5. El diario Gilbert

Start from the beginning
                                    

—Ya no tenemos opciones —afirmo este.

—Oigan —salió Elena de su escondite, bajo las sabanas. — Exactamente ¿Qué es un Grimorio?

—Exactamente, el libro de una bruja —respondió Damon.

—Cada hechizo de una bruja es único —hable yo esta vez. — Y así documenta su trabajo. Eso es un grimorio.

—Si —acordó Damon colocando su brazo arriba de mis hombros. — Un recetario.

— ¿Y qué pasa con el misterio del vampiro? —cuestiono Stefan. — La verdad no parecía estar solo ese imbécil y quien este afuera sabe de nosotros.

—¿De nosotros?

— Y no me gustaría que lo haga así que – aplaudió – A trabajar – se giró y camino hacia la puerta – Oigan me encanta ese menage actual de trabajar en equipo es algo cachondo – se giró de nuevo a la salida y antes de desaparecer por la puerta dijo – No lo arruinen.

—Lo siento, él me obligo – señale por donde se había ido Damon hace unos momentos

—Descuida —resto importancia Stefan

—Él no... —comenzó hablar Elena, pero Stefan le hizo una seña de guardar silencio a lo que ella asintió.

—Bien, creo que sobro aquí así que me voy —señale la puerta. — Los dejo cambiarse o hacer lo que quiera – sonreí con burla logrando que Stefan me lanzara un cojín.

***

Ya era tarde y como mis hermanos tenían aparentemente cosas más importantes que hacer que pasar su tiempo conmigo, me encontraba aburrida en casa. Me puse de pie para husmear por los rincones de la casa encontrando algo con lo cual distraerme, al llegar a la biblioteca mire la sección de los diarios, tome uno de Stefan, tome asiento en una silla colocando los pies arriba de la mesa y con una bolsa de sangre a mi lado. Leía los inicios del diario, cuando el susodicho entro, dejándome a mitad de la hoja número 5.

—¿No te han dicho que leer diarios ajenos es malo? —pregunto este mismo.

—Nop —mencione sentándome correctamente – Sé que ustedes leyeron los míos, así que...

—Necesito tu ayuda —pidió.

—Mhj —deje en diario en la mesa. — ¿Para qué?

—Iré a la escuela por el diario Gilbert, según a todo esto Jeremy hizo un trabajo y se lo presto al maestro —explico a grandes rasgos.

—De acuerdo, vamos – me levante y tome las llaves de auto. — Yo conduzco.

***

—¿Y cuál es el plan? —pregunte hacia mi hermano mientras caminábamos por los pasillos de la escuela.

—Conseguir el diario —respondió él.

—Claro —asegure. — No se me ocurrió antes Stefan, gracias por iluminarme —mencione con un claro, claro sarcasmo.

—Ya sígueme —ordenó de manera molesta, pero divertida a la vez ocasionando una pequeña sonrisa en mi rostro.

Seguí a mi hermano tras de él muy de cerca. Claramente nadie se encontraba en los desiertos pasillos, la escuela se encontraba más que sola, por lo que era muy fácil escuchar nuestras pisadas, la respiración y el bombear de nuestro corazón.

Mi hermano entro a un aula a nuestra izquierda, lo sigue, no sin antes echar una vista a ambos lados del pasillo sin mirad a nadie. Stefan buscaba algo, cuando mis sentidos se pusieron alerta.

La Tercera Salvatore - Libro I [En edición]Where stories live. Discover now