Descubriendo la verdad - Parte dos

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Mi corazón empezó a latir muy fuerte. Me quedé quieta y observe con los ojos muy abiertos.

El agua dejó de moverse y sin siquiera pensarlo me acerqué. Me arrodillé e incliné un poco para poder ver algo. Siento... Siento que esto ya lo viví antes. - Estoy segura que... - Dije en voz baja y del agua empezó a asomarse la cabeza de alguien. Me aparté un poco y algo salto del agua cayendo arriba mio. No pude ni abrir los ojos del susto y comencé a gritar muy, muy fuerte, tan fuerte que parecía que Martín me hubiera escuchado desde el hotel. Intenté sacar lo que se tiró arriba mio pero no pude. Me tenia agarrada de los brazos muy fuerte y de repente sentí como algo tocaba mi frente. Muy despacio fue soltandome los brazos y puso sus... Manos, Podría decirse, en mi cara. El miedo que sentía fue desapareciendo y no me di cuanta en que momento dejé de gritar.

Abrí los ojos lentamente pero algo me agarró del pie y me arrastró al agua. Alumbre mi pie con la linterna y por lo poco que pude ver, una "chica" me llevaba al fondo del mar y empezaron a agarrarme de todos lados, eran muchas. Me empecé a desesperar, no podía respirar ni ver nada porque me hicieron tirar la linterna.

Cuando ya perdí las fuerzas de luchar y no aguantaba mas la falta de aire me di por vencida y dejé que me lleven. En ese momento me tomaron del brazo y me empezaron a subir hasta la superficie. Cuando salí del agua no podía ver nada, todo estaba bastante oscuro. Esas chicas seguían tirando de mi pierna pero esa persona me tomó muy fuerte de la cintura y me jaló con tal fuerza que hizo que las chicas me soltaran. Esta vez yo quedé arriba suyo.

- A...Ab...

Podía notar que era la voz de un chico. ¿Quería decir mi nombre?
De repente me abrazo. Yo, sin saber porque, hice lo mismo. Su piel estaba muy fría y mojada.

- A...Aby... Aby.

Dijo con una voz muy dulce y serena.

- ¿Quién eres? - dije muy intrigada, pero no contestó.

Me aparte de él y quise verlo para saber de quien se trataba pero solo con mirar sus ojos lo supe.

Era... Esa criatura que vi cuando entré a esta cueva con Julián. Sus ojos eran algo hipnótico. No podía hablar, no podía moverme, solo podía mirarlo a los ojos. Esos ojos que me hacían poner muy triste y feliz al mismo tiempo. No entendía porque.

Siento que lo he visto antes, estoy segura. Pero no la vez que entre a la cueva... Antes.

Cuando quise recordar mi cabeza empezó a dolerme muchísimo. El dolor era insoportable. Cuando por fin, después de unos minutos, el dolor empezó a irse abrí los ojos pero estaba sola.

No puede ser. ¿Acaso lo imagine?

No me quedó otra que volver al hotel.
Estaba muy mareada y a mitad del bosque caí y el dolor volvió con mas intensidad hasta que me desmayé.

****

Narrado por Martín:

Pasamos muchos momentos inolvidables con Aby después de volver de la isla aquella vez. Nos hicimos mas amigos que antes y éramos inseparables. Al ser ella tan linda, todos sus otros "amigos" la miraban con otros ojos y ella no lo notaba. Siempre la mantuve lo mas alejada que pude de ellos. Ella siempre hacia bromas sobre lo que decía la gente de nosotros, que eramos mas que amigos. Por esa razón nunca le dije lo mucho que me gustaba. Tenia miedo a su rechazo y que no vuelva a hablarme. Temía que nada sea como antes y no volvamos a estar juntos como lo estábamos siempre.

Todos los años que pasaron desde que volvimos de la isla fueron los mejores, por que pude estar siempre con Aby. Después de todo, solo con eso yo era feliz. Sabia que en algún momento podía recordar todo pero eso no me preocupó tanto hasta el día en que su abuela murió.

Yo iba todos los años "de vacaciones". Eso era lo que Aby creía. En realidad volvía a la isla cada año para matar a esas bestias. Con ayuda de julio pude aprender muchas cosas, formas de defenderme de ellos y también de matarlos. Pero cuando llegaba el día en que tenía que irme de la isla me iba muy frustrado por no haber encontrado al maldito engendro y matarlo con mis propias manos por lo que le hizo a Aby.

El día que su abuela murió fue el día que cambió nuestras vidas y que lo arruinó todo para mi. Yo le prometí a julio volver cada año para ayudarlo a exterminar a esas cosas pero... ¿Como podía dejar a Aby así? Ella estaba destrozada. No comía, no dormía y si lo hacia solo tenia pesadillas. No quería salir a ningún lado y lloraba mucho. Así que decidí postergar mi viaje.

Cuando llego el momento de irme estaba listo para despedirme de Aby. Fui a su casa como lo hacia todos los días y me senté con ella para explicarle que tenia que irme.

Aby tenia la cabeza agachada y su cabello cubría su rostro.

- Aby... Tengo que decirte algo. - Noté que no quería mirarme - ¿Me podrías mirar? Es importante enana.

Ella corrió la cabeza en mi dirección y yo con mi mano corrí su cabello para poder ver su rostro y deje mi mano ahí, en su mejilla.

Miré aquellos ojos verdes, algo rojizos de tanto llorar, pero tan hermosos y tentadores a la vez. Su mirada era fría y extraña, de una chica perdida completamente sola y que necesitaba de mi ayuda para salir adelante. No pude decirle que me iba, que iba a dejarla sola.

Decidí que la iba a llevar conmigo, en ese momento me pareció la mejor decisión. Ahora pienso todo lo contrario, jamas debí traerla.

Le propuse venir y le insistí mucho, ella no quería pero termino aceptando. A pesar de que fue una mala decisión me permitió no separarme de ella. La verdad es que cada año que volvía a la isla me costaba mucho despedirme de ella, tenia miedo que en mi ausencia ella conozca a alguien. A veces pienso que todo el tiempo que pase con ella y las ganas de vengarme de ese engendro, que no solo la lastimo sino que la quiso apartar de mi, me volvió un poco posesivo con ella. No puedo permitir que ese monstruo la aleje de mi lado, ¡Ella es mía!

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MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADESWhere stories live. Discover now