Rebecca:
Para cualquiera que me conoce de vista o tiene cercanía a mi familia yo estoy felizmente casada desde hace veinte años. Con un hombre guapísimo y famoso en el país, y un hijo igual de precioso que su padre. En un futuro llegarán nietos y la familia seguirá agrandando. Todo perfecto en mi vida pensarán muchos, pero realmente no hay mucho sentido en mi vida.
¿Por qué?
Sola.
Así me siento.
Pero antes no era así.
Billy y yo éramos amigos en la infancia, todo el tiempo juntos y fue inevitable, empezamos una relación a los Dieciséis años con el permiso de nuestros padres. Era de esas relaciones dulces y experimentales de primer amor. Sin embargo, al cumplir un año de relación nos dejamos llevar y decidimos ir más allá de besos dulces pasando a la intimidad sexual. Y esa primera vez entre ambos nos costó un embarazo. Cuando se lo conté a Billy me asusté como cualquier primeriza, pero con valentía y confianza hablamos con los padres de ambos para contarles lo que estaba pasando con nosotros.
Obviamente no se lo tomaron nada bien. Diecisiete años, éramos muy jóvenes para el rol de padres, pero los dos decidimos continuar con el embarazo al no ser capaces de deshacernos del bebé. Nuestros padres nos ofrecieron apoyo y eso fue una bendición para nosotros porque al nacer nuestra niño a la cual llamamos Heng y fue el consentido de todos, ahí es cuando necesitamos el apoyo que ofrecieron. Mientras continuamos con nuestros estudios, ellos cuidaron al pequeño.
Al cumplir los veinte años es cuando decidimos unir nuestras vidas con el matrimonio. Teníamos un hijo juntos, era predecible que decidimos adelantar el matrimonio también. Así que nos casamos por lo civil y por lo religioso. Felices porque nos amamos.
Pero no todo es felicidad.
Con el pasar de los años ambos logramos lo que nos propusimos. Yo me convertí en una profesora de Historia y él escaló rápidamente como diseñador de Modas, volviéndose en uno de los más famosos y cotizados del país.
Con ello, Billy empezó a trabajar y trabajar sin parar para seguir creciendo. Alejándose cada vez de mí y dejándome sola.
¿Y mi hijo Heng?
Éramos unidos cuando mi hijo era un niño, yo era su héroe, su ídola, pero cuando entró a la adolescencia todo cambió con Heng quien deseaba pasar más tiempo con los amigos, cambiaba de novias en un dos por tres y salía a fiestas todo el tiempo, al menos aún me respetaba mucho como su madre, pero cuando consiguió una novia duradera, perdí completamente la atención de él como su mujer favorita. La novia duradera fue Freen Sarocha. Cinco años mayor que él, con más experiencia que una veinteañera, eso no me gustó nada, pero lo acepté porque mi hijo se veía feliz.
Aun así, no le tome tanta importancia a su novia porque...
Creí que sería una más de esas chicas con las cuales mi hijo se divertía ante lo joven y liberal que era, pero pasó el primer año, luego el segundo año y en un abrir y cerrar de ojos, mi hijo se estaba casando con Freen. Ahí es cuando me di cuenta de que era la correcta para él porque esa mujer deseaba ir más allá así que decidí empezar a tratarla más, aunque no supiera cómo hacerlo.
Y pronto me llegaría la oportunidad de tratarla más cuando se mudara a mi casa. En realidad, no sabía exactamente la gravedad de sus problemas económicos, pero necesitaban apoyo y con mi esposo se los dimos, dejando que compartan el mismo techo que nosotros.
Es entonces cuando esa oportunidad para tratarla fue aumentando. Cada vez que me sentía sola, ella también aparecía para acompañarme bebiendo una copita de licor. Intuí que también sentía soledad cuando mi hijo salía de casa, aunque su caso no es similar para nada al mío. Son diferentes contextos.
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Solas 「 Freenbecky 」
Fanfiction╰┈➤Freen Sarocha lleva tres años de relación y un año de casada con Heng. Sin embargo, ante algunos acontecimientos que pasaron y dañaron un poco su relación con su esposo, se empezó a sentír sola. Por otro lado, esta Rebecca Armstrong, su suegra, c...
