⊢ 08 ⊣

2.7K 315 20
                                        

Freen:

- Pareces muerta en vida. - dijo Nam con una mirada preocupada.

Lo peor es que no puedo darle la contraria. Es verdad. Parezco una muerta en vida y es porque el tratamiento es demasiado exigente, tanto que mi cuerpo no tiene las suficientes fuerzas en el día. Aun así, mantengo relaciones sexuales con Heng en busca de nuestro bebé, a veces sin deseo de mi parte, pero le cumplo como esposa, ansiando que todo esto termine porque no soporto más.

Y para mi tranquilidad, la agonía acabará en unos pocos días. El tratamiento se da por finalizado y recibiremos el resultado de un proceso de meses. No tengo fe en recibir un resultado positivo, pero si fuera posible, sería genial, así este sufrimiento no será en vano.

- ¡No aguanto verte así por exigencias de ese hombre! - escandaliza a mi amiga.

Solté un suspiro y enterré mi rostro en el escritorio que uso para trabajar.

- Heng no se rinde en que pueda quedar embarazada de él y lo siento por él, por mi culpa debemos pasar por todo esto...- comento en defensa de mi esposo.

- No lo sé Freen, si él no se rinde, entonces, creo que deberías poner límites. Tan solo mírate y date cuenta, Heng va a matarte un día de estos.

Límites.

Debí ponerlos hace tiempo después de varios intentos, pero es muy tarde para preocuparse por eso. Además, con Heng acordamos de que este es el último intento. No más. Debemos parar y aceptar la realidad.

La dura realidad de no poder darle un hijo.

Y espero que Heng se anime a una de las opciones que le mencioné hace meses. O buscamos un donador o adoptamos, cualquiera de esas dos opciones no me importa cómo se dé, yo seré buena madre y amaré a nuestro hijo o hija así no sea de mi sangre.

- Gracias por tu apoyo.

Nam me sonríe cuando levanto la mirada. - Para eso están las amigas. Y como soy la jefa y dueña aquí, te doy la tarde libre para que descanses en tu casa. Hazlo, amiga, lo necesitas.

Le agradezco y le tomó la palabra, regresando a casa temprano.

Al llegar no me sorprendió el hecho de que Heng no esté en casa. Él tiene una vida social muy activa, con amistades presumidas y envidiosas, claramente no encajo ahí, pero si mi esposo me lleva con él solo me queda ser hipócrita y sonreír como si me agradaran.

- Quizás esté mandando indirectas con Kiki en alguna reunión de amigas...- murmuré con pesar mientras me dirigía a mi habitación.

Lo ideal para mí sería pasar mi temprano regreso a casa con él, pero como no está creo que solo dormiré.

O...

Miro con confusión a una empleada saliendo de la habitación de mis suegros con una botella de licor vacía. Con curiosidad y disimulo pregunté lo que sucedía a aquella mujer.

- La señorita Armstrong no dio clases hoy y está bebiendo en su habitación desde hace horas. Y hace unos instantes le lleve otra botella.

- ¿Y mi suegro?

- El señor Patchanon no se encuentra en casa desde la mañana. - responde y se retira, dejándome en una duda.

¿Le interrumpo o no?

Me comporto atrevida y toco la puerta de su habitación, escuchando enseguida un "adelante". Ingresé con el cuerpo temblando, en el momento que di un paso adentro tuve como un presentimiento de algo avecinándose. Me sorprendí unos segundos por eso, pero deseché lo que sentía al mirar a Becky.

Solas 「 Freenbecky 」Where stories live. Discover now