Capitulo 86: Perdiendo la cordura

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Llegaron al lugar antes de que siquiera el sol hubiera salido, eran alrededor de las 4:30 de la mañana y habían salido de la ciudad de Starling para llegar al hangar privado de la familia de Helena, ella ya estaba ahí, junto al piloto y dos personas más que trabajaban en el avión.

A decir verdad, Oliver estaba bastante nervioso por regresar a aquel lugar, pero no había nada más que pudiera hacer... por suerte viajaban en un avión privado, porque ni de broma los hubieran dejado pasar con dos maletas cargadas de armas en un aeropuerto regular.

-¿Listos?-. Preguntó Helena acercándose a ellos con una sonrisa.

-Supongo...-. Le dijo Felicity que tenía bastante miedo de viajar, pero Oliver no pudo convencerla de no ir con ellos, ____________ era su amiga y ella insistió bastante en ir.

-Entonces andando...-. Le respondió Helena mientras todos subían a la lujosa nave para partir a Lian Yu.

***

Caminamos por el medio de la selva por alrededor de media hora más, honestamente yo apenas si podía mantenerme en pie, hasta que a lo lejos vimos una especie de refugio, en realidad parecía la estructura de un avión estrellado en la mitad de la nada, vi como los ojos de Slade se iluminaban al encontrarlo.

-Me alegra saber que sigue aquí...-. Dijo mientras nos acercábamos, aparentemente él ya había estado en este refugio antes. Suspiré cuando al fin llegamos a ese lugar, jamás pensé que me alegraría al llegar a un pedazo de metal en medio de la nada, pero ahora parecía el cielo, era como haber llegado a un hotel de cinco estrellas, después de haber estado caminando horas en medio del lodo, temiendo por mi vida.

-Al fin...-. Dije cuando Slade me soltó para que me sentara en el piso del lugar. El buscó una lámpara y la encendió para iluminarnos un poco.

-Déjame ver cómo está eso...-. Dijo sentándose en frente de mí y colocando mi pierna sobre la suya, estaba llena de sangre, así que Slade se levantó y fue por las provisiones que habían en el bolso, para echarme algo de alcohol, que hizo que casi gritara y me retorciera del dolor. –Necesito desinfectarla...-. Dijo como si se disculpara por hacerme daño y luego procedió a vendarme, yo no apartaba mi mirada de cada uno de sus movimientos, aún todo me parecía demasiado bizarro como para ser verdad, éste hombre casi me disparaba hacía un par de horas y ahora estábamos aquí...

-Gracias...-. Dije casi en un susurro, mientras él se levantaba y se alejaba –Por... por ayudarme a escapar... por no asesinarme... por todo-. Termine agregué, haciendo un pequeño esfuerzo por levantarme y seguirlo, el suspiró algo decepcionado sin siquiera voltear a verme. –La venganza no es buena Slade...-. Le dije colocando mi mano sobre su hombro haciendo que volteara a verme.

-El hecho de que no te haya asesinado a ti no significa que no haré nada contra Queen, lo sabes ¿verdad?-. Me dijo bastante serio –Jamás le perdonaré lo que me hizo...-. Sentenció.

-Lo sé...-. Le dije mirando al piso, no había manera de que yo impidiera que Slade le hiciera algo a Oliver –Lamento lo que te hizo, de verdad... nadie merece pasar por un dolor así-. Le dije sinceramente recostándome de la pared mientras el buscaba un par de cosas para comer que había en el bolso.

-¿Sabes? Nunca... en mi vida... había fallado en una misión-. Admitió con algo de resentimiento, dejando todo a un lado para acercase a mí –Ni en la guerra, ni en esta maldita isla... nunca, había perdido un objetivo-. Me dijo acercándose demasiado, poniéndome bastante nerviosa, había un tono de molesta en su voz, cuando colocó su mano en mi cabello jalándolo un poco, haciendo que yo echara la cabeza hacia atrás –Hasta que apareciste tú...-. Me dijo susurrando con su voz grave a mi oído...

***

Casi todos estaban dormidos, nadie había podido conciliar el sueño en las últimas 48 horas al menos hasta ese momento, todos menos Oliver que estaba bastante preocupado, perdido en sus pensamientos mientras miraba la noche por la ventanilla del avión.

-¿Estás bien?-. Preguntó Helena sentándose a su lado en el avión.

-Si-. Mintió él, no tenía ánimos de darle explicación de absolutamente nada a Helena.

-¿Sabes?... me sorprendes Oliver-. Dijo Helena haciendo que el volteara a mirarla confundido –Jamás pensé que llegarías a esto por una chica... ir al otro lado del mundo, volver a esa isla que tanto odias...-. Le comentó ella.

-La amo-. Le recalcó Oliver serio, no le agradaba el mucho el tono en la voz de Helena, tenía una pizca de burla en él.

-¿En serio?-, Preguntó de nuevo con una media sonrisa –Es solo una chica...-. Le dijo.

-No es solo una chica Helena, la amo... más que a nada en este mundo y no voy a perderla. ¿¡Por qué demonios de repente comienzas a hacer todas esas preguntas?!-. Le preguntó él casi gritando molesto, estaba bastante alterado estos últimos días.

-Por nada Ollie... era solo una pregunta-. Le dijo mirándolo divertida -¿Alguna vez lo harías...?-. Insistió la mujer -¿Por mí?... ¿Alguna vez llegaste a quererme tanto como la quieres a ella?-. Le preguntó dejándolo bastante desconcertado, Oliver la miró con el ceño fruncido sin poder creer lo que Helena le estaba preguntando, ella parecía una completa demente en ese momento, tenía una sonrisa tenebrosa en su rostro y la mirada algo perdida en el vacío... ¿había sido buena idea venir con ella?...

***

Slade estaba bastante cerca, antes de que pudiera reaccionar de alguna manera él bajó lentamente sus labios y beso mi cuello, haciendo que se me erizara la piel.

-Basta-. Dije en un vago esfuerzo por hacer que se detuviera, pero no lo hizo, en su lugar me besó para que me callara. Me besó lentamente mientras sus manos se deslizaban por mi espalda y las mías se pasaban por su cabello oscuro. Mi mente me decía que me detuviera, que no podía hacer esto... pero por algún motivo mi cuerpo no le hacía caso...

Cada segundo el beso se hacía más apasionado, mi pulso se aceleraba y él me acercaba más, sentía el calor de su cuerpo junto al mío, sus manos se deslizaron por debajo de blusa, rosando mi piel y haciéndome suspirar mientras él mordía mis labios con sutileza. De un momento a otro casi me arrancó la camiseta que tenía puesta dejándome solo en brasier, entonces sus besos comenzaron a descender por mi cuello, mientras se aceleraba mi respiración, siguió bajando hasta mi pecho...

-Slade...-. Le dije en un suspiro apenas con un hilo de voz, apenas si me podía mantener de pie, cada una de sus caricias hacía que me estremeciera por completo, jamás pensé que tuviera tanto poder sobre mí... Pero no podía, no podía hacer esto, yo amaba a Oliver, no podía hacerle algo así.

-¡Ya basta Slade, no...!-. Le dije reaccionando y apartándolo de mí casi con un empujón, me alejé de él de inmediato, yendo hacia el otro lado del lugar, estaba molesta con él y conmigo misma por no haberlo detenido antes –No puedo hacerle esto a Oliver...-. Le dije dándole la espalda para ni siquiera mirarlo.

-Queen no es quién crees que es... es un egoísta, mujeriego, un maldito y tarde o temprano te darás cuenta-. Dijo Slade, se estaba acercando, aunque yo estaba de espaldas, podía escuchar sus pasos viniendo en mi dirección.

-¿A qué le tienes miedo?...-. Me preguntó tomando un mechón de mi cabello mientras se acercaba –A que quizá no puedas detenerte...-. Aseguró a mis espaldas, rodeándome con sus brazos y deslizando sus dedos por mi vientre –A que quizá te guste demasiado y no quieras regresar a los brazos de Queen...-. Aseguró mordiendo el lóbulo de mi oreja mientras intentaba desbrochar mi brasier, sus palabras me hacían ruborizar de pies a cabeza, sus caricias me hacían perder la cordura y dios... por nada del mundo quería que eso sucediera pero no podía evitarlo.

-Aléjate de mí Slade...-. Le dije apartándolo, molesta porque quizás tenía razón... no, no la tenía, aseguré tomando un sweater que estaba en una esquina y colocándome, alejándome lo más posible de Slade que me miraba con una sonrisa de triunfo en el rostro. Él sabía exactamente como me hacía sentir...

-No soy ciego ___________... -. Me dijo sentándose a lo lejos pero sin apartar la mirada de mí –Veo como reaccionas cuando estoy cerca de ti, si de verdad quisieras tanto a Queen, no me hubieras dejado llegar tan lejos-. Sentenció con una amplia sonrisa.

Save me From The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora