10. El Señor De Los Zombis (V)

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Notas: Hola, te voy a pedir que todavía no reproduzcas el vídeo, este capitulo cuenta con una banda sonora que vas a reproducir en el momento que yo te lo indique más abajo, con el fin de mejorar al 100% tu experiencia de lectura. Recomiendo escucharlo no muy fuerte, por ahora solo lee hasta que aparezca la indicación para reproducir el vídeo. Feliz lectura.


Por el suelo, un muerto intentaba alcanzar la pierna de Zeta pero fue sorprendido por el can, que lo tomó del zapato y lo arrastró hacia atrás para que fuera atravesado por la navaja de Marcos. El hombre pateó unos cuantos cadáveres antes de poder volver a cerrar la puerta.

- ¿Cómo fue que lo mataste? -Preguntó Marcos, con interés mientras devolvía el arma de Zeta-. Estuvimos disparándole toda la noche y no había bala que lo atravesara. ¿Ahora llegas tú y le cortas la cabeza con un machete?

Zeta recuperó aire antes de poder responder.

-Deben cortarle la cabeza cuando están comiendo, creo que su garganta se ensancha al masticar. Pero intenta hacerlo cuando ya haya tragado, o tendrás que cortar también el cráneo dentro de su cuello, y créeme, no es tan fácil como parece.

-Sabes mucho acerca de los zombis raros -indagó Leo.

-Un poco, pero jamás vi a tantos en un solo lugar, ¿Qué pasa con este hospital?

-Son los nocturnos -respondió Leo -. ¿No los conocías?

-Ilumíname, por favor.

-Irónico que lo digas, son zombis raros que odian la luz, o por lo menos la rechazan.

- ¿No has visto alguno de esos muertos, que tenga ojos negros? -preguntó Marcos.

-Ahora que lo mencionas sí, había uno de esos en la entrada. También tenía unos hermosos colmillos con los que casi me arranca el cuello.

-Tuviste suerte, si uno solo de esos colmillos llegase a tocarte, solo Dios sabe en qué maldito ser te convertirías -dijo Marcos mientras limpiaba su navaja.

Zeta frunció el ceño al no entender la frase.

-Te lo explicaré de forma sencilla -intervino Leo-. Estos seres son como serpientes venenosas, sus colmillos trasmiten un potente veneno que convierte a un humano en una de esas criaturas.

- ¿Qué diferencia hay con los demás? ¿No todos hacen eso al morder?

-La diferencia está en el tiempo, una simple infección causada por cualquier otro zombi tardaría un día aproximadamente en infectar a la persona. Si este tipo de criatura te infecta, tú te transformarías en ¿Cuánto, veinte segundos? -preguntó a Marcos.

-Treinta segundos, en realidad -respondió divertido a causa del rostro sorprendido de Zeta-. Y si eso te asusta, la mejor parte está por venir: Esas malditas bestias como la que tú degollaste, son creados gracias a la mordedura de los nocturnos.

Zeta quedó atónito ante tal información, sus labios se separaron para intentar decir algo, pero su voz no respondió. El recuerdo de haber estado a escasos centímetros de haber terminado como un parca, o un cortador le provocó un ligero escalofríos.

-Lo sé, estos hijos de puta tienen bastantes trucos bajo la manga. No quiero ni imaginarme de lo que todavía no sabemos de ellos -añadió Leo-. Es por esa razón que nos encerramos aquí, esperaríamos hasta el amanecer, y nos marcharíamos cuando los nocturnos se escondiesen.

- ¿Dices que estos zombis rechazan la luz? -inquirió Zeta, su mirada se clavaba fija en ningún lugar en particular.

-Pues sí, pueden ver perfectamente en la oscuridad, pero les molesta la luz.

Z El Señor De Los Zombis (Libro I) Versión ClásicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora