Solas 「 Freenbecky 」

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Y después de unos últimos roces entre nuestras vaginas, me corrí en grande dentro de ella.

Freen gimió al sentirlo.

Fue maravilloso.

- Nos toca ducharnos de nuevo y cambiar las sábanas. - anuncie recibiendo un quejido de su parte.

Con pesar se tumba a mi lado con la respiración entrecortada.

- Vamos bebé. - usó un apodo cariñoso para motivarla.

Y funciona.

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- ¿Delicioso?

Asiento y sigo comiendo de su mano.

Freen me extiende más piernas de pollo para cenar.

Como vivimos juntas, amamos compartir nuestro mismo gusto y comemos lo que nos da la gana, olvidando y dejando atrás esas estrictas dietas que, obligadas, teníamos que aceptar en la anterior casa.

Nunca más.

- Está tranquilo hasta el momento. - murmura Freen pensando en algo.

Y creo saber a qué se refiere.

El sonido de la puerta nos interrumpe en nuestra cena y por la forma de cómo la persona detrás de la puerta golpea con odio, se supo que es un problema para nosotras.

Arqueo una ceja y miró a Freen. - ¿Decías?

- Para que hable. - se lamenta Freen.

Limpié mis manos en una servilleta y caminé hacía la puerta para abrirla.

Y tal como imaginé.

Un endemoniado Billy entró a la fuerza y me abofeteó el rostro.

- ¡¿Cómo te atreviste?!

- Billy. - me quedé afectada por la bofetada.

- ¡¿Cómo te atreviste a meterte en el matrimonio de tu propio hijo?! ¡Eres una estúpida! - reclamó furioso con una mirada que irradiaba rayos láser por cómo sentí quemar mis ojos al verlo. - Y tú...- mira a Freen que se aproxima a nosotras. - Siempre lo supe. Pero fuiste demasiado lejos al traicionar a mi hijo con su propia madre. Eso lo vas a pagar, llorarás como él y lamentarás toda tu vida.

- ¡Billy, retírate! - me canse de escucharlo.

Él no se lo tomó bien y alzó su mano para volver a abofetearme, pero lo detengo.

No, más.

- Basta Billy.

- Por tu culpa. Por estúpida culpa, él está mal en este momento y un médico fue a verlo, ¿Quieres saber que me dijo el médico? - me quedé en silencio. - Dijo que reciba terapia porque lo necesita.

Terapia.

¡Mierda!

- Es lo mejor para él.

Billy río. - Eres una cínica... ¿Lo mejor para él? ¡Lo mejor para él era una madre leal!

- Lo sé, pero está hecho y no me arrepiento.

Jadea al escucharme.

- Entonces, ¿Planeas seguir con este ilógico amorío que no durará mucho tiempo?

- No sabes nada de nosotras.

Él negó con la cabeza. - Es verdad. No sé nada. Tampoco sé en qué momento empezaste a ser una maricona, aunque eso explica porque nunca fuiste buena en la cama...- otro que piensa diferente y erróneo. - Nunca me hiciste sentir un hombre satisfecho. Nunca. Me da asco que seas maricona.

- Dame el divorcio si te da asco. - lo miré seria.

Abre su bolso y saca unos papeles doblados que son lanzados a mi rostro.

- ¡Hey! - Freen interviene, pero le hago una seña para que retroceda y no empeore esto.

Reviso los papeles que me lanzó Billy descubriendo que es el divorcio.

Por fin.

- Moví hilos y pronto, también estaremos divorciados de lo religioso. - en todo momento hizo una mueca de asco al verme. - No quiero seguir atado a ti por lo que se viene.

- ¿Qué se viene?

- Traicionaste a tu hijo y piensas que serás feliz con su esposa sobre sus lágrimas. No será así. - no hubo juego al decirlo. - Me encargaré de que toda tu vida sea maldecida por ser mala madre. Por ser una miserable. Y tus padres están enterados de esto Becky, también los míos, toda la familia Armstrong lo sabe y te están repudiando en este momento. Su apoyo es para Heng como debe ser. - sonrió orgulloso ante eso. - Nadie aceptará la locura que estás cometiendo y cuando te arrepientas de tu acto, ni tu hijo ni yo queremos verte de nuevo. Nunca más, así estés moribunda, no vuelvas a aparecer frente a nosotros.

- Lo acepto. - respondí y Billy abrió los ojos de más. ¿Qué esperaba que le dijera? - Acepto que este sea el fin. Y como último, solo te pido que hagas caso al médico y Heng acuda a terapia.

- Contigo no se puede hablar. Eres una cínica. - habló indignado y dando una última mirada de asco a ambas, dio vuelta hacía la salida, cerrando de un portazo la puerta.

Vaya.

Creí que sería peor.

Sin embargo, he de estar preparada porque Billy cumplirá sus palabras.

Puedo esperar que aparte de lograr que toda mi familia me repudie también me ataque por otros lados.

- Vamos a asimilar todo lo que se viene por decidir estar como una pareja. - es Freen quién me saca de mis pensamientos después de que él se fuera. - Juntas, ¿sí?

- Si. Juntas. - murmuró recibiendo su abrazo.

No estamos solas.

Nos tenemos la una a la otra.