Capitulo 54: A la mañana siguiente

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Un grito me despertó a mitad de la noche, me sobresalté, sentándome de un solo golpe en la cama, al principio estaba algo desorientada, no sabía dónde me encontraba, pero luego vi a Oliver a mi lado, bastante aterrado... él era quien había gritado.

-Ollie...-. Le dije acercándome a él y pude ver el horror en sus ojos, estaba helado y sudando. -¿Estás bien?-. Le pregunté preocupada y el asintió levemente con la cabeza. –Tenías una pesadilla...-. Aseguré al verlo así, parecía estar en una especie de trance, no me respondía.

-Lo lamento, no quería despertarte-. Se disculpó él intentando volver a la realidad y calmarse un poco.

-Esta bien, no me importa, ¿seguro que estás bien?-. Insistí al ver que no me decía que le había ocurrido.

- La isla...-. Dijo al fin -Casi todas las noches... los horrores de ese lugar vienen a mi mente-. Me dijo desviando la mirada claramente preocupado, yo no tenía ni idea de las atrocidades por las que había tenido que pasar ahí, pero me acerqué a él y lo rodeé con mis brazos, recostando su cabeza en mi pecho.

-No tienes de qué preocuparte Ollie... ya estás lejos de ese lugar-. Le susurré con un tono de voz suave mientras él se recostaba encima de mí y yo lo rodeaba con mis brazos para acariciarlo suavemente. Pude notar que aún estaba algo alterado, no sabía que cosas lo molestaban tanto, pero en ese momento sentí mucha pena por él... -¿Conoces la heladería de la tercera calle?-. Pregunté intentando desviar sus pensamientos hacia otro lugar.

-¿Qué?-. Preguntó él confundido.

-La heladería...del señor Garivaldi, mi madre solía llevarme ahí cuando era pequeña, pedíamos de esos helados gigantes de muchos sabores, mi favorito siempre era el de chocolate...una vez...-. Continué contándole mientras notaba que su respiración se iba calmando lentamente hasta que volvíamos a quedarnos dormidos.

***

No podía creer la capacidad que tenía ella de tranquilizarlo, el simple sonido de su voz era como una melodía apacible que hacía que todo alrededor volviera a estar en calma. Hacía apenas unos segundos, él había despertado gritando, como la mayoría de las noches, a su alrededor veía cadáveres, muerte, tortura, escuchaba gritos... era el infierno en la tierra. Soñaba con eso una y otra vez, revivía cada segundo de esa isla...jamás olvidaría ni un segundo de lo que pasó en ese lugar y mucho menos cuando vió a su padre dispararse a si mismo.

Entre gritos y con el pulso a millón se había despertado sobresaltado, despertando también a __________ quien lo miró bastante asustada al principio, pero luego lo había rodeado con sus brazos, el simple hecho de estar cerca de ella, de sentir su calor, era como si lo calmara por completo. Nunca había conocido a nadie que lograra calmarlo de esa manera. Ella comenzó a hablar... simplemente de lo primero que se le vino a la cabeza y fue como si el mundo entero volviera a su orden natural, todo volvió a la calma, mientras Oliver se perdía en sus palabras y en el simple sonido de su voz, para así volver a quedarse dormido en sus brazos...

***

Abrí los ojos y la luz del sol me dio en la cara por lo que de inmediato volví a cerrarlos y a cubrirme con la almohada, entonces me di cuenta de que faltaba algo... Oliver...

Mire alrededor en la habitación, la cual no había tenido la oportunidad de ver bien la noche anterior y parecía bastante bonita, con cuadros hermosos, muebles de roble y una gran ventana con persianas por donde entraba gradualmente el sol. Me levanté de la cama y tomé una camiseta de Oliver que estaba colgada detrás de la puerta para colocármela y fui al baño que estaba del otro lado del pasillo para lavarme los dientes y la cara.

Save me From The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora