HUITIÈME

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La época de exámenes es, para los estudiantes de preparatoria y universidad, el momento más estresante del año escolar.

El nivel de estrés alcanzado al final de la semana de exámenes es a veces demasiado que procesar para algunas personas; estudiar cada que se puede, no dormir lo necesario, saltearse comidas y entregar trabajos finales, termina siendo bastante agotador.
No para Louis.

O sea, no lo malinterpreten: el ojiazul se estresaba y se encontraba al borde del llanto la mayor parte de aquel tiempo al igual que el resto del alumnado, pero la verdad era, que a él le encantaba estar ocupado.

Tener pocos momentos libres en su día era algo que le daba cierta paz.

Tal vez se debiera a que no contaba con mucha gente con la que pasar ese tiempo de ocio que la mayoría buscaba compartir con amigos y conocidos. Quién sabe.

Ahora mismo, Louis piensa en su maniaca obsesión por estar ocupado, mientras observa el techo de su dormitorio.

Solo.

Haciendo nada.

¿Por qué? Recuerden, Miss Greta lo ha echado de la obra.

No hay ensayos que atender, no hay tareas que entregar ni exámenes a los cuales dedicar tiempo de estudio, pues la semana de pruebas terminó hace dos días.

Además de dejar que su cuerpo combata lo último que queda del resfriado, Louis no ha hecho mucho. Incluso ha faltado a sus sesiones de ejercicio en el gimnasio escolar. Casi puede sentir sus músculos perdiendo elasticidad al pasar de los segundos.

Y es que el no hacer nada, le da tiempo para pensar.

¿Quién es en verdad?

¿Qué quiere en un futuro?

¿Realmente vale la pena lo que está haciendo?

¿Qué tan solo está?

—Cállate —se dice a sí mismo, sacudiendo la cabeza mientras trata de concentrarse en otra cosa.

Pero, la mente es un órgano bastante traicionero. Trae a colación el tema que menos nos gusta, cuando menos se necesita.

Y ahora mismo, Louis se hundía en inseguridades. Por más sorprendente que pueda parecer, Louis tiene inseguridades.

La mayoría de ellas tienen que ver con no ser lo suficientemente bueno.

¿Qué tal si jamás encontraba algo que le apasionara?

¿Y si terminaba siendo alguien mediocre?

Su pecho comenzó a apretar, su visión se tornó borrosa y el ritmo de su respiración aceleró tanto como lo hicieron los latidos de su corazón.

Sus manos comenzaron a sudar, mientras la presión en su pecho aumentaba, al igual que su repentino miedo.

¿Sería por siempre el imbécil que no sabía que hacer de su vida? ¿Se encontraría alguna vez con una persona que valiera la pena?

¿Qué tal si nadie le tomaba en serio?

—Louis, ¿sigues aquí?

Sus padres deben estar decepcionados de él en secreto.

—Louis.

Debería hacerles un favor y alejarse lo más posible.

—¡Louis!

El ojiazul volteó la cabeza en dirección de la voz de Stan.

—S-stan....

Shhh— calmó el pelinegro, tomando una de las manos de Louis. —Louis, respira conmigo, ¿quieres?

𝙿𝚘𝚒𝚗𝚝𝚕𝚎𝚜𝚜 | Libro #1| Larry StylinsonWhere stories live. Discover now