We're drunk on love (Nathan Sykes y tú) TERMINADA

-Capítulo 28-

El cúmulo de emociones que sentía ahora mismo se podría decir que era indescriptible; algo así como una mezcla entre rabia, desilusión, tristeza, ansiedad y muchas otras cosas. Mi cabeza era un absoluto caos.

Volví a dejar el ordenador donde estaba y me senté en la silla que reposaba frente al escritorio de  Dionne. No tardé en levantarme de ella, pues al recordar lo que acababa de suceder me había dado cuenta de que todo lo que tenía relación con esa chica me producía desde aquel preciso instante verdadero asco. Ahora más que nunca lo único que el cuerpo me pedía era saltar, gritar, golpear cosas... Liberar toda la ira contenida. Necesitaba desahogarme.

"¿Cómo le convenzo yo de lo falsa que es su "queridísima" novia?" me preguntaba una y otra vez. Debía solucionar aquel terrible malentendido, explicarle que entre Jay y yo no sucedía nada y que lo último que haría en esta vida sería traicionarle. Bueno, eso y dejar de quererle. Jamás sería capaz de hacer semejante idiotez. Al menos si él no me correspondía en el amor, por lo menos ser su mejor amiga de nuevo ya significaría mucho para mí. Sí, sé que querer y no ser querida no es lo más maravilloso del mundo, pero estar cerca de él ya supondría un gran paso.

Me dirigí a mi cuarto completamente desolada. Nada más desplomarme sobre la cama comencé a llorar descontroladamente, sumergiéndome en un mar de lágrimas. Si no quería escucharme entonces no tenía nada más que hacer. Se había acabado. Él ahora estaba con Dionne y mientras fuese así ya no habría un "nosotros" jamás.

-____... -apareció Noemi por la puerta. Me cubrí la cara con la almohada para que no pudiese verme en tan pésimas condiciones- Vamos, todos hemos llorado alguna vez, no tienes porqué avergonzarte de ello -se sentó a mi lado e intentó arrebatarme el cojín.

-Déjame -me aferré a él, ahogando un grito mudo.

-Soy yo, tu mejor amiga -acarició mi cabeza-. Ya te he visto sufrir en otras ocasiones, sabes que porque te vea no pasará nada.

-Ya, pero esta vez es diferente.

-¿"Diferente" en qué sentido?

-En el sentido de que esto es mucho más serio.

-¿Qué iba a ser peor que...?

-Que Dionne se ha inventado que he utilizado a Nathan ganándome su confianza para tirarme a Jay. Eso supera a todas esas gilipolleces juntas -le interrumpí.

Hubo un silencio por su parte.

-Pero, ¿cómo?

-Pues muy fácil: como él se cree las mentiras de esa zorra por estar saliendo con ella, ha aprovechado para intentar separarme de mi mejor amigo. Y lo ha conseguido -no resistí más y me abracé a Noemi con las pocas fuerzas que me quedaban.

Al principio no reaccionó, ya que no se esperaba que la abrazase tan repentinamente, pero enseguida me envolvió en sus brazos. Supe que se había quedado con la misma expresión que yo cuando me enteré. 

-Se las va a ver conmigo. Ya verás.

-¿Qué? -levanté la cabeza de su pecho para mirarla a los ojos.

-Ya lo has oído. Esa puta tendrá su merecido.

-N-Noe, no... -no tuve tiempo de detenerla.

-¿Dionne? Soy yo -sonrió maléfica-. Mira, en cuanto vuelvas tengo que hablar contigo de un asunto -su voz sonaba desenfadada, como si lo que le fuese a soltar luego no iba a ser nada del otro mundo-. Ajá, de acuerdo. Sí, sí. Nos vemos -colgó y me miró-. Quien lastima a ____ se la devuelve su mejor amiga.

-No cometas ninguna locura -sin embargo no me escuchó y se fue por la puerta, seguramente a esperarla abajo.

***