M. Byron [The Teacher] - ¡Disponible en físico!

24. Cambio de planes

—Jeremy... —dijo Byron en un hilo de voz.

El rubio se encontraba en el umbral de la puerta, pasmado ante la escena del profesor acorralando a un estudiante contra el escritorio. Ethan no tardó en empujar suavemente a Byron para deshacerse de su agarre, mirando igual de sorprendido y asustado al profesor Wild. Se incorporó debidamente sin decir una palabra, pero el de cabello azabache habló inmediatamente.

—Déjame explicarte...

—¿Explicar...? —respondió como si le faltase el aire, sin dejar de mirar a Ethan—. ¿Qué...? ¿Qué se supone que...? ¿Qué demonios? —alzó la voz con cada pregunta, saliendo lentamente de aquel estado de shock.

—Ethan, ¿te importaría dejarnos solos? —pidió el profesor con un gesto preocupado hacia el chico, pero no tuvo tiempo de responder.

—No, no lo hagas —advirtió Jeremy—. No tengo nada que hacer aquí.

—¡No te atrevas a irte! —amenazó Byron, acercándose hacia él, pero sin perder de vista a Ethan.

—No quiero interrumpir, ya vi suficiente —expuso dándose la vuelta—. Termina lo que quieras, yo me largo.

—¡Jeremy...!

—No necesito explicaciones.

—¡Pero yo necesito que las escuches!

—¿¡Por qué no solo te callas y terminas de-...!?

—¡Ya basta! —los cortó Ethan alzando la voz, sorprendiéndolos a ambos, y un poco más a Jeremy—. Byron, ya es suficiente con los problemas que tenemos, no necesitas uno más con el profesor Wild... podemos hablar después —le dijo enojado y preocupado, mirando casi en una disculpa al rubio—. Me iré, pero usted debe quedarse... por favor.

El rubio no le respondió, simplemente se hizo a un lado para dejarlo pasar, con la mirada clavada en los ojos de Byron y la mandíbula tan tensa que su expresión irradiaba desprecio.

Y cuando la puerta se cerró a sus espaldas, prácticamente explotó.

—¿¡Cómo te atreviste a ocultarme algo como esto!? —escupió con rabia.

—¡No era el momento para decírtelo...! —trató de responder con calma, pero la mirada de Jeremy lo ponía inquieto.

—¿Y cuándo iba a ser el momento? ¿Cuándo, en vez de encontrarlos aquí, lo encontrase a él en tu cama? —dijo pasándose una mano por los rizos en una señal de frustración— ¡Ni siquiera sé quién es!

—No, no es así... —dijo acercándose, con Jeremy retrocediendo a cada paso que daba—. Pero no quería decírtelo ahora, no cuando... no en estas fechas.

Jeremy lo miró sin comprender, enojado y decepcionado. Hasta que pareció pensarlo unos instantes y alzó la mirada con desconsuelo.

—¿Me lo ocultaste... porque no sabías si podía manejarlo por lo sucedido con Vicent...? —musitó—. ¿Por qué...?

—Tenía miedo...

—¿De qué, Byron...? —murmuró antes de alzar la voz— ¿¡De qué!? —negó con la cabeza sin dejar de mirar a su amigo. Seguía sensible y el azabache lo sabía, es por ello que las lágrimas le salían tan fácil como ahora— ¿Creíste que te lo iba a impedir...? ¿Que me enojaría? —se rió por la ironía. Una risa lamentable—. ¿Creíste que iba a recordarte lo que le pasó a Vicent? Eso ya lo sabes, solo... no tenías que ocultarlo así.

—No quería... —trató de aclarar el de cabello azabache, pero no podía encontrar las palabras adecuadas para hacerlo— No quería lastimarte, quería decírtelo todo, pero al mismo tiempo temía por la forma en la que reaccionarías... al saber que nuestro caso es el mismo.