Love at first sight #Book1

Capítulo 30.

La ira es como el fuego;
no se puede apagar.
Después es demasiado tarde.

Narra Amber.
Yo: No quiero ir a clase -dije montando en la moto de Paul.

Paul: Debemos asistir, es el primer día de clase... Para nosotros. Hace como un mes que han empezado los demás...

Yo: Me da igual -susurré.

Prendió la moto y condujo hacia el instituto. Al llegar bajé del cacharro bajo la atenta mirada de todos. Las vacaciones de verano y un poco más por lo sucedido con Bella terminaron y empezábamos de nuevo las clases, era nuestro último curso.

(Yo haré como que la boda y el nacimiento de Rensemee fué en verano y las clases habían empezado en agosto y ahora era setiembre)

Yo: Si quieres entramos por separado... No me importa si no quieres sentirte incómodo por las miradas.

Paul: Todos los novatos tienen que ver de quién eres -dijo acercándome a él y besando mis labios dulcemente- Vamos.

Caminamos por lo abarrotados pasillos del instituto de la reserva. Tenía una extraña sensación en mi interior. Cada vez crecía más hasta que se convirtió en miedo. Entre la multitud logré divisar una melena azabache, unos ojos verdes y una blanca sonrisa. Temblé y desvié la mirada. Me acerqué a una taquilla y me apoyé tratando de recuperar la cordura. Ese chico, me resultaba familiar.

Paul: Nena, ¿estás bien? -preguntó juntando nuestras frentes.

Yo: Si... sólo que me he mareado un poco -suspiré.

La campana interrumpió y avanzamos veloces hacia la sala 210, literatura. Entramos y todo el mundo estaba sentado. Al fondo estaban Embry y Jared junto a Stephanie y Luke. Ahora eran amigos, curioso. Nos sentamos cerca de ellos y el profesor entró a la aula.

Profesor: Buenos días alumnos. A partir de ahora cambiaréis de compañero de pupitre -Paul apretó mi mano por debajo.

El profesor se sentó en su mesa y empezó a nombrar las respectivas parejas del curso. Para mi desgracia Paul le tocó ir con una animadora rubia de tetas grandes que lo inspeccionaba de arriba a abajo con una sonrisa traviesa en su rostro. Estaba que echaba humo.

Profesor: Señorita Rodríguez, debido a sus buenas calificaciones le asignaré a nuestro nuevo estudiante... A partir de ahora se sentará con Mathew Smith.

Me levanté de la mesa dónde anteriormente estaba y caminé hasta la primera fila. ¿Más cerca no podía ponerse el chico? En todo momento sentí la mirada de Paul en mi nuca. Me dejé caer en mi nuevo pupitre y miré a mi nuevo compañero. El chico del pasillo que tan familiar se me hacía, no podía ser. Tragué grueso y miré a Paul veloz. Este frunció el entrecejo y susurró <<¿Todo bien?>> y moví la cabeza de arriba a abajo repetidas veces. El profesor se dió la vuelta y empezó a anotar en la pizarra.

Mathew: Hola me llamo Mathew Smith -dijo con una voz grave que hizo que temblara.

Yo: Amber -me detuve unos segundos- Amber Rodríguez.

Mathew: He oído hablar de ti, no pensaba que estuvieras tan buena...

Yo: ¿Perdona? ¿Que has dicho? -pregunté soprendida.