Capítulo 14: "Eres igual de terca que..."

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La mirada de Max se encontraba enfocada a la joven rubia que tenía frente a él. En cuanto llegaron al parque ambos caminaron hasta una zona en la que pudiesen hablar sin interrupciones o miradas curiosas. Los dos optaron por sentarse debajo de un árbol enorme, lejos del área de juegos. El Jedne observó a Ashley con curiosidad, mientras ella tomaba asiento recargándose en el tronco del árbol, él imitó su acción sentándose frente a ella, en posición de indio.

—¿Qué es exactamente lo que quieres saber? —preguntó Max, queriendo saber qué tan difícil sería el terreno que Ashley tenía preparado para él.

—Todo —dijo ella, su rostro reflejaba seriedad.

En verdad quería saber en lo que se estaba metiendo para después no arrepentirse al ver las consecuencias. Max suspiró exhausto ante la respuesta de la chica. Literalmente tenía mucho que decir, pero poco para desvelar en ese instante, por lo que se limitó a decir la verdad... a medias, y esa no era la primera vez que omitió cosas.

——Desde la muerte de la diosa Laín, todo ha estado a cargo del padre de Liam, el dios Laab. Su poder es cercano al de Laín pero no del todo, ella sigue siendo más poderosa que él —respondió, observó al frente, continuó—. Pero él no puede manejarlo, es soberbio y orgulloso; cree que podrá solo pero no es así, no tiene el poder ni la capacidad suficiente para hacerlo, además del hecho que gobierna con mano dura.

— ¿Mano dura? —cuestionó la rubia al instante—. ¿A qué te refieres con eso?

—No trata a todos como debería —dijo Max sin entrar en detalles, no podía hablar mal de un dios—. ¿Alguna pregunta en concreto? Sé que te has comido el cerebro durante la noche pensando, así que dispara.

Ashley pasó sus manos por su cabello mientras suspiraba, él tenía razón. Horas antes había estado pensando en las preguntas correctas para cuestionar al ángel, pero ahora era como si las hubiese olvidado. Acomodó sus pensamientos, tratando de formular algo coherente.

—¿Quiénes son en realidad? —preguntó con curiosidad, refiriéndose a los ángeles—. ¿Hay más?, ¿cómo son los demonios? —Las preguntas salían de su boca sin que lo pudiera evitar. Todo parecía una avalancha que Max trató de responder.

—Muchas preguntas —susurró para sí mismo—. Somos ángeles y sí, hay más; nos dividimos en jerarquías, como la mayoría de los seres, en lo más alto están los dioses; esos que pueden crear y deshacerse de lo que quieran. Después están los ángeles guerreros, quienes eran entrenados para custodiar el reino de los cielos junto con sus dioses. Le siguen los aemontoris, quienes literalmente viven con los dioses en los palacios de los mundos porque sí, la Tierra no es la única que existe, Ashley. Ellos son la segunda resistencia en caso a que algo se le escapara a los ángeles guerreros, Carissa solía pertenecer a este grupo, pero de alguna manera hizo que la enviaran conmigo y así te conoció. —Se detuvo para escudriñar el rostro de la chica, intentando ver si ella estaba siguiendo el hilo de todo lo que él decía. Ashley se encontraba completamente concentrada en cada una de las palabras que el ángel decía, por lo que él continuó—. Y de último están los ángeles guardianes, que debían ser una rara combinación los anteriores: debían ser fuertes, no cualquier ángel podía bajar a la Tierra. Estos a su vez se subdividían en dos grupos: los de Jedne y los Kedne. Yo soy un Jedne y Dylan un Kedne. Entiendo si te perdiste en algún momento, quizá es mucho para procesar en...

—¿Cómo son los demonios? —cuestionó Ashley, sin darle tiempo de proseguir.

—No hay una manera específica en la que los humanos los puedan diferenciar, de hecho, tú justo ahora no puedes ver quiénes son demonios, ángeles e incluso dioses; ese sentido o poder se irá desarrollando poco a poco, se trata de "la visión" sólo los dioses la tienen, ellos pueden distinguir las especies con tan sólo mirarlas. —Hizo una pausa y después continuó, inseguro de si realmente ella estaba procesando de forma correcta todo lo que él decía—. Los ángeles debemos pasar por un entrenamiento para distinguirnos unos de otros, pero también podemos hacerlo, aunque lo de ustedes es más... natural, digamos.

SAVE ME | PAST LIES IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora