『019.』

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Último capítulo.

Al día siguiente del nacimiento de Dahyun, Sun Hee fue dada de alta por orden del médico. Mas allá de que ella y Sehun contaban con su propia casa, Sun Hee prefirió pasar los primeros días de vida del pequeño en la casa de sus padres, ya que el año escolar no había acabado.

Las cosas no eran fáciles, tener un bebé puedo ser una sensación hermosa, pero requería dedicación, esfuerzo, sacrificio y sobre todo tiempo.

Faltando semanas de clases para que empezara el verano, y con el las vacaciones. La vida de cada estudiante de fin de curso cambiaría. Muchos de ellos se mudarían, se alejarían de sus familias y empezarían una vida de universidad y responsabilidad. Los últimos exámenes para Sun Hee habían sido muy difíciles. Muchas veces quería solo quedarse con Dahyun en brazos o darle el pecho, observarlo todo el día dormir. Pero sabía que su deber era terminar la preparatoria, no solo por ella, sino por el futuro de lo que ella llamaba ya su "familia".

Baekhyun asistía a casa de ella todo los días. A veces se llevaba a el bebé a pasear, otras solo jugaban con él en la cama de su amiga mientras ella estudiaba en su escritorio. Los padres de Sun Hee se encargaban de cuidar al pequeño en la mañana, había veces que la chica regresaba y se encontraba con que la madre de Baekhyun se había llevado a Dahyun o que Sunny que había salido antes de su colegio para cuidar a su sobrino, así como las cantidades de veces que alguno de sus mejores amigos también venían a cuidar a Dahyun.

Luego de dos semanas de arduos exámenes, el gran día había llegado para todos; la graduación.

Todos los alumnos lucían sus togas, color azul con detalles en dorado para recibir su título de finalización de ciclo. Era un día muy emotivo, finalizaban una etapa de la vida que nunca más vivirían y que no olvidaría, cada uno seguiría su destino y conocería nueva gente, pero sabían que nunca se iban a romper los lazos que había hecho a los largos de todos esos años. Para cada uno de este grupo de amigos, este año había sido movilizador, como si cada uno habría llevado y sufrido cada cambio que tuvo Sun Hee. Habían madurado y crecido. Siempre juntos.

Y ahí estaban todos sentados, mientras Chanyeol, elegido por sus compañeros, despedía a cada egresado 2011.

—No se olviden que esta vida siempre nos va a sorprender, asustar o querer acobardarlos, pero tomen sus miedos como algo que tengan que superar cada día, nada es demasiado bueno o malo, y casi todo en la vida tiene solución. Tal vez sea algo que ocasione mucho dolor de cabeza al principio y meses después sea el hecho más bello de su vida —mira al frente y localiza a Sun Hee con Dahyun en brazos—, cada uno de ustedes pueden ser lo que se propongan. Arriésguense, juéguense por lo que quieren, sigan sus sueños, sean médicos, abogados, jardineros, estrellas de rock —todos se rieron ante su emoción—, siendo madres o padres pero siempre, siempre, sigan a su corazón. ¡Adelante promoción 2011! ¡Que el mundo abra paso porque somos grandes! —finalizo un emocionado Chanyeol, mientras cada uno de sus compañeros se ponían de pie y aplaudían.

—Gracias alumno Park, por un maravilloso discurso —dijo el director para continuar con el acto—. Así daremos por iniciación a la entrega de diplomas.

Por orden alfabético, fue subiendo cada uno de los alumnos para recibir su diploma y ser felicitado por sus logros. El turno de Sun Hee y Baekhyun se acercaba, ya que sus apellidos eran seguidos en la lista y cuando fueron nombrados se llevaron una gran sorpresa.

—Adelante egresados Baekhyun y Sun Hee, los invitamos a subir junto a su pequeño Byun Dahyun que estamos seguros que tendrá un gran futuro como el de sus padres.

Sun Hee acomodo a su bebé en sus brazos y avanzo junto con Baekhuyun. Cada uno de sus amigos y compañeros se pusieron de pie para aplaudirlos. En el escenario cada uno recibió su diploma y al pequeño Dahyun le pusieron un gorro de egresados. Desde el escenario, Sun Hee observo a su familia. Su mamá que lloraba más que cuando ella tomo su primera comunión, su padre que se hacia el duro con una sonrisa amplia, a Taeyeon con lágrimas cayendo sobre sus mejillas y sin perder ese brillo en sus ojos por Baekhyun, sus amigos igualmente llorones. Y ahí entre medio de ellos, el amor de su vida, que la miraba fijamente sabiendo que ella entendería todo lo que quería decir con su mirada. Entre parpadeos y con lágrimas que luchaban por salir, le susurro un "te amo" seguido de tirarle un beso al aire, y Sehun tomo ese beso y apoyo su mano en el corazón susurrándole un yo también. No había nadie en ese lugar que sintiera más amor por una persona, o dos quizás, que Oh Sehun.

Luego de la ceremonia de entrega de diplomas y de los festejos, cada uno se fue a su casa, y por decir su casa, Sehun y Sun Hee por primera vez iban a su casa y con ellos el pequeño Dahyun. Habían decidido pasar la noche juntos después de semanas sin tanto tiempo para los dos. Mientras los chicos seguían su festejo nocturno, Baekhyun y Taeyeon buscarían al pequeño a la mañana siguiente para pasar unos días con el, así que tendrían el fin de semana para ellos solos.

Sun Hee miraba como Sehun mecía en sus brazos a su bebé mientras este se reía mirando a su papá. La conexión que había entre ellos dos era inexplicable e intensa. Dahyun podría estar inquieto, molesto o llorando, y con el solo hecho de escuchar la voz de Sehun se quedaba hipnotizado con ella. Se relajaba inmediatamente, hasta quedar dormido en sus abrazos pero siempre apretando con su manito algún dedo de Sehun.

Luego de unos minutos, Sehun coloco a Dahyun en su cuna, lo arropo y beso su frente. Procuró que todo estuviera bien y luego activo los intercomunicados llevándose uno.

—Duerme mi angelito —le dijo en un susurro antes de salir de la habitación.

—¿Cómo lo haces? —lo miró mientras se hacía un rodete— A veces paso horas queriendo hacerlo dormir y tú solo lo miras y se duerme —le reprocho ella confusa.

—Es conexión entre padre e hijo —Sehun se apoyó contra el respaldo de la puerta que dividía el living de la cocina, y suspiro. Ella solo podía pensar en lo sexy que se veía de esa forma.

—¿Tienes sueño?

Sun Hee se acerco colocando su cabeza en el pecho de su novio y el acariciaba su cabello.

—Sí, pero no lo suficiente —soltó en un tono de insinuación, ella lo miro divertida mientras pasaba sus manos por los bolsillos traseros de Sehun.

—En que está pensando señor Oh —levanto un ceja divertida, metiendo sus manos debajo de su camiseta.

—Ya sabes... es nuestra primera noche en nuestra casa —arrastraba las palabras divertido mientras Sun Hee lo hacía retroceder lentamente— y hace semanas que no estamos solos —seguían caminando para atrás— y resumiendo es la primera vez que estamos sin una gran panza de por medio —ambos rieron, ella cayo su risa con un beso quitándole la remera a él.

—Esta bien, solo trata de no hagamos demasiado ruido, él bebe duerme — susurro ella divertida, mientras se escapaba de sus brazos y se tiraba en la cama.

—Traje el comunicador por las dudas —sonrió victorioso, se subió a la cama y gateo hacia dónde se encontraba su amada.

—¡Dios! —exclamo el mientras le sacaba la remera a su novia y admiraba su cuerpo, que estaba igual que nueve meses atrás— Eres la mujer más hermosa del mundo —dijo besando su vientre, mientras la recostaba de apoco en su cama matrimonial, perdiéndose en el deseo de su propio amor.

Después de tantas peleas, lágrimas y separaciones que puso en la vida de cada uno de ellos, como una meta más por superar, lograron salir adelante y conseguir aquella tranquilidad y felicidad que tanto anhelaban.

Esa piedra que aparece inesperadamente en el camino pero que solos debemos aprender a sobrepasarla para continuar caminando aquel sendero que era la vida. Y ellos lo consiguieron, pero no solos, juntos supieron sobrepasarla. Sin dejar a nadie en el camino y avanzar como siempre, unidos y siendo uno.















Fin.

❝SAME MISTAKES❞ ;; o. sehunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora