Solas 「 Freenbecky 」

⊢ 22 ⊣

Becky:

Azoto su trasero, golpeando cada nalga que queda rojiza y sigo hundiéndome en ella con rápidas penetraciones. Su cuerpo se encuentra boca abajo con la curva del trasero alzado dando una vista espectacular, en esa posición llevo haciéndola mía un largo rato y Freen está tan fascinada como yo, el sonido de sus gemidos endulza mi oído y me lo confirman.

Ella nació para esto.

Para ser penetrada por mí.

- Ya no puedo Bec, me vengo. - avisa apretando las sábanas debajo de ella.

- Aguanta un poco más, cariño.

Sujeto sus caderas para crear más impulso en mis dedos.

Son unos últimos segundos satisfactorios antes de soltar un jadeo ronco y caer sobre su cuerpo que está peor, colapsando por el reciente orgasmo.

- Para estar en la base de los cuarenta. Tienes más aguante, eh. - río Freen debajo de mí.

Sonreí ante la vista.

Y después de tumbarme a su lado, pregunté. - ¿Me estas envidiando por ser una vieja con aguante en el sexo?

Carcajadas brotó de Freen y a pesar de estar cansada se dio la vuelta para arrimarse a mi cuerpo, recostando su cabeza en mi hombro.

- Creo que si es envidia. Hemos estado haciéndolo horas y horas, tanto que anocheció, pero soy la única cansada y tu pareces desear más ¡Eres muy apasionada!

- Soy apasionada contigo. Es porque me correspondes de la misma manera. - mis manos acariciaban su cabello. - Por cierto, ¿No te incómoda?

Freen se removió y alzó su mirada.

- ¿Qué cosa?

- La edad. - suspiré. - Te pasó más de diez años.

- Bueno...

- Si te incomoda. - aseguro.

- No he dicho eso Becky. La verdad no me interesa tu edad. Nos gustamos mucho y eso es más importante.

Sonreí como tonta.

Pero a la vez me preocupé. - Soy tan hipócrita. Cuando te conocí por primera vez no me convenciste porque eres cinco años mayor que Heng, pero míranos ahora...- mi mano pasó por sus curvas. - la edad tampoco me importa. La más hipócrita entre las hipócritas.

- ¡Ya! ¡Deja de hablar de eso! - se queja Freen.

Tiene razón.

No ahora cuando la estamos pasando tan bien.

Tal como dijo Freen, la hice mía durante horas y horas. Anocheció, pero teníamos ganas de seguir tocándonos en la cama, seguir sintiéndonos piel con piel y besándonos con intensidad.

Como en este momento entre beso y beso, Freen va quedando encima de mí.

Se acomoda mejor encima de mí y empieza a moverse de adelante a atrás en movimientos lentos para acostumbrarse.

- ¿Te gusta? - pregunta.

Y no es tan necesario contestarle.

La expresión de excitada que tengo en el rostro debería contestar su pregunta.

Aun así, contesto. - Mucho. - con mis manos en su cintura la ayudó a moverse más rápido.

El cabello de Freen se menea en cada movimiento. Oh, es lo más sexy que he visto en mi vida o Freen me ha hipnotizado para que solo piense en ella.

Las dos.

- ¡Ah! ¡No puedo más! - solloza de placer y a los segundos se corre.

Tuvo su orgasmo, pero se sigue moviendo para que consiga el mío. Aprecio que piense en mí en la intimidad.