Yes or No

Chanbaek: Goodbye virginity! [3/3]

La fiesta de los chicos de hockey comenzaría a eso de las diez de la noche.

Baekhyun automáticamente después de aquella calurosa conversación con Jongdae y Chanyeol se resguardó con uno de sus pocos amigos: Junmyeon. Jodidamente él era el compañero de habitación de Chanyeol, sí, pero él no era demasiado tonto por lo que llamó antes para preguntarle al mayor si no había moros en la costa de su compañero de patas largas. Junmyeon le había comentado que no, que Chanyeol le había dicho que estaría fuera todo el día -por la fiesta- así que como él no quería estar solo, fue directo a la habitación de Junmyeon.

Cuando entró eran un poco más de las seis y su compañero estaba en su propia computadora haciendo sus deberes. Hacía mucho tiempo que no entraba a esa habitación, por lo que pudo distinguir uno que otro cambio en ella. No obstante, no le importó demasiado, saludó como de costumbre a Junmyeon y se fue al escritorio conjunto para continuar su reporte.

A eso de las ocho y media Junmyeon había salido de su baño con unos pantalones vaqueros color negro y una camisa marca Gucci de color azul marino. Baekhyun chifló para molestarlo y éste sólo se había reído. Cierto, Baekhyun había olvidado que Junmyeon era uno de los partícipes managers en la mayoría de los deportes por lo que él también asistiría -a fuerzas- a la fiesta. Sin más, a eso de las nueve, Junmyeon le pidió cortésmente que se fuera debido a que él ya tenía que retirarse para ver que todo estuviera perfecto para la fiesta. Baekhyun gimió en desacuerdo, pero terminó haciéndolo de todos modos.

Al salir de la habitación de Junmyeon corrió prácticamente todo el trayecto hacia la suya evitando que el frío lo congelara.

Había decidido no ir a la fiesta. Jodidamente, no. No cuando Chanyeol prácticamente lo tenía en la mira para una venganza. Prefería quedarse en casa con la tranquilidad de que todos los demás alumnos estarían en la fiesta y no lo molestarían por esa noche. Así que cuando eran las diez y media -y sabía que la fiesta ya había empezado- se vistió con su pijama de algodón más caliente que tuviera, se hizo su chocolate caliente y colocó en la TV alguna de las tantas películas -no porno- que Jongdae había comprado, claro, no sin antes colocar las tres cerraduras y el escritorio de Jongdae sobre la puerta.

Sabía que se había quedado dormido con media taza de chocolate caliente sobre la mesita de café cuando llamaron a la puerta. Baekhyun se removió en el sofá dando vueltas una y otra vez. El ruido sonó de nuevo, gruñó ante el hecho de que Jongdae esté intentando entrar. ¿No se suponía que debería estar acostándose con el bibliotecario o algo? Sus ojos se despegaron cegándose por la luz del televisor, parecía que la película ya había acabado hace mucho debido a la pantalla negra con los cortos pausados. Intentó buscar su celular, pero recordó que lo había roto el día de ayer por lo que se sentó en su lugar.

Bostezó poniéndose de pie para mirar el reloj que tenía en la cocina. Las putas tres de la mañana con cuarenta. Los golpes en la puerta resonaron de nuevo y Baekhyun se puso delante de ésta detrás del escritorio. Estaba por quitar ese gran pedazo de madera, sin embargo, las pocas neuronas que tenía se activaron. ¿Y qué si no era Jongdae? Su amigo solía gritar una y otra vez que le abriera cuando estaba ebrio. Se quedó quieto con un mal sabor de boca, volvió a sonar.

-¿Quién es? -preguntó con una voz ronca por apenas haberse levantado.

No hubo respuesta y el bajito se alarmó. Ahora ya no tocaban más la puerta, si no intentaban abrirla. Tragó saliva agradeciendo el hecho de que tuviera puesta las cerraduras más el escritorio. No vaciló mucho cuando se subió al escritorio para ver el agujero de la puerta a la persona quien se encontrara afuera. Su ojo se asomó, pero lo único que pudo ver fue nada.