Capítulo 11.

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Hellow, ¿qué tal les parece la edición? Les dejo un capítulo corto😊

POV Anna.

La casa estaba sumida en un completo silencio. Nadie hacía ningún ruido, y si me esforzaba podía escuchar las respiraciones de cada uno.
Todos estábamos perdidos en nuestros pensamientos o en el celular.
Quería subir, ya que cuando habíamos llegado Kristoff se había encerrado en su habitación, sin querer hablar con nadie.

Suspiré levantándome del sofá, dejando al bebé junto a los demás.
Subí las escaleras haciendo que crujieran a mis pasos, camine por el pasillo que daba a las habitaciones.

Suspiré, arriesgándome a tocar la puerta suavemente con los nudillos.
Espere segundos sin obtener respuesta, a lo que volví a intentarlo y un silencio me recibió.
Abrí la puerta con cuidado y lentitud, encontrándome a un rubio que abrazaba sus piernas, con la mirada perdida entre las sábanas.
La luz del sol lo iluminaba a través de las ventanas, pero los rayos eran opacados por una lluvia de nubes que impedían la iluminación completa.
El silencio nos rodeaba, tanto que no podía si quiera escuchar su respiración.

-¿Kristoff? -pregunté débilmente, temiendo su reacción.

La soledad era su mejor amiga en ese mismo instante.
Me arriesgué a sentarme junto a él, en la misma posición en la que estaba apoyado, pero a diferencia de él, yo apoyé una mejilla en mi rodilla para poder verlo mejor.

-¿Cómo te sientes?

Sus ojos marrones de dirigieron a mí, cargados de dolor e irritación.

-¿Tú cómo crees?

-Disculpa -baje la voz.

-¿Por qué?

-Siento que fue mi culpa el que hayan cortado. Y en la gran mayoría lo fue.

De su garganta brotó una risa seca, al igual como estaban sus ojos en ese preciso instante.

-No es tu culpa.

-¡Claro que lo es! -repliqué-. Si no hubiese grabado el vídeo, estarían juntos ahora mismo.

-Las cosas pasan por algo, Anna.

Suspiré echando la cabeza hacia atrás, recargándola en el respaldo de la cama.

-Creo que tomaste una decisión madura.

-¿Tú crees?

-Bueno... -me quedé sin habla, ¿lo había echo?

-No podría haber pasado por alto lo que dijo y el usar a su primo para enamorarte y hacerte sufrir -ladeó la cabeza-. No creo que sea una actitud muy madura de su parte, y tampoco puedo estar con una persona que no confíe en mí, pensando que la dejaré por el proyecto.

-¿Sientes algo por ella?

-Claro que sí, no por nada la había elegido. La amaba... -escondió su cabeza entre sus piernas, dejándome ver aquella cabellera rubia.

No sabía que hacer, jamás pensé ver a un hombre sufriendo por alguien, mucho menos por una persona que no me agradaba del todo.

-Tal vez -mi voz sonó demasiado débil, a lo que decidí aclararme la garganta-. Ella no era la indicada, tú mismo lo dijiste "las cosas pasan por algo".

Alzó su mistada hacia mí, clavando aquellos ojos marrones en los míos, rodeados de dolor y confusión.

-Tal vez tengas razón -susurró, levantando la cabeza poniéndola en la misma posición que yo la tenía.

-No te desanimes, encontrarás alguien que te hará sentir morir -de sus labios salió una leve risa-. Encontrarás a alguien que te haga sentir lo más amado que jamás te has sentido.

-¿Y tú cómo lo sabes?

-Bueno -me encogí de hombros-. Siempre llega alguien que nos hace perder la cabeza, y sabrás que tus antiguos amores fueron solamente eso; amor de niños.

-¿Y tú lo has sentido?

-No -me reí ladeando la cabeza-. Pero sé que llegará, tarde o temprano. Además, creo que es muy temprano para enamorarnos de verdad. Aún nos queda mucho por recorrer, ¿no crees?

-Palabras correctas para el momento adecuado, Anna Arendelle.

Me reí, aunque no veía toda aquella felicidad alcanzar los ojos del rubio que tenía enfrente.
Decidí apoyar mi cabeza en su hombro, dejándonos rodear por aquel silencio que en un principio era incómodo, pero ahora me sentía más tranquila, y sabía que Kristoff en éste momento deseaba tranquilidad, y tal vez alguien que lo acompañase, ya que no me aparto.

Y puedo volver a repetirme:
Jamás me imagine encontrarme metida en una situación como en la que estaba.

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora