se encontraba en medio de un bosque oscuro y siniestro. Las sensaciones eran casi las mismas, las manos no podía verlas, solo sentía que podía mover sus dedos. Frío, mucho frío. Pero delante de sus ojos solo había una infinita niebla negra que no dejaba ver con claridad. Tal era la sensación de estar en un vacío. Sensación de frialdad, y de como los músculos del cuerpo se agarrotan, comprimiéndose, como el alma que presencia en medio de una plaza a cientos de personas que lo han perdido todo, con harapos y sin nada para llevarse a la boca. La misma sensación, que cuando ves a una madre drogada con una sobredosis y con el niño llorando de hambre en sus brazos. El corazón se oprime y sientes como todo aquello te deja sin aliento, sin poder casi ni respirar. Sin la percepción de la brisa en la palma de los pies, sin la sensación del suelo, todo se hace más inhóspito y profundo. El pecho se oprime, se encoje el alma como si estuvieras en un lugar cerrado y reducido. Sólo en el vacío tu conciencia conspira contra ti. Te degrada, te culpa y te hace esclavo del miedo. "El terror" acaba devorando el poco valor que pueda quedar en tus entrañas.

La Reina de la LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora