➤Capítulo 28.

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Es tarde, pero las luces de la casa están apagadas y no hay rastro del coche del padre de Zayn, ellos siguen sosteniendo sus manos mientras el chico abre la puerta y se adentran, no hay ruido pero si el olor de algo quemado, ninguno se preocupa sin embargo, el moreno solo arrastra al más bajo hasta su habitación, subiendo las escaleras cuidadosamente, siempre teniendo cuidado, aún si su padre no se encuentra, él está acostumbrado a ser sigiloso, a pisar suavemente, a no hablar a menos que se lo pida, no moverse bruscamente, no respirar muy fuertemente, no gritar, siempre murmurar, su padre odia el ruido, lo odia excepto cuando lo está golpeando.

"¿Cómo van las cosas con tú padre?" Liam pregunta una vez están dentro de la habitación, en penumbras, solos sus sombras, cuerpos pegados, sintiendo el calor que desprenden sus ropas aun si hace frío afuera.

"Normales" El chico se encoje de hombros, susurrando, llevando sus manos hasta que tocan las mejillas de Liam, mejillas frías, manos frías pero de igual manera, todo se siente relativamente caliente.

"¿Te ha lastimado?" El castaño insistente en saber, su cuerpo estremeciéndose cuando siente los labios del chico recorriendo su cuello, se siente arder, pero solo inclina más su cuello para que Zayn siga besándoselo.

"No... ya no importa" Pero sí importa, sin embargo Liam está cayendo bajo los encantos del moreno, la forma en que sus manos comienzan a buscar más piel, como el contraste lo hace temblar, manos frías y piel caliente y Liam gime, echando su cabeza hacia atrás de forma suave, sintiendo como lo está despojando de la camisa, sutilmente, besos en sus mejillas, parpados, y luego lo está besando profundo, fuerte, dientes chocando, todo tan necesitado.

"Za-Zayn..." Logra decir entre jadeos, pensando vagamente que deberían detenerse, que deberían hacerlo mientras pueden, pero todo es tan magnifico que Liam no tiene la fuerza de decírselo, solo se deja hacer, deja que le quite los pantalones y deja que lo bese por donde quiera, su pecho, sus pezones, su estómago, hasta que sus labios llegan al elástico de sus apretados boxers y luego está levantando las caderas, solo porque quiere sentir más.

"Shhh... silencio" Zayn susurra entre la oscuridad, sus manos tomándolo de las caderas para inmovilizarlo, entonces lame por sobre la tela, justo donde el pene de Liam está creciendo y gime fuertemente sin evitarlo.

"S-Sí..."

Zayn ríe sobre su suave piel, besando con ligereza todo lo que puede y luego chupando después, y Liam no puede dejar de pensar en lo bien que se siente, en como su vientre parece arder, como su alma está hirviendo, todo él en llamas.

Entonces el moreno sube hasta que sus labios otra vez se están rosando, y aunque no hay ni un pequeño rayo de luz, podrían jurar que sus ojos están brillando, brillando de puro amor. "Te amo" Él dice; y sí, es correcto, todo se siente correcto.

Liam no puede con más, toda la felicidad está desbordándose de cada uno de sus poros y se siente fantástico.

"Yo también t-"

La puerta se abre de improvisto, la luz se enciende y luego todo se vuelve rojo, o al menos de esa manera lo reconoce Liam, reconoce de inmediato los ojos en llamas que los miran perplejos, Zayn sigue sobre él, una especie de escudo que no permite que su padre vea más allá, el chico está temblando, el castaño puede sentirlo, como toda su piel está erizada, como está apretando su boca en una firme línea.

"Zayn" El padre del chico parece jadear, obviamente está más que sorprendido. Liam solo puede pensar que tal vez estaban tan absortos en sus instintos que no se dieron cuenta cuando el hombre llegó. "¡Jodida mierda eres un marica!" Y Liam sabe porque todo se volvió de ese color, porque es el color de la sangre.

Habit | ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora