Sus mirada se tornó borrosa por lágrimas que comenzaban a formarse impidiéndole ver con claridad, acercó su oreja al pecho del chico intentando cerciorarse de que estaba vivo; no confiaba en la palabra de Scott. Un peso de quitó de sus hombros al percatarse del leve pulso de su ángel, sollozó sintiéndose idiota... si tan solo pudiese hacer algo... si tan solo pudiese ayudarlo...

— ¿Ashley? —preguntó Max con voz entrecortada, Ashley levantó la mirada encontrándose a Max con los ojos entreabierto; sus ojos azules la observaba con una mezcla de miedo y asombro—. Dylan, él...

— ¡Chist! —dijo ella interrumpiéndolo—. Lo sé, él nos trajo...— titubeó durante unos instantes antes de decirle, se percató de que no tenía sentido guardar lo que Dylan le había dicho, por lo que añadió—, él es mi hermano.

—Él me lo dijo al engañarme y confesarme todo; Ashley, tu podrías pararlo... —hizo una pausa, se le dificultaba hablar, por lo que hizo un esfuerzo por continuar—, haz algo, sé que puedes curarme o algo aún mejor, puedes detenerlo.

—No puedo —susurró Ashley sin dejarlo continuar—, por alguna razón no puedo recordar nada de lo que he aprendido, es como si tuviera una especie de...

— ¿Bloqueo? —preguntó Max, comenzó a toser de repente, sangre comenzó a salir de su boca.

—No lo sé, es como si me impidieran ver más allá de mis recuerdo sobre las invocaciones y...

—Escucha, no hay tiempo —interrumpió el ángel sintiendo como si algo lo estuviera destruyendo desde adentro, desde su llegada fue golpeado por demonios que incluso, le habían quitado algunas plumas, debilitándolo; la fiebre y el dolor se fueron extendiendo por todo su cuerpo—. Seguramente él te ha puesto una especie de bloqueo en tus recuerdos, rómpelo y podrás acceder a ellos... hazlo, no tenemos tiempo que perder.

—Pero, ¿cómo haré eso? No soy lo bastante fuerte —respondió Ashley derrotada. Estaba cansada de todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, pensaba que tal vez era hora de terminar con todo y morir como Dylan quería.

Darse por vencida era la opción más fácil.

—Ten fuerza... recuerda todo lo que él ha hecho; engañar, traicionar, secuestrar a tu madre y a mí... él es un maldito, merece la muerte —susurró con debilidad, su voz se iba escuchando más baja conforme hablaba, sus ojos comenzaron a cerrarse de nuevo y Ashley tuvo la fuerte necesitad de abrazarlo y no permitir que muriera.

Un silbido la hizo consiente de que Dylan estaba volviendo al interior de la cueva.

—Parece que se ha dado cuenta de lo cabrón que soy en realidad... noto su respiración y el sonido de sus suaves latidos, no creo que muera, el maldito es fuerte —dijo éste, ella no lo miró, no soportaría hacerlo sin saltar en dirección a su cuello; estrangularlo y asesinarlo en ese mismo instante. Pero sabía que ella estaba en desventaja sin sus recuerdos.

Entrecerró los ojos recordando las últimas palabras de su ángel guardián, debía hacer lo que él decía, no quería que si moría hubiese sido en vano.

Se concentró en ella, en nada más. Hizo que el cuerpo que yacía en frente desapareciera, con tan solo pensarlo, delante de ella apareció un tipo de barrera, era enorme y de un material duro, era como si alguien hubiese colocado un muro entre sus pensamientos y su mente. Se esforzó en desmoronarlo, pero se percató que cada vez que se sentía cerca de romperlo de nuevo se reconstruía. Estaba lo suficientemente desesperada como para darse por vencida, esa era su última oportunidad y no quería perderla.

— ¡No podrás! Te crees tan poderosa pero al final de todo, eras sólo una humana y pronto ya no serás nada, cuando absorba tu poder, ni siquiera Laín podrá volver a reencarnar, todo el poder será mío. —La voz de Dylan se escuchaba lejana a ella, pero no le prestaba atención por completo.

"Eres más importante que eso, sólo concéntrate y verás el poder que hay en ti"

Las palabras que alguna una vez Max le dijo resonaron en su cabeza en forma de ánimos, la hizo sentir más fuerte y de una forma extraña, capaz de poder lograrlo.

Con un esfuerzo sobrehumano logró romper la barrera que Dylan le había hecho; todos los recuerdos invadieron su mente en cuestión de segundos dejándola aturdida, abrió los ojos mirando detrás de ella, en el lugar donde se encontraba su hermano observándola con odio.

—Hija de perra —dijo, y de la nada; unas enormes alas grises se extendieron tras de sí.

Voló en dirección a la chica, y cuando se encontró a centímetros de ella la tomó por la cintura, elevándola en el aire.

(...)

Hola :D

Y buenoooo, espero que les haya gustado el capítulo, no olviden votar y comentar si les gustó, ya saben que me encuentran en todas mis redes sociales como AnaBiebs74 y hasta pronto, que está muy cerca el final del primer libro :3

SAVE ME | PAST LIES IWhere stories live. Discover now