Capítulo 29.

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POV Jack.

Una semana, una semana desde aquel beso con Elsa. Tal vez se preguntaran "¿qué fue lo que paso después?"
Nada, ella salió corriendo y los chicos y yo nos quedamos unos segundos desconcertados pero luego seguimos jugando. Y después dicen que nosotros somos los complicados.
Aunque debo admitir que el beso fue uno de los mejores que he dado, junto a Elsa.
¿Y qué tienen las hermanas Arendelle con salir corriendo? Vuelvo a repetir, y dicen que nosotros somos los complicados.
Estaba junto a Ester, sí, con la chica que me caía mal ya que a los chicos se les ocurrió la gran idea de dejarme pasar un tiempo con ella por que era evidentemente que no me caía para nada bien. Y nadie había hablado durante todo el tiempo.

-Así que... ¿te gusta el pan?

¡¿Ahora entienden por qué digo que no me agrada?! Es una idiota, además me veía como si me proponer a millones de cosas, y ninguna de esas sana, era realmente desesperante.

-Sí. ¿Y a ti?

-Claro... ¿a qué hora pasas por él?

Muy bien, ambos estábamos dejando que la tensión dominara nuestro espacio.

-Ester...

-¿Sí?

-Por favor, deja de decir tonterías.

-Bien. -Se acomodó mejor, como sí aquellas palabras no le hubieran afectado y me miró fijamente, tanto que me daba miedo-. ¿Quién te gusta?

-Mira. -Me levanté y la miré a los ojos-. Eres una chica muy simpática... -Simpática la hermana qué no tengo-. Pero no eres de mi gusto, ya tengo a una persona en mente.

-¿Qué? ¡Pero tú y yo hacemos muy buena pareja!

Suspiré fuertemente, tratando de controlarme y no dejarla sola.

-Ester, no me atraes y no quiero que sufras por eso, ya llegará otra persona que la consideres tu príncipe azul y sean felices comiendo hasta engordar, pero conmigo no, creo qué todo el mundo sabe quién me gusta.

-Yo no.

-Bueno, me gusta Elsa.

-¿Qué? -Ella dijo, quedándose sin aire.

Ay, dime que no lo he dicho en voz alta.
Por favor, que no lo haya echo.

-¿Cómo es que te gusta ella? ¡Yo soy mucho mejor!

Y ella tiene el ego por los aires.
Esas fueron sus últimas palabras sobre el tema ya que se abrió la puerta y cuatro cabezas, dos rubias y dos pelirrojas, se asomaron en la puerta con muchas bolsas de ropa.

-Hola, ¿cómo la están pasando?

-Perfectamente bien. -Sonrió hacia Elsa, como si nada hubiera pasado.

Algo me dice que algo no está bien.

POV Anna.

-¡Está lloviendo! -exclamé dirigiéndome a la puerta, con Kristoff pisándome los talones.

-¡Anna! ¡Te vas a enfermar! -me dijo el rubio antes de qué pudiera abrir la puerta.

-No seas aguafiestas, ven y diviértete. -Le sonreí abriendo la puerta y deslizándome hacia afuera.

-Si te enfermas, olvídate que te cuidaré. -Krsitoff cerró la puerta detrás de él cuando yo me daba media vuelta para verlo.

Éramos muy normales. Grandes gotas de lluvia caían de cielo, acompañado con una suave brisa que hacía que me estremeciera un poco. En tan solo algunos segundos ya estaba empapada, con el agua escurriéndome del cabello y la ropa pegada a mi cuerpo. Y el mismo aspecto tenía Kristoff.

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora