Capítulo 36.

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POV Anna.

Había algo raro en el comportamiento de Mérida... ella había dejado quedarse a Ester y no sabíamos la razón. Sólo llegó a la sala diciendo que había dejado a Ester quedarse en la casa antes de subir a la habitación. Cosa que nos había extrañado a las chicas y a mí. Ester había estado pegada detrás de Eugene cuando había salido de la cocina.
Jack, Hiccup y Kristoff lo habían estado mirando con decepción y él había agachado la cabeza cada vez que notaba sus miradas en él.
Me preocupaba tener a Ester tan cerca de nosotros. Me daba inseguridad. Claro, después de lo que le había echo Mérida.

-Ann... -Escuché la voz de mi novio detrás de mí y yo lo miré.

-¿Qué pasa?

-¿Quieres salir de aquí? -Señaló el lugar y yo suspiré.

-Es una prisión... ¿a dónde vamos?

Me levanté y me sacudí la sudadera que traía puesta.
Él sonrió, me agarro de la mano y comenzamos a caminar hacia la puerta.

-¿Quieres qué te lleve a comprar?

Mis ojos se iluminaron y mi sonrisa se hizo visible. Amaba comprar.

-¿Lo dices en serio?

-¡Claro! ¿Por qué mentiría?

-Los novios mienten mucho. -Me balance sobre mis pies y él rió.

Una de las cosas que más me gustaban de él era su risa, cuando reía me daba seguridad... paz. Aunque debo admitir que es injusto que su cabello esté mucho mejor cuidado que el mío. ¡Maldito cabello de princesa versión Sedal! Esperen... ¿y si nuestros hijos también tienen su cabello? ¡Serían hermosos!

-Anna. -Escuché el llamado de él alejándome de mis pensamientos.

-¿Sí?

-¿Si quieres que te lleve? Bueno, todo sea por salir de aquí.

-¡Claro! -Me abalancé a él envolviendo mis brazos en su cuello y uní mis labios con los suyos-. Me encantaría.

-Entonces vamos -rió, me volvió a besar, me agarró de la mano y salimos hacia el coche de Hiccup. Por favor, que no nos mate.

-¡Oh Dios! -grité cuando miré un vestido en el aparador de una tienda-. ¡Es hermoso!

-Es igual que todos los vestidos.

Eso fue directamente a mi corazón. Los hombres no entendían de moda.
Lo había tenido caminando media hora por todos los puestos de ropa que nos habíamos encontramos. Pero debería de estar agradecido, aún no había comprado nada... aún.

-¡Claro que no! ¡Ese es hermoso!

-Como todos los que ves.

-Bien, entremos a comprar.

-El infierno de todo chico se cumplirá en mí. -Se puso una mano en el pecho y yo rodé los ojos-. Prometo sobrevivir.

-Deja de hacer un drama total y entremos.

Me reí al ver su expresión, lo agarré de la mano y empecé a caminar al interior de la tienda de ropa.

Unos minutos después salí con dos vestidos que los cargaba Kristoff. Al parecer esa tienda también tenía una sección para los hombres, al menos no se aburrió, bueno, no tanto. Ya que él no era amante de comprar ropa.
Muchas chicas se nos quedaban viendo. Había escuchado murmurar a una chica "eso es amor verdadero" ¡claro que lo es! El mejor novio de todo el mundo. Pero como soy demasiado celosa me molestaba que se le quedaran viendo por mucho tiempo.

Pasó una hora desde aquella compra. Ahora tenia más de cinco bolsas en las manos de mi novio y tres en las mías y sólo me reía al ver la expresión de sufrimiento que decía hacer.

-¿Qué tal si después de esto vamos al cine?

-¿Lo dices en broma?

-No. -Negó con la cabeza confundido-. Mi reina tiene que ser complacida.

-¿Y mi rey también quiere ser complacido?

-Ambos tenemos que ser complacidos. -Sonrió-. ¿Entonces vamos?

Me reí por lo que dijo mientras por dentro me estaba derritiendo de amor.

-¡Claro que sí! -Salté a sus brazos tratando de que no se nos cayeran las bolsas y lo besé-. Sólo déjame comprar otra cosa. Por favor.

Hice un puchero y él se rió.

-¿Cómo decirle que no a ese pequeño puchero?

-¡Gracias!

Caminé con más euforia de lo normal mirando las tiendas de reojo. Hasta que encontré la mejor.

-Ven, vamos a ésta.

Lo guíe hacia la tienda donde en el aparador tenían un vestido ceñido al cuerpo de color verde. Era simplemente hermoso. Tenía varias piedras en su falda y apostaba que me llegaba hasta las rodillas. Era perfecto para mí.

-Te quedará genial -me dijo cuando lo tenía admirando en mis manos-. Pero, una pregunta, ¿por qué compras tanta ropa sí sólo te pones la misma?

-¿Tú crees? Bueno, no sé, tal vez para... ¡Ay no sé! -Me reí al mismo tiempo que él.

-Entonces ahora ve al vestidor y...

-Claro. -Le di un casto beso en los labios y caminé hacia el vestidor.

Cuando me lo medí era tal y como me lo imaginaba. Era simplemente perfecto.
Salí y pude notar un brillo en los ojos de Kristoff haciendo que me sonrojara levemente.

-¿Cómo me veo? -En mi voz un tono tímido se escuchaba claramente.

-Te ves... -Pronunció esas palabras lentamente, haciendo que riera-. Te ves perfecta.

Ahora podría hacer un perfecto cosplay de una manzana.

-Gracias -le sonreí.

-¿Te lo llevarás?

-¡Claro! -Di un pequeño salto antes de girarme y caminar de nuevo hacia el vestidor-. Y después nos vamos al cine.

-Y después nos vamos al cine -repitió riendo.

Le guiñé el ojo y entré. Ahora podía respirar bien.

💕❄️💕❄️💕❄️💕❄️💕❄️💕❄️💕

¡Hellow mis amores! Espero y les hayan gustado los tres capítulos seguidos :'3. Ahora voy a adelantarme para editar los otros capítulos.

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora