Promesa

349 25 7
                                    

.

Me quedé un rato largo acostada en la camilla del hospital hasta que el sueño me ganó y no pude evitar dormirme. Estaba extremadamente cansada.

- Mi Aby, te extraño... Nunca creas que voy a olvidarte. Desde el momento en que te conocí hasta el día en que muera te voy a amar mas que a nada en este mundo. Este es un mundo cruel y lleno de odio, pero también es realmente hermoso porque tu estas en el.

Al despertar noté que la almohada estaba húmeda y mis ojos mojados. No recordaba muy bien lo que soñé pero sabia que ese dolor tan peculiar en mi corazón solo podía causarlo él.

Me senté en la camilla y vi como Martín se había dormido en una silla al lado mio. Lo quiero tanto. ¿Porqué las cosas resultaron así?

Me levanté y tapé a Martín que seguía dormido. Salí de la habitación y fui a ver a mi pequeña Gisela. Al llegar me sentía triste pero también aliviada de que la había encontrado... y con vida.

Mi ropa estaba algo húmeda por el mar y me comenzó a dar mucho frío. Volví a la habitación donde estaba Martín y para mi sorpresa me encontré con alguien mas.

- ¿Cómo que no sabes donde está? ¡Se suponía que la estabas cuidando!

- ¡No te metas! Además..- dijo Martín pero lo interrumpí.

- Esteban, ¿Qué haces aquí?

- ¡Aby! ¿Estás bien? ¿Como vas a desaparecer así y en medio de la noche? ¡Nos preocupaste a todos! - dijo Esteban y me abrazó.

- Lo siento, no quise preocupar a nadie... Es que Gisela desapareció y fui a buscarla. Estaba tan cegada por la desesperación que no pedí ayuda y me fui directo al bosque... - le expliqué a Esteban.

- Aby, Necesito que me digas donde están tus cosas. A partir de ahora vas a vivir conmigo. Veo que si yo no estoy nadie sabe cuidarte. - dijo Martín mirando muy mal a Esteban.

- Ella se viene a mi casa. Es el único lugar donde puede estar a salvo. O ya te olvidaste que estando a tu cuidado la secuestraron y casi la matan.
Y todo por una desquiciada que se obsesionó contigo - dijo Esteban levantando la vos.

- ¡Bueno basta! No decidan sobre mi vida como si fuera una niña. Tengo edad para decidir en que lugar vivo, ¿ok? - les dije a los dos. En ese momento recordé que no le explique nada a Leo y quizá estaba preocupado. No, él no se preocuparía por una "pobre" como yo. Pero tengo la necesidad de saber sobre él.

- Esteban... Leo... Emm... Podrías avisarle lo que pasó. Quizá está enojado porque no le dije donde estaba o... - le dije a Esteban con la esperanza de que me diga que Leo no estaba molesto conmigo.

MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADESWhere stories live. Discover now