CCC Tokio [Inazuma Eleven Go]

4

Pov Katsue.

—Lo habéis hecho bastante bien —nos animó mamá—. Pero... no es lo que querían.

—Entonces el Raimon sí que es del sector quinto y yo... estuve hablando con uno de sus entrenadores ayer... —me dije para mi misma—. Genial, estupendo.

—Ironías aparte —Hatsumi me dio un codazo—. ¿No ves que tu madre está más seria de lo normal?

¿Mi madre? ¿Seria? Se va a caer el cielo.

—Como decía... —mamá se aclaró la garganta—. Bueno, da igual. Chicas, os podéis ir.

Todas asintieron y cogieron sus bolsas, saliendo del campo entre bromas y risas.

Verás tú...

—Mark, podéis venir al restaurante si queréis. Allí hablaremos más cómodamente. —El equipo del Raimon se fue levantando del banquillo y el suelo y siguieron a mi madre.

Menos uno. Jean Pierre Lapin.

Sherwind iba tan contento celebrando y había dejado a su amigo sólo. Hay que aplaudir.

—Jean Pierre —el levantó la vista—. ¿No vienes?

—No sé, es que... —bajó la cabeza—. A veces creo que yo no debería ser el portero.

—¿Por qué? —fruncí el ceño—. Tú eres el más indicado, Jean Pierre.

—Sólo Jp, por favor. Y, bueno, da igual —sonreí—. ¿Tu madre sabe hacer empanadillas de atún?

—Claro, y crepes. Seguro que te gustan. ¿Y ese hambre tan repentino?

—Es que... —se frotó la cabeza, avergonzado—. Puede que tenga bastante hambre, la verdad.

—Ven, te guío hasta allí. Seguro que te llenas del todo.

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—Ya hemos recogido la información que nos pidió, señor. —Los hombres vestidos de negro se arrodillaron, y un joven albino sonrió satisfecho.

—Está bien, os podéis retirar.

—Sí, emperador.

—Axe... digo, Alex —Austin negó con la cabeza—. ¿Para qué necesitas a Di Rigo y a Hartland? Son tan normales como los demás.

—Que va, Hobbes. Esos chicos... tienen más potencial que tú y yo juntos.

—Está bien. —el chico de pelo azul oscuro asintió confundido.

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—¡Esto está delicioso! —Jp sonrió mientras masticaba, y Arion Sherwind le dio la razón.

—Y de verdad. —comentó Samguk mirando a Wanli.

—Tienes razón, tú. —reí levemente cuando dijo esa frase.

—Chicos, os pido un minuto de atención —todos se giraron al oír la voz del señor Sharp—. Queremos anunciar a un nuevo miembro del equipo.

—¿Quién? Tiene que pasar una prueba —el chico de pelo rosa, del cuál no me había aprendido el nombre todavía, se levantó junto al capitán—. Así hemos hecho todos los que estamos aquí.

—Ya la ha pasado —contestó Jude—. Os presentamos a...

—¡Katsue Hartland! ¡La nueva miembro del equipo! —le interrumpió Mark Evans. Me reí por las caras de los demás.

Pero... espera. Katsue Hartland... soy yo.

Ya la he cagado.

—Mamá... —la miré por el rabillo del ojo—. ¿Qué has hecho esta vez?