9. El pequeño Zeta (III)

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-El día rojo -repitió, zeta.

- ¡Maldito presidente!

Justo en ese momento, a lo lejos de los dormitorios, se acercaba un sujeto de cabello negro y corto; peinado hacia un lado; con marcados rasgos asiáticos; y sudado de pies a cabeza. Se dirigió directamente a la cama aledaña a la de Zeta y arrojó en ella, de manera brusca, su mochila. Zeta dedujo en sus movimientos un aire de estrés, y en su rostro denotaba ira. Se apreciaba en él unas relucientes zapatillas y un pantalón deportivo grisáceo, pero nada de la cintura hacia arriba, dejando al descubierto su musculatura. El sujeto inhaló una gran bocanada de aire, y la soltó en un sonoro suspiro, tomó una toalla que reposaba a los pies de su cama y comenzó a secar su transpiración, mientras se acercaba a los muchachos.

- ¡Hey Rex! Lamento eso, hoy no fue un buen día.

-No te preocupes, amigo. Hey Zeta, quiero que conozcas a alguien, él es Jin -Los presentó Rex, amablemente. Luego volvió a dirigirse a Jin -. Él es de quien te hablé.

El asiático examinó a Zeta de arriba abajo en una seria expresión, y subió una ceja mezclada con una mueca.

-Me lo imaginaba más grande, y fuerte -dijo, ahora frunciendo el ceño-. ¿Seguro que es él? Prometiste que alguien habilidoso se uniría a mí. Y no veo gran cosa aquí.

-Oye, ¿Qué quieres decir con eso? -dijo Zeta, un tanto ofendido por el comentario.

-Sí es él, pero dime ¿Saltaron edificios hoy? -dijo Rex, cambiando rápidamente el tema de conversación.

El asiático rió a carcajadas. El plan de Rex, funcionó.

-Viejo, no hago eso con los Traceur. Al menos no hasta que estén suficientemente preparados.

- Ya veo, ¿Aún no logras que alguien te siga el ritmo? -preguntó el joven mecánico.

-El problema no es ese. Con el tiempo necesario y una dedicación constante, pueden llegar a mi nivel rápidamente. El problema radica ahora, con el presidente Máximo -explicó Jin, realizando una mueca de disgusto -. Me comunicó, hace unos minutos, que varias personas de la nación ven nuestras prácticas como «muy arriesgadas», y si no consigo que más personas se unan a mí -suspiró nuevamente-. Me cerraran.

-No quiero ser maleducado, pero ¿Qué exactamente van a cerrarte? -preguntó Zeta.

-Lo siento, tú no conoces nada de las divisiones ¿cierto? -preguntó Jin.

-Ni idea.

-No te preocupes, yo tampoco lo sabía hasta que Jin me explicó -intercedió Rex-. Las divisiones, son grupos dentro de la nación, que se ocupan de practicar distintas actividades para mejorar la supervivencia.

-Hay divisiones para cualquier actividad que desees realizar -prosiguió Jin-. Tienes La División De Tiro; donde te enseñan todo lo relacionado al uso y empleo de armas de fuego.

-Existe una División De Lucha, donde practican medidas de defensa personal -dijo Rex, moviendo sus puños en ademan de una pelea imaginaria-. Y no solo eso, también hay una división que enseñan a defenderte contra los muertos.

- ¿Cómo hacen eso?

-No usan zombis reales -aclaró el joven asiático-. Solo practican las mejores maneras de matarlos sin armas, y sin que te muerdan. Quebrándoles el cuello y cosas así.

-Me encantaría ver cómo le quiebras el cuello a uno de los grandes -dijo Zeta, sarcásticamente.

-En fin, existen muchas otras divisiones a las cuales puedes unirte para aprender a sobrevivir. Y una de ellas es La División Parkour -explicó Rex-. Esa división depende de Jin.

Z El Señor De Los Zombis (Libro I) Versión ClásicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora