Capitulo 16: En su refugio

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-¡¿Estás bien?!-. Me preguntó desesperado con ese tono de voz grueso y algo misterioso, yo asentí mientras el prácticamente se abalanzaba sobre mí para desabrocharme el cinturón de seguridad que tenía puesto porque si no habría salido volando por el parabrisas, me di cuenta de que me dolía todo el cuerpo en ese momento, él sin demasiado esfuerzo me tomó por la cintura y me cargó para sacarme del auto.

-Estás herida-. Me dijo colocando su mano en mi frente mientas yo hacía una mueca de dolor, me llevó lejos de donde estaba y luego me colocó en el piso.

-Eso fue genial...-. Dijo el 'compañero' de éste acercándose a nosotros, jamás lo había visto, llevaba un traje similar pero rojo y creo que se veía un poco más joven. El de capucha verde lo fulminó con la mirada.

-Eso fue peligroso... ¿en qué demonios estabas pensando?-. Me reprochó el hombre bastante molesto por mi comportamiento.

-En ayudarte...-. Le dije y entonces su expresión cambió por completo, fue de total sorpresa por mi respuesta, no supo que responder y murmuró algo exasperado para luego alejarse y llamar a alguien por un teléfono celular, yo lo veía a lo lejos caminar de un lado al otro molesto, no entendía cuál era su molestia.

-Tranquila...-. Me dijo el otro chico dándome un empujoncito –Suele ser así de amargado con todo el mundo-. Me indicó restándole importancia para que no preocupara.

-¡Vanessa!-. Exclamé entonces recordando a mi amiga.

-Ah sí...se desmayó-. Dijo el chico como si se tratara de una broma y yo lo miré asustada –La puse por allá-. Dijo señalando a un grupo de cajas amontonadas donde estaba mi amiga, como si se tratara de un objeto más, corrí a verla y estaba completamente inconsciente –Se desmayó al ver que arrollabas a esos hombres, no tiene el mismo valor que tú, linda-. Me dijo el de capucha roja, como una especie de... ¿Cumplido?

-Gracias...-. Le dije con una pequeña sonrisa y entonces apareció un auto, el de capucha verde se acercó a nosotros serio, asumí que él auto les pertenecía, era otra mini van, que abrieron, el conductor llevaba una cosa que le cubría toda la cara.

-Llévala-. Dijo Arrow a su acompañante, señalando a Vanessa, el chico asintió mientras la cargaba, me hizo señas de que entrara en la van y le hice caso. Entramos todos en la parte trasera que era bastante amplia.

-Buen trabajo-. Nos dijo el conductor mirándome con una especie de sonrisa que me resultó algo conocida en ese momento, entonces me puse a pensar ¿Quién demonios eran todas estas personas?. Pero antes de poder decir algo, vi cómo me ponían algo en la boca y todo a mi alrededor se movía demasiado rápido. Caí en los brazos del hombre de capucha, lo último que recuerdo eran esos ojos profundos como el mar, luego de eso perdí la conciencia.

***

-¡Son demasiados!-. Le gritó Roy, ya que claramente estaban rodeados por una banda de mafiosos que eran los que había hecho volar en pedazos el banco de la ciudad. Oliver estaba ideando un plan, cuando un par de luces lo cegaron por completo. Lo siguiente que vio cuando recobró la capacidad de observar algo, fue que una van negra se llevaba por delante a los hombres que estaban dispuestos a atacarlos, dejando solo a un par de pie, que no dudó demasiado en dispararles, para acabar con ellos.

Luego corrió a la van, había visto a lo lejos un par de minutos antes como dos personas eran atacadas por otros hombres, debía ser una de esas personas la que lo había ayudado, pero se sorprendió por completo cuando llegó a la van estrellada contra un muro y vio a la chica ahí, respirando con dificultad, recostada en el volante, se le paralizó el corazón cuando la vio a ella...

No pudo evitar sentir entonces preocupación, una presión en le pecho, de inmediato abrió la puerta del auto.

-¡¿Estás bien?!-. Le preguntó bastante preocupado y si, algo molesto por la imprudencia de ella, quién asintió rápidamente, él le quitó el cinturón de seguridad y la cargó para sacarla de ahí rápidamente antes de que el auto explotara o algo así, ella estaba herida, pudo ver las gotas de sangre corriendo de su frente y claras marcas de lo que era el cinturón de seguridad que habían quedado en su cuello y pecho.

-Estás herida-. Le reprochó limpiándole un poco la frente y colocándola en el piso, la lejos de la escena.

-Eso fue genial-. Dijo Roy acercándose mientras que Oliver lo fulminaba con la mirada, ¿Estaba demente? La chica pudo haber perdido la vida en esa estupidez. Roy entonces se quedó callado.

-Eso fue peligroso...-. Corrigió él mirando a Roy pero después a la chica -¿En qué demonios estabas pensando?-. Le reclamó perdiendo al fin un poco la compostura.

-En ayudarte...-. Dijo ella apenas con un hilo de voz haciendo que el corazón se le detuviera por completo, se le hizo un nudo en la garganta y sintió como se le oprimía el pecho, sintió entonces un mar de cosas indescriptibles que no debía sentir, ni quería analizar en ese momento. No le dijo nada...abrumado por todo lo que estaba sintiendo y simplemente se alejó a llamar a Jhon Diggle para que fuera por ellos en el auto. Caminaba de un lado al otro, como hacía cuando estaba exasperado y estresado, explicándole a Jhon que la chica y su amiga estaban con ellos, algo heridas y necesitaban revisar que _______ no hubiera sufrido daños superiores en la columna.

Pero por otro lado estaba intentando reprimir todo a su alrededor, desvió la mirada y la vio hablando con Roy. Pero luego dejó de mirarla, tenía el extraño impulso de correr hacia ella, de abrazarla, de asegurarse de estuviera todo bien, pero tenía una batalla interna en ese momento, no podía hacer ni decir nada...

***

Abrí los ojos, estaba en un lugar helado, no sabía dónde me encontraba ni qué había pasado. Hasta que lo vi junto a mí, estaba bastante serio y suspiró al ver que me había despertado.

-¿Dónde estoy?-. Pregunté apenas en un susurro algo mareada y desconcertada todavía. Sentándome en donde sea que estaba. Miré a mi alrededor para encontrarme con una especie de oficina, guarida...era un lugar extraño, había computadoras de último modelo, pero al mismo tiempo al final del lugar habían cosas para entrenar, también flechas, arcos, un pequeño laboratorio, me di cuenta de que aquí era donde se escondía, yo estaba en una especie de camilla de metal en medio del lugar.

-No te muevas...tienes vidrios-. Me advirtió él, con ese tono mandón, me di cuenta de que le molestaba no tener el control completo de las cosas, se acercó a mí con un par de pinzas para sacar un par de vidrios de mi frente haciéndome dar un pequeño gritito de dolor. Luego me colocó algo de alcohol que de hecho me quemaba y seguido de una venda, mientras yo observaba atentamente cada uno de los movimientos del hombre, se que estaba mal decirlo, porque no tenía absoluta idea de quién era, pero había algo fascinante en él...en su presencia, había algo que me atraía de él, que estuviera cerca me ponía bastante nerviosa, no porque fuera un completo desconocido con capucha, sino porque creo que me gustaba... había algo en su misterio que me fascinaba, pero por otro lado, me era bastante familiar.

-Quítate la blusa-. Me dijo y lo miré con los ojos como platos.

-¿Qué?-. Pregunté rehusándome, pero el rodó los ojos y me pasó un espejo.

-Mírate-. Me dijo sin dar más explicaciones, señalando con sus guantes verdes todo mi cuello que tenía la marca del cinturón de seguridad y algunos raspones, la herida seguía la línea por su puesto donde se ubica el cinturón, bajaba por mi pecho y debía estar marcada en todo mi abdomen. Miré alrededor como si alguien más pudiera verme, y entonces suspiré y me quité la camisa con algo...bueno algo no, bastante vergüenza ya que estaba ante un completo extraño.

Él se dio media vuelta y fue por un par de cosas que estaban en una mesita cerca, era una especie de pomada y algodones. Luego se acercó a mí y me miró por un par de segundos, detenidamente, haciéndome ruborizar por completo y apartar la mirada de la suya. Pude ver como se acercaba a mí y se quitaba los guantes de cuero que llevaba puestos y luego me apartaba el cabello hacia atrás con cuidado.

Save me From The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora