Triste pasado - Parte dos

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- ¿Qué fue lo que viste? - pregunté.

- Aby.. Creo que estas en la misma situación que yo en aquel entonces. Esa parte voy a omitirla... Tienes que descubrirlo con tus propios ojos. Tienes el mismo sentimiento que yo.

- ¿Intriga?

- No Aby. Una vez que miras esos ojos y no eres capaz de dejar de hacerlo es inevitable, te enamor...

- ¡No! Eso no va a pasarme. Además... Yo... Como podría enamorarme solo por no poder dejar de mirar sus ojos...

- ¿Acaso no entiendes? Una vez que eso pasa es como si te hipnotizaran. Normalmente no son así. Creo que tu caso y el mio son casos muy únicos. Los demás no tienen tanta suerte.
Hay miles de ellos y te diría que un 90% de ellos son totalmente salvajes, violentos y sádicos. Creeme, lo he visto. Ella era única y creía que yo era único, por eso me eligió.

- ¿Eligió?

- Dicen que si te permiten que los mires a los ojos es porque vieron algo especial en ti. Una vez que te eligen siempre vas a ser único y "especial" para ellos. Pase el tiempo que pase, ellos no olvidan. Son seres extraños, pero tienen sentimientos como nosotros.

- Pero, ¿Qué son?, ya me canse de este misterio.

- Él te lo va a mostrar a su tiempo. Sé por lo que pasas. Yo lo viví. Pero tu al menos tienes la oportunidad de volver a verlo.

- ¿De qué hablas?

- A pesar de lo que vi cuando la saqué del agua mi amor era el mismo. El problema fue que nos vio un hombre. Un estúpido hombre que solo quería matarla, pero no lo logró porque la llevé a otro lugar. Una laguna cerca de esta casa. Me peleé con mi padre para poder quedarme en la isla a vivir, pero él no se quedó de brazos cruzados. Yo seguía yendo a verla todos los días. Nunca me dijo su nombre, creo que no tenia uno. Con el tiempo y cuanto mas estaba fuera del agua se volvía cada ves mas humana y se ponía cada día mas hermosa. Y ahora puedo decirtelo. Tu rostro me hace acordar tanto a ella.

- ¿Porqué?

- El parecido es impresionante. No me explico porqué. - Él suspiró y siguió - Un día mi padre decidió seguirme. No pudo elegir un peor día. Cuando llegué ella estaba esperándome y me acerqué, ya no podía aguantar mas. La besé y ella correspondió mi beso, pero mi Padre llegó y me grito que me aleje de "esa cosa". Ella se asustó cuando él sacó un arma y se escondió en el agua. Discutimos y él me obligó a ir a mi casa. No tuve mas remedio que hacerlo, temía que si no obedecía la lastime a ella. Cuando llegamos a mi casa él estaba muy enojado y preocupado. Me dijo que esta vez no iba a decir nada. Pero no por protegerla a ella sino por protegerme a mi. Si la gente de la isla se enteraba que yo era, como ellos lo llamaban, "cómplice de las bestias" iba a recibir el mismo castigo que ellos.

- ¿Castigo? - no podía creer lo que escuchaba.

- Asi es Aby. Aunque la criatura que yo amaba no era mala, la mayoría de su especie si lo son. Son horriblemente sádicos. Mataron a muchísimas personas en esta isla y la gente los odia. Pero como están eternamente en duelo no quieren que nadie hable de lo que pasa en la isla. Y que los turistas como tú no sepan lo que pasa. También escuché rumores sobre experimentos y gobiernos que ya saben al respecto, pero supongo que son teorías conspirativas. Aquí el mar no es el único peligro. Esta isla también. Las personas de aquí no son muy diferentes de las criaturas del mar. - Lo que me decía me impresionaba - Yo quería verla, pero me vigilaban las 24 horas del día. Se me hacía imposible estar solo.

MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora