Capítulo 42

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La tensión podía sentirse en el ambiente del estudio donde se encontraban las personas a cargo de la casa de entrenamiento; los únicos que tenían derecho a dar órdenes a los demás. Liam, Max, Carissa, Grace, Aarón, Ashley y Elizabeth estaban ahí de pie, pensando en el que sería su próximo movimiento.

Cuando Ashley escuchó el nombre de la última, sintió como si algo se le quebrara desde adentro, debido a que era el mismo que el de su madre, intentó que los recuerdos no la bombardearan y lo logró. Por momentos sentía la mirada de Max clavada sobre ella, pero evitaba a toda costa devolvérsela, no podía, y menos con su hermana en la habitación.

Liam envió la carta a todas las casas en las que se encontraban ángeles entrenando, diciéndoles que no podían ir ahí en un tiempo, ya que el portal estaría bloqueado por algún tiempo, sólo Liam podría abrirlo e incluso Ashley, pero nadie más.

¿Te enteraste de algo en el tiempo en que estuviste ahí? —preguntó el dios en dirección a Max.

No, la mayor parte estuve inconsciente... siendo torturado, me ha robado mi pluma...

— ¡¿Qué?! —exclamó su hermana, el tono de su voz sonó asustado y molesto, pero sobre todo lo primero—. ¿Por qué no nos dijiste antes? Puedes morir Max, si te arrancan otra...

—Me arrancaron unas cinco estando ahí, no tienes idea de lo doloroso que fue —dijo el pelinegro interrumpiéndola, Liam suspiró tocándose las sienes.

Sabes lo peligroso que es eso, Max —susurró, lo observó durante unos segundos, su mirada reflejaba una preocupación que dejó sin aliento a la rubia—. Debiste tener mucha fiebre...

— ¿Qué sucede con las plumas? —preguntó Ashley, estaba algo confundida.

No sabía el porqué de tanta preocupación ante el hecho de que le hubiesen arrancado unas plumas, según lo que le habían dicho, se les arrancaba una pluma a los ángeles antes de bajar, con ésta podían crear las armas que quisieran en cualquier momento; causaba fiebre y malestar, pero eso era pasajero.

—Lo que los hace ángeles se encuentran en las plumas, es como un poder que poseen, aunque sólo sirve para fuerza, entre otras cosas... si se les quitan las alas, se volverían humanos, a no ser que mueran. Al quitarlas lentamente podrían morir, gracias a los dioses que no le quitaron tantas.

—Sí hablamos a James, lo citamos para el día en que llevó a Ashley a ese lugar, pero me di cuenta de lo que pasaba mucho antes de que pasara, así que me encerró. Supongo que no fue ahí, no sé si lo vio o no, pero si lo hizo, no tengo idea de lo que habló con él —dijo Max, ignorando la preocupación que se había reflejado en el rostro de la rubia—. Estará molesto si no fue, lo conozco, no le gusta que le hagan perder el tiempo.

—Si es así, debemos ir a Ándem a explicarle lo sucedido, y si Dylan le dijo algo, pedirle ayuda. De esa manera sabríamos los planes —dijo Elizabeth, hablando por primera vez.

Ella era una señora de unos treinta años de edad, su cabellera era color gris, algo extraño para una persona de su edad, sus ojos azules miraban a todos, el color de éstos resaltaba por el curioso color de su cabello.

—No podemos dejar a Ashley sola, debe haber alguien lo bastante poderoso como para defenderla, en caso de que el bloqueo que puse no funcione contra Dylan —respondió Liam, sentándose detrás de su escritorio,

Los demás se encontraban en sillones individuales frente a él.

—Podríamos ir Carissa y yo, no tendría problemas por eso. —Opinó Grace levantando la voz, ésta la miró y asintió.

—Podríamos hablarle sobre todo, tal vez si somos chicas las que le contamos, podría suavizarse —respondió ésta.

—No sabes cómo es. —Repuso Max suspirando.

Comenzaba a sentirse nervioso con el hecho de que James conociera a su hermana, ambos tuvieron un pasado que no era nada bueno, aunque no podía revelarse en ese momento; él no estaba orgulloso de lo que hizo, pero fue para mantener con vida a los que quería.

—No sabes si ha cambiado —susurró Carissa encogiéndose de hombros, Max tomó una bocanada de aire y trató de relajarse.

Si James no se enteraba de quien era ella en realidad, y qué era lo que los relacionaba, se encontraría bien.

—De acuerdo.

—Entonces, ustedes irán a Ándem, es nuestra única opción. Nosotros entrenamos a Ashley y cuidamos que nada le pase hasta que sepa defenderse lo suficientemente bien... si todo sale bien, podríamos capturar a Dylan o Scott, con planeación incluso a Lucifer, pero todo a su tiempo —dijo Liam levantándose—. Prepárense para pasar unos días en ahí, dudo mucho que James acepte sin darle algo a cambio. Y tú —señaló a Max con el dedo índice, a lo que éste frunció el ceño—. Sin tu pluma no tienes armas, veré si consigo algún hechizo con el que te pueda quitar una sin joderte tanto en cuando a tu poder; mientras más te quites en un corto intervalo de tiempo, menos fuerza tendrás.

—De acuerdo —respondió éste después de unos segundos.

—Les diré a los chicos que deben estar más alertas, y que deben esforzarse más en sus entrenamientos; es posible que nos enfrentaremos a una guerra. Espero que puedan estar preparados. —Aarón hizo una pausa y sus ojos se dirigieron a Ashley—. Ahora que sabemos quién es Dylan, espero que todos estemos listos.

SAVE ME | PAST LIES IWhere stories live. Discover now