Capítulo 23.

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Puedes besar a la novia.

Narra Amber.
Esa noche reconozco que fue una de las mejores que tuve. Esos besos. Esas caricias. Esas sonrisas. Le amaba de corazón y él a mi, no había duda.
Tuve que abandonarle allí en la cama pues había quedado con las chicas para ir a comprar vestidos a Seattle. La cuenta atrás para la boda había empezado.

Día 6. De compras por Seattle.
Sólo quedaba una semana y no podía desperdiciar el tiempo.
Rosalie, Alice, Esme y yo decidimos ir a Seattle a ver vestidos para la boda. Visitamos casi todas las tiendas de la ciudad, hasta que cada una encontró su vestido.
Mi vestido era increíble. Un vestido color azul turquesa con pequeños diamantes. Una locura pero hermoso. Las chicas no me dejaron comprarlo para comprarlo ellas. Me amarraron a una silla con Alice para que así Esme y Rosalie pudieran pagarlo. Me enfadé mucho con ellas pero en parte se lo agradecí, digamos que ni con todos mis ahorros podría pagarlo.

Día 5. Bella y su vestido.
Bella me pidió a mi que la acompañara a recoger su vestido a una ciudad, cuyo nombre no recuerdo. Lo siento.
El diseñador era amigo de la familia Cullen y le había diseñado exclusivamente el vestido a Bella. Muy loco. Gustav, era como se llamaba el diseñador, nos imploró que fuéramos cuidadosas con el vestido. Nos lo metió en una bolsa y fuimos a casa de los Cullen a guardarlo junto a mi vestido.
Todo en su casa era muy gracioso. Alice quería que la boda de su hermano y de su cuñada fuera la mejor. Era toda una mandamás. Les pedía a Carlisle y a Emett, los más fuertes, que cargaran troncos arriba y abajo. Les estaba mareando. Yo me decidí ir antes de que me ordenara alguna cosa para hacer. Había quedado con mi lobo favorito. Básicamente esa tarde estuvimos jugando en la playa.

Día 4. No soporto a Alice.
Como siempre me escaqueaba de las tareas de la boda, Alice me pidió que fuera a una floristería de Seattle en busca de su encargo. Me molesté mucho con ella. Dos camiones llenos de flores, fuentes y no sé que más cosas. Me tocó hacer de guía y después montar todas las flores, colgar las guirnaldas con flores...
Des de el día en que empezó todo este circo una pregunta retumbaba en mi interior. Una pregunta tonta. ¿Cuanto estaba costando esta boda? Quería preguntárselo a Alice pero sinceramente me aterraba el precio.

Día 3. Día con mi familia y Paul.
Le supliqué a mis tíos que le dieran una oportunidad a Paul. Así hicieron. Era jueves y decidimos pasar el día mi tía, mi tío, mi prima, Paul y yo. Primero paseamos por la playa todos juntos dónde extrañamente se acopló Seth, quién estuvo todo el rato con mi prima. Después fuimos a comer a la pizzería dónde cené hace unos días con las chicas. Sentía a mi tío y a Paul un poco tensos. Mi tía y yo intentamos romper esos momentos en que se mataban con la mirada. Algo sucedía entre esos dos, pues no era normal...

Día 2. Ensayo de la boda.
Alice me vino a buscar a las siete de la madrugada a casa para ensayar la entrada, el baile, la cena y no sé que más. Ese día opté para ponerme lo más cómoda posible, sería un día largo y no me equivoqué. ¿Que pintaba yo en el ensayo si no era para dormirme en el suelo? Practicamos la entrada diez veces, la recepción veinte y... Esperad la cena. Dos días antes de la boda me enteré de que me tocaba hacer un pequeño discurso y encima todas esas veces en que los recién casados bailaran me tocaría cantar a mi. Eso se avisa un mes antes no a dos días de la boda.
Al llegar a casa decidí que canciones cantaría y escribí mi pequeño discurso, solamente eran cinco lineas.

Día 1. En casa de Paul.
La noche anterior me quedé a dormir a casa de Paul. Al principio no dormimos mucho pero después si. Necesitaba hacerme la manicura, una mascarilla para el cutis y muchas cosas de esas. Paul se reía de mi desesperación y yo le pegaba. No le dolía pero él se hacía el herido para intentar hacerme sentir bien.
Cuándo salí del baño con mi mascarilla de kiwi eso fue el colmo. Paul estuvo como media hora riendose de mi. Yo no podía reír si no me saldrían arrugas. Cuándo terminé todo mi ritual jugamos un ratito en la cama para después dormir abrazados.

Love at first sight #Book1Where stories live. Discover now