Entrégame Todos Tus Miedos ❀ D Gray Man [EDITANDO]

-29-

SHIROMI POV

Estaba más que consciente en ese momento. Sabia que estaba protegiendo al akuma pero lo hacia por miedo de que dañaran a Lavi. Por culpa mía es que todo esto esta pasando. Allen nuevamente esta en la enfermería... y gracias a dios está recuperándose con rapidez. Justo después de todo este lío, me había dirigido a mi habitación, en donde el akuma se encontraba mirando por la ventana.

Mirar a Lavi de lejos me daba nostalgia. De solo pensar que si yo no hubiese llegado a La Orden, nada de esto habría pasado.

— -Comencé a llorar en silencio-

Me senté en el borde de la cama mientras me concentraba en parar mis lagrimas. En eso, escucho la voz de Lavi llamándome.

— ¿S..Shiromi? —Murmuró—

Tan pronto levanté la mirada y este vio mis lagrimas, no hizo mas que acercarse a mi totalmente preocupado. Al parecer lavi había vuelto a tomar control total de su cuerpo y mente.

— ¿Estás bien?, ¿¿a..acaso hice algo malo??... —Me tomó de los hombros asustado—

— A mí no... p..pero a Allen si... —Decidí aclarar—

— ¿Allen?... ¿¿lo lastimé??... —Quedó en shock—

— Lavi... ya no se que hacer... tengo miedo a que te lastimen... al igual de que tengo miedo a que lastimes a alguien más... —Las lagrimas me amenazaban con salir— cada vez todo se vuelve más difícil. En especial por el sello en tu pecho

— ¿¿Q..Qué??...

En ese momento se dispuso a mirar su pecho a través de la abertura de su ropa hecha anteriormente por Kanda... aun que obviamente el sello no estaba por la ausencia del akuma.

— Claramente el sello no se mostrará a menos que el akuma se presente —Dije segura de mis palabras—

—Maldición... lo volví a hacer... —Llevó sus manos a su rostro—

Me levanté de la cama y me acerqué a Lavi, para luego retirar sus manos de su rostro. Nuestras miradas se admiraban mutuamente. Era como si sus ojos estuvieran tratando de decirme algo. De un momento a otro pude observar como miraba de reojo mis labios, dejándome en claro que era lo que quería hacer. Rompí la lejanía de nuestros labios, dando un ligero y cálido beso, el cual con el paso del tiempo se fue haciendo mas pasional.

— Lavi... —Murmuré al separarnos por falta de oxigeno—

— Te vez hermosa cuando te sonrojas —Rió levemente—

— ¡C..Cállate! —Desvié la mirada algo avergonzada—

Bajé la guardia en ese momento. Me dio un ligero empujón, el cual hizo que terminara sobre la cama y él... encima mío, aprisionándome con sus brazos.

— ¿Q..Qué haces?... —Dije nerviosa—

— Tranquila, no es nada malo... —Se acercó a mi oído— solo déjate llevar... —Murmuró—

Me estremecí por la calidez en su voz. Sinceramente ansiaba poder estar así de cerca con Lavi... con el verdadero Lavi. Suspiré al sentir sus labios sobre mi cuello, el cual no tardo en comenzar a lamer y a morder levemente haciéndome estremecer. Solo podía acariciar su cabeza mientras suspiraba. Teniendo la oportunidad, decidí deshacerme de la banda de su cabello. Amaba como se veía sin aquella banda. Y más sin su camisa.

Maldición, ¿en qué pienso?, creo que estoy llevando mis fantasías demasiado lejos. Debo de ser paciente y no verme tan desesperada. Después de todo es... por así decirlo... su primera vez. Ya que el akuma anteriormente lo había hecho debido a los deseos reprimidos de Lavi. Es confuso... pero no muy difícil de entender cuando lo has vivido ya varias veces.

Fue dejando un sendero de besos hasta mis clavículas. No tardó en comenzar a deshacerse de mi uniforme como yo del suyo. Claramente yo no hice mucho, solo logré quitarle su chaqueta, mientras que Lavi logro quitarme más que eso. Ya no sabia quien estaba más desesperado, él o yo.

Ya solo me quedaba mi ropa interior y mi sostén, tenia tanta vergüenza de que me mirara así de sumisa. Antes de que pudiese notarlo, sus manos rodearon mi cintura y me levantó para luego colocarse debajo... dejándome a mi sobre él.

— Continua tú... —Acarició mi mejilla—

Su mano pasó de mi mejilla a mi espalda, hasta llegar al cierre de mi sostén... el cual desabrocho con mucha facilidad.

— ¡Idiota!... ¡n..no seas tan apresurado!... —Exclamé avergonzada mientras cubría mis pechos—

— Eso en poco tiempo quedará en el olvido —Se acercó y me besó sutilmente—

Volvió a recargarse sobre la almohada, lo que significaba que era mi turno de dar el siguiente paso. No debe ser tan difícil... ¿cierto?