ANASTASIA STEELE MI AMIGA, MI AMOR , MI TODO

Parte 2- Capitulo 12

- Ana, Loren no tendría ningún problema de prestar a su marido para hacer sufrir al donante.

Veo entrar a una enfermera a la habitación.

- Disculpen. Srita Steele, el Dr. Bennet viene en un momento a revisarla- ella se acerca y verifica el equipo del monitoreo fetal al que estoy conectada. ¿el Sr. es un pariente?

- No soy un amigo.- Responde Henry inmediatamente poniéndose de pie.

- Disculpe Sr., por políticas de la Clínica solo pueden quedarse familiares con los pacientes, y el horario de visitas ya termino.

- Bueno preciosa, al final tengo que regresar a cambiar pañales, trasnocharme, y rogar porque mi esposa se apiade de mí y regrese pronto, porque está claro que mi hijo solo está tranquilo con su mama.

- Gracias Henry de nuevo saludos al pequeño Gregy.

A los 10 minutos llega el Sr. Bennet según una de las enfermeras en uno de los mejores médicos del país, estoy agradecida por que este atendiendo mi caso, no quiero que le pase nada a mi bebe. Él es un hombre de unos 40 años, muy amable, me hace un examen exhaustivo, revisa todos los exámenes que están en mi carpeta, me hace muchas preguntas, cada vez me preocupo más, porque él no me dice nada de la salud de mi bebe.

- Anastasia, ¿y su acompañante?

- Solo estamos las dos Dr. - le digo haciendo referencia a mi pastelito.

- ¿Y el papa del bebe? - Niego con la cabeza, el entiende que es un tema delicado para mí porque no pregunta nada más.

El sale y luego de 20 minutos entra una enfermera, la cual me quita las cintas de mi barriguita.

- Discúlpeme, ¿el Dr. va a volver?, no me han dicho aun que es lo que tengo, estoy muy preocupada.

- El Dr. está llenando su historia clínica y ya viene a hablar con ustedes. Su esposo también está muy preocupado, pobrecito no ha parado de caminar. No se preocupe está en muy buenas manos el Dr. es uno de los mejores médicos del país, el viajo desde Virginia exclusivamente a valorarla.

- ¡Mi esposo! - Le respondo con voz chillona- Esta aquí- Christian no se ha ido.

- Si Sra. Está en el pasillo de la derecha. Debe ser increíble tener a alguien tan pendiente de usted- Me dice desprevenida terminando de revisar mi suero.

- Si claro- necesito sacar más información. ¿Por qué lo dice?

- Lograr que el Dr. Bennet volara desde su conferencia para que la valore, contratar a personal exclusivo para su atención las 24 horas, tiene reservado un quirófano en el caso que se requiera una cirugía, es un hombre muy... - Se queda callada por un tiempo tratando de encontrar la palabra más adecuada. - Prevenido.

- No. Es un controlador obsesivo. - Le respondo desprevenidamente, sabiendo que mi palabra se ajusta más a la realidad.

En ese momento entra el Dr. a mi habitación, y la verdad Christian pasa a un segundo plano, necesito saber qué pasa con Phoebe.

- Dr. Por favor dígame ¿Qué está mal?

- Anastasia, después de revisar todo su historial médico y de acuerdo a los resultados de los análisis, su cuadro concuerda con un caso de hipertensión arterial debido al embarazo, todos los síntomas que ha presentado están relacionados, la hinchazón de sus pies, los dolores de cabeza y los problemas visuales.

- ¿Mi bebe está bien?

- El monitoreo está bien no revela sufrimiento del feto, los medicamentos que le han aplicado han bajado la tensión sin embargo debemos tenerla bajo estricto control, me temo que estará aquí unos días hasta que verifiquemos que la tensión se haya controlado. Tengo que decirle que estos casos pueden tener complicaciones por lo que ahora su embarazo es de alto riesgo y debe estar en control permanente. ¿Con quién vive Ana?

- Vivo sola Dr.

- Anastasia no le voy a mentir su estado es delicado. Necesita de alguien que esté pendiente de usted a todo momento.

- No se preocupe Dr. yo voy a estar pendiente de las dos.

De nuevo esa voz, la del controlador obsesivo padre de mi hija, el cual está parado en la entrada de la habitación sin chaqueta y sin corbata, con el cabello despeinado, y con su aire de suficiencia y seguridad.

Él se acerca al Dr. y la extiende la mano.

- Christian Grey. Gracias por venir Dr. Bennet, disculpe los inconvenientes, espero él viaja haya sido cómodo.

- Mucho. Gracias, en un vuelo privado donde tú eres el único pasajero, te sientes muy cómodo- Hasta el Dr. uno de los mejores médicos del país según la enfermera está sufriendo el efecto Grey, y no porque su aspecto lo afecte, sino por su papel de rey del universo.

Debo aceptar que hasta yo, la principal víctima de su acoso se siente intimidada por su poder.

- ¿Qué haces aquí?. No quedamos en que ibas a venir mañana. - Le recrimino.

- Y tú no me dijiste que tenías compañía en la noche. ¿Que se hizo tu amigo? No pensaba irme del edificio, pero ahora que tu amigo no está, no te queda más que conformarte conmigo, ya oíste al Dr. no debes estar sola.

Lo miro a él y luego al Dr. sé que esto lo ha planeado Christian, es una encerrona y no tengo salida más que aceptar su compañía.

- Cuál es su plan Dr. para el tratamiento.- Le pregunta Christian ignorándome.

- Como le decía a Anastasia, solo nos queda observarla unos días, si la tensión continua alta debemos madurar los pulmones del bebe y programar una cesárea. Por ahora está respondiendo al tratamiento, la paciente debe descansar, evitar situaciones de estrés, y seguir una dieta especial la que le harán llegar una vez salga de la clínica. Cualquier cosa Sr. Grey tiene mi teléfono, estaré disponible 24 horas.

Claro que lo está, por la cantidad de dinero que me imagino Christian le está pagando, aunque todo sea por la salud de mi bebe.

El Dr. sale y nuevamente nos quedamos solos en la habitación. El me mira fijamente.

- Nena no has comido nada. ¿Quieres que te pida algo? El Dr. dice que puedes comer algo liviano.

Lo miro molesta, pero tiene razón no he comido nada en horas y mi pastelito ya me está exigiendo.

- Un muffin de arándanos y un néctar de pera.

- ¿Arándanos? Creí que no te gustaban los arándanos.

- A mí no me gustan, pero a esta señorita le encantan.

Christian sonríe complacido, y puedo ver los hoyuelos en su rostro.

- Creo que nos vamos a entender muy bien con esta señorita. - Estira su mano y la dirige a mi vientre, cuando está a punto de tocarme me mira a los ojos. - Puedo-

Y no me queda remedio que asentir, quiero seguir viendo esos hoyuelos y creo que a mi hija también le encanta que su papa la consienta por que no para de patear.

Ya se me demore, este fin de semana no puede adelantar nada, llegaron mis abuelos y ya saben hay que consentirlos, pero desde que llegue del trabajo me pude juiciosa a escribir, estoy agotada, pero no queria quedarles mal, un poquito tarde pero con mucho cariño, nos leemos el jueves o viernes eso depende la inspiracion y del tiempo. Se les quiere ahh y comprendanme es la una de la mañana.

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