Entrégame Todos Tus Miedos ❀ D Gray Man [EDITANDO]

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Mis manos inexpertas comenzaron a deshacerse de su camisa, y claramente el ayudo un poco al igual que con sus pantalones. Acaricié su abdomen sintiendo cada parte de su cuerpo marcado... excepto de la cintura para abajo. ¡Obviamente no tocaría por esa zona!.

Escuchaba sus sutiles suspiros, pero queria hacerlo sentir mejor de poco en poco, asi que coloqué mi cuerpo entero contra el suyo mientras aún acariciaba su cuerpo. Claramente mis pechos ya estaban sobre su pecho, y debido a eso sus suspiros aumentaban. Podía ver en su rostro aquella expresión de satisfacción. Pero estoy casi segura que el quiere más que caricias... lo puedo notar en la forma lujuriosa en la que me mira. No puedo evitar perderme en su mirada. Maldición... estoy cayendo en su juego. Tengo que verme mas firme ante la situación. Si me dejo llevar... puede que él termine haciendo todo el trabajo.

Acerqué mis labios a su cuello, comencé a besarlo y a lamerlo mientras que dejaba escapar pequeños gemidos intencionalmente. Supongo que a esto se le llama tortura... pero al final me lo agradecerá... espero. Bajé una de mis manos hasta su miembro ya erecto que se encontraba bajo la tela de su ropa interior para luego comenzar a acariciarlo. De la punta hacia abajo y lo repetí hasta que pude escuchar salir de su boca un pequeño gemido acompañado de un sonrojo tenue.

Se veía tan lindo sonrojado. Besé la comisura de sus labios mientras seguía acariciando su miembro. Su boca desesperadamente buscaba la mía para iniciar un beso pasional, solo para desahogar el placer.

—Shiromi...ghh... —Intentaba retener los gemidos—

Este era mi momento para verme dominante. Aclaré un poco mi voz por el nerviosismo y le comencé a hablar en suaves susurros.

— Apenas estoy iniciando... —Sonreí—

Comencé a bajar más y más hasta que mi rostro quedó justo frente a su miembro. Lavi se incorporó a la cama recargado contra la pared intentando calmar su respiración irregular. Podía sentir su mirada sobre mí... y justo eso era lo que quería. Bajé con lentitud su ropa interior hasta deshacerme de ella, dejando su miembro expuesto.

¿Y ahora que hago?, nunca me había sentido tan nerviosa. Rodeé su miembro con una de mis manos, pero el simple roce lo hizo estremecerse. Me armé de valor y acerqué mis labios a la punta, dejando sobre esta un beso suave y sutil. No tardé en comenzar a lamerlo de arriba a abajo. Sentía mis mejillas arder como nunca. Las manos de Lavi apretaban las sabanas y sus ojos estaban cerrados con fuerza. Lo único que quería lograr era escuchar sus gemidos, que no se contuviera... no había necesidad pues no había nadie que pudiese escucharnos.

— No tienes por que contenerte... —Murmuré—

Dicho esto, introduje su miembro en mi boca. Fue ahí en donde Lavi soltó un suave gemido. Movía mi boca en un vaivén, introduciendo y sacando su miembro una y otra vez mientras que mi aliento y saliva se combinaba poco a poco con un liquido de sabor peculiar que salía lentamente de su miembro... era liquido pre-seminal.

— ¡P..Para... c..creo que v..voy a...! —Intentó hablar con su respiración irregular—

Al escuchar esas palabras lo saqué de mi boca al instante. Recibiendo de su parte un pequeño quejido de insatisfacción. Su rostro sonrojado y el pequeño puchero era simplemente adorable. Tan adorable que no pude evitar reír.

— Hahaha, lo siento, pero si continuaba íbamos a terminar muy rápido...

— -Mostró una sonrisa ladina— ¿entonces estás diciendo que quieres continuar?... ¿ir más lejos?... —Se acerca levemente a mí—

— Y..Yo... bueno... es que... —Desvié la mirada—

— Tranquila, no tengo objeción... ahora es mi turno