❝SAME MISTAKES❞ ;; o. sehun

『008.』

❖ Tercer mes de embarazo.

Sun Hee se miraba repetidas veces en el espejo antes de salir de su casa, el jean que se había comprado hace cuatro meses atrás ya no le quedaba, de a poco su pancita fue creciendo, sólo lo notaban los que la miraban o tocaban.

Se puso una remera suelta que le había regalado Jessica, su mejor amiga de la infancia y ahora novia de Chen. Ella iba a otro colegio, pero siempre la veía y desde que se enteró que iba a ser tía, se pasaban con Chen por su casa siempre. La mamá de Sun Hee amaba a Jessica, así que siempre la dejaba salir con ella y fue con ella con quien compro la primera ropita para su bebé.

Las cosas habían cambiado mucho en estos tres meses, Sun Hee había dejado de lado el dolor que le causaba Sehun y decidió hacer lo mismo que él, ignorarlo. Aunque muy en lo profundo de su corazón todo dolía. Pero se habían dado una oportunidad. Baekhyun y ella empezaron a tratar de verse como algo más que amigos, tal vez en algún punto, en algún momento se pudieran querer y ser los padres perfectos.

Chen no estaba de acuerdo con esto, menos cuando los vio a los besos en el pasillo del instituto. Él sabía que nada bueno saldría de esto, sabía muy bien a quien quería su amiga y que por más que amaran a su bebé, nada más la iba unir a Baekhyun que el amor por su hijo.

Los besos entre Baek y Sun se hicieron eco en el Instituto, verlos de la mano por todos lados, a veces riendo y otras con las manos de Baekhyun en el vientre de ella, sin miedo a nada, dejaron a luz la noticia de que iban a ser padres. Se convirtió en la pareja celebre del lugar y eran la ternura en persona.

—¿Qué ganas fingiendo todo esto? —un Jongdae enojado reclamaba a Sun Hee mientras sacaba las cosas del casillero.

—Es el padre de mi hijo —lo miró enojada.

—Pero no lo amas, en el fondo sabes que lo haces solo para mostrarle a Sehun que no te importa.

—Mi vida no gira entorno a Sehun, tengo prioridades y voy hacer todo para que este bebé tenga una familia —dio media vuelta y dejo a Chen parado solo.

Ella caminaba enojada directo a la biblioteca después de discutir con Chen. Iba tan concentrada en sus pensamientos y de pronto levantó la vista para encontrarse con algo que no quería ver.

Ese era Sehun y estaba besando a una chica muy tranquilo contra la pared de su casillero. La besaba suave, con una de sus manos en la cintura de ella y la otra apoyada en el casillero. Los libros de Sun Hee se cayeron, haciendo un gran estruendo y provocando que estos dos se separaran. Los ojos de Sehun se clavaron en en la chica y ella simplemente salió corriendo, dejando todo ahí.

—¿Y esta puta que le pasa? —dijo Hyuna mientras volvía a tratar de besar a Sehun.

—¡No la llames así! ¡¿Escuchaste?! —le dijo Sehun mirándola fríamente, en un tono acechante y ella lo miro sin entender. Sehun se separó de ella y recogió las cosas de Sun Hee

La joven madre corrió al árbol, su único lugar tranquilo. El único lugar testigo de sus llantos cuando algo la sobrepasaba. ¿Por qué lloraba tanto si ella estaba con Baekhyun? ¿Por qué le importaba tanto? Si ella misma andaba por los pasillos comiéndole la boca a Baekhyun.

Chen tiene razón, se dijo así misma.

Se quedó un rato solo arrancando pasto son su mano, se levantó, y camino de vuelta a los pasillos.

—Esto es tuyo —una voz la sorprendió, se dio vuelta, era la primera vez en tres meses que le dirigía la palabra.

Tembló.

—Gracias, no tenías porque —extendió las manos para tomar sus libros y dándose vuelta rápido para irse.

—Sun Hee —esa voz de nuevo.

—¿Sí? —dijo ella ocultando el dolor que le provocaba oír su nombre en sus labios, con su voz tan perfecta como siempre.

—Me alegro que Baekhyun y tu estén bien, van a ser buenos padres —dijo él nervioso mientras pasaba una de sus manos por su nuca.

—Gracias Sehun, te deseo lo mejor con Hyuna o a quien tú quieras —ella le regalo una sonrisa y luego se dio vuelta para poder caminar y llorar sin ser vista por él.

Sun Hee no era única lastimada por el recuentro, Sehun no entendía porque ni de donde habían salido las palabras para dirigirse a ella.

Hacía uno días cuando estaba en el patio esperando a que Hyuna saliera, la había visto a las risas con Chanyeol mientras este le hablaba a su panza, se le había formado una sonrisa, por lo menos ahora se la veía feliz.

Nunca había parado de preguntar por ella, todos los días si no era en persona era por teléfono, Tao y Chen lo mantenían al tanto. Se había enterado que se había hecho la primera ecografía y que todo marchaba bien. También sabía que los chicos estaban juntando planta para comprarle la cuna como regalo. Aunque no lo quisiera, sonreía cada vez que le contaban estas cosas.

—Tienes que saber algo —le había dicho Chen dos semanas atrás—, decidieron darse una oportunidad, están juntos —confirmo el noviazgo que tenían los futuros padres.

Ese mismo noche termino alcoholizado, llorando como un bebé en los brazos de Chanyeol, al cual le pidió perdón por sus malos tratos y le rogó entre sollozos no dejar nunca a su Sun Hee sola.

Hyuna. Hyuna era un juguete, alguien que había llegado a su vida, en el momento más miserable. La tenía como una muñeca inflable, se sacaba las ganas y pensó que así se olvidaría de su amada pero solo en el punto de climax unos 20 segundos y ella se hacía presente en su mente de vuelta.

Ahora perdido en su propia cabeza y vuelto a escuchar su voz dirigiéndose a él, se daba cuenta que nada de lo que pudiera hacer lo haría olvidar a Sun Hee.