Capitulo veintitrés:

Comenzar desde el principio
                                    

Que vinieran todas esas personas que se catalogan como anormales a si mismas y me digan si ellos tienen tatuajes que aparecieron solos, sueñan el futuro o ven las emociones de las personas.

—Ya, cuenta. —Sonrió levemente mientras estiraba su mano para tocar el agua y luego lanzarme pequeñas gotas al rostro algo que me demostraba que no solo yo podía ser la inmadura en la relación.

—¡Al fin asumes que tenemos una relación! —Sentí mi rostro arder antes de escucharlo reír de una manera tan genuina que no sabía si reírme junto a el o revolcarme en mi miseria.

Era frustrante no poder pensar nada sobre nosotros sin que el lo viera al instante.

—¿Nosotros? ¿admites que hay un nosotros? —preguntó con una ceja arqueada.

El disfrutaba demasiado ponerme incomoda sobre mis propios pensamientos.

—¿Podrías contarme el dato curioso de una condenada vez, hijo de puta? —Espere que dijera algo pero simplemente mordió su labio inferior antes de romper a reír como si yo fuera comediante profesional—. ¡Bastian!

—Lo siento, no es mi culpa que parezcas un gatito cuando insultas —respondió mientras intentaba contener la risa pero sin duda me había ofendido que me comparara con un gatito—. Ya, un gatito que se cree tigre.

—Un gatito que te arrancará los ojos si no me cuentas el estúpido dato curioso.

—Vale, calma —dijo con una sonrisa mientras refregaba sus ojos—. ¿Has averiguado alguna vez el significado de tu nombre? Porque es bastante especial.

¿El significado de mi nombre era el dato curioso? Eso fácilmente podía consultarse en internet aunque en la actualidad cualquier cosa puede consultarse en la red.

—Siempre me basto con saber que tenía el nombre por mi abuela paterna, para mi eso ya es especial.

—Tu nombre deriva de Jazmín, eso cualquiera lo nota —continuó a lo que rápidamente asentí—.  Y Jazmín significa regalo de Dios cuando lo traduces con varios idiomas, entre ellos el árabe hispánico, árabe clásico y el persa. 

—¿Estas jugando conmigo? —pregunté no sabiendo exactamente si lo decía por el significado tan oportuno que tenía mi nombre o por su capacidad para recolectar información.

—Jamás lo haría a menos que tu quieras jugar. —Entendía perfectamente el doble sentido de sus palabras y en cuanto rió levemente supe que tenía razón—. Dejemos la perversión para luego y sigamos con los datos curiosos lo cual me encanta advertirte que no es el único.

—¿Qué otro dato me soltarás? —pregunté—. Porque todo puede ser una casualidad.

—Las casualidades no existen, Jazz. Todo sucede por algo.

El tenía razón, demasiada. Me gustara o no era la persona menos indicada para creer en las casualidades cuando mi destino parecía refregarme en la cara que ya estaba planeado de esa forma hace mucho tiempo.

—Siguiente dato.

—Mi nombre tiene el significado contrario al tuyo.

Sin esperar que siguiera hablando tome mi móvil y entre con rapidez al navegador del mismo para buscar específicamente el significado de su nombre.

Entre en la primer página que apareció en pantalla para ver que Bastian significaba respetado y venerado. No comprendía en que sentido era opuesto a "regalo de Dios".

—¿Pero qué...? —comencé a formular mi pregunta pero el me interrumpió con rapidez.

Bastian estaba demostrando tranquilidad pero por la prisa con la que me interrumpía podía perfectamente apostar que tocar un tema tan delicado lo tenía muy inquieto.

OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora