Capítulo 40.

Mulai dari awal
                                    

-Gracias. -Sonrió y después se volvió a Anna y le susurró algo.

-Y bien chicas. -Golpeó levemente la barra-. ¿Qué van a pedir?

Las chicas pidieron sus bebidas, estaban decidiendo que llevarían para los chicos. Yo estaba detrás de ellas con la esperanza de no ser recordada y que Hans no notara mi presencia.

-Ester, ¿qué vas a pedir?

Todos mis intentos se fueron directamente por la borda.
Todas las miradas se dirigieron hacia mí haciendo que me pusiera nerviosa.

-¿Ester? -dijo Hans con un poco de preocupación en su voz cuando reparó en mí, yo me armé de valor al escucharlo.

-La misma. -Sonreí y él apretó los labios.

-Pensaba que no te volvería a ver...

-¿Se conocen?

-Creo que te olvidaste que el mundo es redondo, y que vivimos en la misma ciudad -contesté haciendo caso omiso a la pregunta de Anna.

Los ojos de Hans viajaron hacia Anna y sonrió. Había conocido esa sonrisa tantas veces que ya sabía lo que se tramaba.

-Así que no les has contado la historia... -dijo con malicia.

Apreté los labios en una fina línea, nadie tenía que saber sobre eso. Nadie.

-No... -vacilé cuando hablé, mala jugada.

-Mi querida, querida Ester.

-¿Qué está pasando aquí? -preguntó Elsa notablemente irritada al ver que no tenía respuestas.

-Pídanle explicaciones a la pequeña Ester. Tan ingenua. -Se dio la vuelta y puso las bebidas en la mesa-. Además no puede beber, no le puede hacer daño a nuestro bebé...

Las chicas se giraron a verme. La rabia inundó cada parte de mi cuerpo y me calmé para no saltar hacia él y golpearlo hasta que me sacaran del bar, además que era demasiado malo hacer corajes.

-Dejó de ser tuyo desde que decidiste quitarte esa responsabilidad -contraataque.

-Sigue siendo mío, tú fuiste la ingenua para embarazarte de mí. -Se soltó riendo a carcajada limpia-. Si me permiten, tengo mucho trabajo.

Se dio la vuelta y se fue a atender a los otros clientes.
Las chicas me miraban con los ojos abiertos. Yo, que había tratado de contener los sentimientos, salí corriendo hacia el baño sin dar alguna explicación alguna.

Al llegar al baño, que curiosamente estaba vacío, me miré al espejo, eso había sido desde que conocí a Hans. Una completa ingenua y después me convertí en una zorra a la que nadie quería cerca.
Me senté en el suelo y deje que las lágrimas salieran libremente de mis ojos. La puerta se abrió dejando en mi campo de visión a Anna, Elsa y Mérida que me vieron con preocupación y corrieron hacia mí, hincándose donde yo estaba.

-¿Qué paso allá fuera, Ester?

-Ya lo saben, no tengo nada ocultar.

-¿Lo conocías? Ester, yo...

-¡Ya! -exploté mientras las lágrimas rodaban-. No tienen que decir nada.

-Tendrás un hijo... -susurró Mérida y todas la vieron.

-Nosotros no teníamos por que juzgarte, ahora entiendo todo.

-Pero... ¿cómo paso? ¿Qué?

Me limpié las lágrimas riendo, no me gustaba hablar de eso. Me sentía tan avergonzada.

-Yo creí que podía amarlo, le entregué todo lo que tenía, mi corazón. Todo. Para que él me tratara como una cualquiera, para... que derrochara mis sentimientos en nada. Para que tirara todo lo que sentía.

-Yo... como lo siento.

-No, no quiero que sientan pena por mí. Entiendo que no quieran verme nunca.

Ellas se miraron.

-¿Por eso querías a Jack, o a Eugene?

Apreté los labios.

-Sí, quería sentir que alguien me amara, y que se hiciera cargo del bebé como yo... cuando supe de Jack Frost me saqué la meta de conquistarlo... fue... la peor decisión de mi vida.

Ellas me abrazaron tomándome de sorpresa. Cerré los ojos y empecé a llorar, de nuevo.

-Tranquila, Ester.

¿Qué estaba pasando? Sólo me sentía vulnerable, frágil...

❤️😊👑❤️😊👑❤️😊👑❤️😊👑
¡TRA TRA TRA! ¡Cuatro paquetes detrás! ¡Que tengo la concha cosida de tanto follar follar follar follar!

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang