Triste pasado - Parte uno

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Martín estaba muy nervioso y yo quería saber que era lo que le molestaba tanto.

- Yo siempre ...

- ¡Aby! - me llamó Esteban.

- ¿Qué pasa?

- ¡Es Gisela! Se encerró en el baño y no quiere salir.

Fui corriendo y convencí a Gisela de que me abrá la puerta. Ella lloraba y tenia miedo por su hermana. La abracé y la consolé. Ella era una niña. No tenia una hermana menor, pero creo que así se debe sentir. Quería cuidarla, no quería que nadie le haga nada malo. Era casi un instinto maternal.

Esteban habló con Martín y le dijo que no era seguro volver al hotel. Teresa conocía muy bien ese lugar y podía aparecer en cualquier momento. Lo mejor era que nos quedemos en su casa y que él no tenia problema con eso. Martín enojado se negó y dijo que él podía cuidarme bien.

- Martín, me da mucha vergüenza  pero ahora no se trata solo de mi, se trata de Gisela. No quiero que ella corra peligro. Lo mejor va a ser que nos quedemos.

- Aby, ni siquiera lo conoces y ¿Quieres quedarte en su casa?- dijo Martín.

Esteban no podía quedarse callado y dijo - ¡No soy un extraño! Soy el que le salvo la vida cuando tu no estabas para cuidarla!

Martín quiso acercarse a Esteban pero lo agarré lo más fuerte que pude del brazo. - Martín perdoname, pero él tiene razón. Hasta que no encierren a Teresa no podemos volver al hotel. -  Le agarre la cara con mis manos y lo miré a los ojos - Te pido por favor que seas razonable, por esta vez, por mi. - Martín sacó mis manos de su cara y me abrazo muy fuerte.

- Está bien, enana.- dijo para despues besar mi frente.

*****

Martín se quedó en la casa con nosotras.
Era de noche y yo no podía dormir, seguía algo tensa por la situación. Decidí ir a tomar un vaso con agua para calmarme un poco. Salí de la habitación para dirigirme a la cocina, no sin antes pasar por la de Gisela y taparla bien, ya que dormida tiró sus frazadas.

Caminé y baje las escaleras. La casa era enorme, sentía que podía perderme. Encontré a una señora que trabajaba ahí y ella me guió hasta la cocina.

Tome un vaso con agua y me senté en una silla. Pensé en todas las cosas que me pasaron desde que llegué. Todo era extraño, habían cosas que todavía no sabía y que tenia que averiguar. Pero ahora tenia que tener mas cuidado. Como le dije a Martín ya no solo tenia que cuidarme a mi misma sino que asumí la responsabilidad de cuidar a Gisela.

Ya había pasado un tiempo y esos ojos no salían de mi cabeza. ¿Que me esconde ese hermoso mar? Hay tantas cosas que no se...

- Veo que no soy el único que no puede dormir - Esteban entró a la cocina y se sentó conmigo.- ¿Puedo saber en que piensas con esa cara de... Enamorada? ¿Tan impresionada te dejé hoy al rescatarte? - él empezó a reírse y yo también. Era una persona agradable, espero no equivocarme con él como me equivoque con Teresa.

- En estos momentos de mi vida lo que menos puedo pensar es en enamorarme. Hay tantas cosas que tengo que resolver...tengo que saber quien es él.

MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADESWhere stories live. Discover now