1. Una coca cola por favor

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Estaba con mi mejor amiga Alnny en una cafetería cerca de una estación de trenes, una vieja  cabaña llamada "El diamante". Siempre me juntaba con ella el fin de semana para contar lo que pasaba en nuestra semana o solo por gusto.

—¡Oye!—quitándome mi celular,  odiaba cuando lo hacía.

—Te acuerdas que te conté, sobre un bonito de la Uni que me encanta, y pienso que es mi alma gemela.–

Ella es mi mejor amiga, pero pienso en ocasiones que es como una adolescente con sus hormonas a flor de piel, siempre que ve a un chico castaño y de ojos claros, piensa que está hecho para ella.
—Si, ¿por qué lo dices?-
mientras le quitaba mi celular y volvía a ver mis mensajes.
— Y te lo digo porque estuviste llamándome todo el día diciéndome que él era el indicado, después de perder el interés con el mesero de aquí ¿Cuánto duró ese interés? Tal vez lo normal, ¿una semana o menos?-.

Ella no entendía que sufría  o tenía cada dos semanas un enamoramiento, y que tenía que madurar.

—¡Vamos! Yo que iba a saber que era Gay–Miro al mesero que estaba sirviendo en la barra, le regalo una sonrisa, el solo se limitó a voltear rápidamente mostrando nerviosismo.

—Lastima es muy guapo—.
Yo solo rodé los ojos, no molestaría en decirle  que el chico no era gay, sino que solo se quería alejar de su extrema obsesión cuando era obvio, porque sino no hubiera coqueteado con las dos cuando vinimos por primera vez aquí, y tampoco lo haría con todas las chicas que le llamen la atención, pero vaya error que cometió, no contaba con una chica que fuera tan obsesiva como mi querida amiga. Estaba ya algo harta después de una semana de exámenes, y luego una amiga enamoradiza, con ideas que todos los chicos que la voltean a ver se enamoraran de ella

. —Ahora vuelvo espérame— Me levante y camine a la barra, se escuchó la puerta, y se vio como entraba un chico, no tan alto, con cabello castaño, decidí voltear mi mirada hacia el mesero, cual me dedico una sonrisa coqueta ¿Lo ven?.—Me puedes dar por favor una coca cola fría— Sonrió y hizo un guiño—Claro guapa—
Ignore y a la persona que sentí a lado mío —Una coca cola por favor— Esa persona tenía una voz profunda e interesante, pero no voltearía, el mesero asistió trajo las latas y primero me sirvió en un vaso mientras que solo le pasó la lata a la persona de a lado

—¿Cómo has estado?— No quería hablarle después de lo que le hizo a mi amiga, solo me levante y le pague la Coca Cola

—Ui, eso dolió — Ignore también el comentario de la persona que estaba a lado y empece a caminar, sentía como venían detrás no quería voltear porque tenía  pánico así que llegue con mi amiga y ella tenía esos ojos grandes con brillo y con alegría solo mencionó ese nombre.

—Justin, cariño—. Han sentido esa confusión, bueno yo la sentía al frente del chico de esos ojos marrón claros, y lo peor es que me gusto esa sensación, provocando nerviosismo en mi pero también un cosquilleo y esta se quitó al razonar la frase de mi amiga ¿cariño? y aún más cuando vi al mesero a lado de él con mi coca cola  ¡Que mensa!
—Se  olvido esto preci...—No termino la oración al ver a mi amiga.

—Hay pero que amable Loui—.

Mi amiga le regalaba una sonrisa tierna. Ella puede tener varias razones por las que en ocasiones querías alejarte de ella, pero también un millón más por las que tenias que quedarte, su alma pura y comprensible. Es ahí donde te das cuenta  que nunca conocerás a una persona a fondo porque siempre tiene ese lado negro y fue la primera pista, a pesar de que demuestren lo contrario y yo no lo note en su momento y ahora me arrepiento.

Un  truco de  los enamorados.Kde žijí příběhy. Začni objevovat