Boruto en el Tiempo.

[I] El Rostro de mi Padre.

―¡Boruto resiste! -fue la voz de su padre lo último que alcanzó a escuchar.

¿Dónde estoy? Se preguntó el pequeño rubio mientras trataba de abrir los ojos.

- ¿Este niño dónde apareció? - preguntó una voz masculina que se le hacía muy familiar.

-A las afuera de la aldea por la entrada oeste, Hokage –contestó el hombre.

-Vaya qué peculiar es este niño –dijo el Hokage acercando su rostro.

-El cuerpo médico ya viene para acá a examinar al niño.

-Muy bien, gracias, puedes retirarte yo cuidaré de él.

¿Kakashi Hokage? dijo en sus pensamientos mientras abría lentamente sus ojos. La luz lo lastimaba. Pero se percató que se encontraba en la oficina del Hokage, sabía a la perfección como era.

-Me alegras que hayas despertado -dijo Kakashi sonriendo.

Boruto pasó su vista por todo el lugar, abrió los ojos muy sorprendida pues la oficina de Hokage que él conocía era muy diferente.

- ¿Y dime pequeño cuál es tu nombre?

Boruto abrió su boca, pero no podía pronunciar palabra alguna. Con su mano derecha tocó su garganta y trató por segunda ocasión hablar, pero sin éxito. Solo salía un pequeño chillido.

-Así que tienes problemas para hablar, está bien, no te preocupes, los médicos ya vienen a revisarte.

Boruto asintió revisando minuciosamente la oficina.

¿Dónde está la foto de mi padre? ¿Y las montañas de papeles? Se preguntó hasta que sus ojos se posaron en el ventanal detrás de la silla del Hokage que tenía vista hacía el Monte... Abrió la boca pues no podía creerlo; el rostro de su padre no estaba tallado ¿Qué ocurre?

Tocaron a la puerta y se trataba de Shizune quien llegó para revisar al niño, y luego de un rato le dio el informe al Hokage.

-El niño físicamente está estable, un poco bajo su chakra, pero se repondrá, ahora lo de su habla ese sí es un misterio, tal vez por la impresión que sufrió al ser atacado no pueda armar palabra alguna, pero no se preocupe estará bien -dijo Shizune sonriendo a Boruto.

-Muchas gracias Shizune-san, yo me encargaré de este niño.

-Está bien Hokage, hasta luego –Shizune salió de la oficina.

Boruto se sentó y seguía analizando la oficina con la mirada, ni la foto de su padre se encontraba colgada. Al alzar la mirada el Hokage se encontraba delante de él sosteniendo un papel y una plumilla.

-Ahora escribe tu nombre por favor.

Boruto tomó los artículos y le entregó la hoja a Kakashi con un repuesta que lo dejó sin aliento. Kakashi abrió muy grande los ojos pues el apellido del pequeño le causó gran conmoción: