Una nerd con doble identidad.

14| Me gusta lo diferente.

Me alejo lentamente de la boca de Liam quedando así su frente en la mía. Sus ojos cerrados me dan a entender que aparte de satisfecho, está disfrutando el momento.

—No me interesa lo que hablen los demás, Azul.

—Eso lo sé y por eso quiero que te alejes de mí. No soy tu segunda ni tercera opción; no soy como las demás, entiéndelo. No sé qué te está sucediendo, pero con las intenciones que vengas, quiero que te alejes completamente de mí. — digo asfixiada — Sé cuál es tu juego y no quiero entrar en él... esto es un Game Over para ti.

—Azul...

—Basta. — tengo un nudo en la garganta. Me siento humillada y usada —. Déjame en paz.

A pesar de todo, podré ser una "súper modelo", pero no soy de hierro y aunque Liam no lo sepa, yo me siento atraída por el físicamente.

Lo miro por una última vez y me giro para salir del lugar. No quiero saber de nadie y mucho menos de nada.

(.)

Paso rápidamente el aparcamiento para llegar a lo que es la parada del bus. Un cuerpo detiene abruptamente mis pasos haciendo que mi cuerpo tenga un "stop" de inmediato.

—¿Estás bien? — Jake quien me estudia detenidamente, me pregunta.

—Sí, sólo quiero llegar a casa.

—Siempre te puedo llevar. — sonríe y yo lo hago de vuelta.

—Jake...

—Te debo una disculpa. Siento lo que pasó el viernes, creo que se nos fue la mano. No debimos de haberte llevado a hacer eso... yo nunca lo hago, ¿qué digo? Jamás lo hago, pero quería estar en el mood de todos.

—No te preocupes, ya pasó. Somos bastantes grandes para aceptar cualquier consecuencia. Y ya lo peor ha pasado.

—Pues venga chica, vámonos. — sin esperar nada, Jake me jala por el brazo haciéndome caminar bruscamente.

Sin mirar a mí alrededor, espero que Jake abra y me adentro en el coche. Le sonrío al chico que maneja delicadamente hasta mi casa.

—¿Qué harás hoy?

—Nada.

—¿Te gusta el café o prefieres el té? o mejor aún, ¿te gusta el chessecake?

Finjo estar pensando.

—Las tres opciones las veo magníficas. Me gustan.

Sonrío hacia el chico y él lo hace devuelta.

—Que no se diga más, pasaré por ti en una hora para ir a beber café, té o comernos ese sabroso Chessecake.

Hemos llegado al edificio color terracota que he marcado como mi hogar desde hace cuatro meses atrás.

—Okey, te espero. — beso su mejilla y me bajo con la sonrisa que últimamente nunca llevo.

Me despido desde lejos nuevamente y cuando giro para continuar con mi camino, la mano del chico más idiota del planeta se cruza en mi vientre.

—¿Por qué te causa tanta emoción hablar con Jake? — dice frunciendo su ceño.

—¿De verdad me preguntas eso? — digo algo desencajada ante su pregunta. No tiene razón alguna para cuestionarme nada — No tienes por qué cuestionarme algo. No eres nada mío y si me lo permites, tengo cosas que hacer.

Se aparta de mí de manera brusca, alejándose. No comprendo su actitud, solo han sido dos besos y creo que se está tomando atribuciones no aptas para ambos. Para él porque tiene novia y yo, porque no estoy dispuesta a entrar al mundo de los celos.