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Becky:

Debería alegrarme, ¿no?

Billy está interesado en mí, todo el tiempo deseando tenerme a su lado y diciendo lo mucho que me ama. Cuando antes quise esto, lo creí perdido y estuve a punto de rendirme, no imaginé que aún existiera salvación para nosotros, tampoco estoy segura de cómo tomar este sorpresivo cambio de actitud de mi esposo.

Además, todavía no he confirmado o descartado ese anónimo que revela una supuesta infidelidad de Billy.

No pude averiguar nada por distraerme con el repentino interés de mi esposo y así pasaron tres meses. En los cuales hemos mejorado como pareja, saliendo juntos a muchos lugares como si fuéramos dos jovenzuelos de nuevo, me ofrece llevarme a sus viajes con él y en dos ocasiones le di un sí, dejando mi trabajo como profesora y acompañándolo, cabe resaltar que en esos viajes no note nada extraño. También solemos tener intimidad, no es como la pasión y deseo que soliéramos tener en los primeros años, pero disfrutamos juntos al menos una vez a la semana.

Así que decidí dar una última oportunidad a esta relación.

Una última.

— Buenos días, cariño. — se levanta de la cama después de saludarme con un beso.

— Buenos días. — sonreí, pero también lo observé confundida. --¿A dónde vas un domingo y tan temprano?

— Al club deportivo con unos amigos, vamos a desayunar, hablar y hacer muchas cosas. Me hace falta una buena distracción antes de retomar la creación de mi siguiente colección de ropa. — explica y se dirige al baño para un rápido aseo.

Hice una mueca al procesar sus palabras.

¿Le hace falta una buena distracción?

Yo pensé que conmigo se distraía porque así me insinuaba a diario... ¿o fingió que mi compañía era de su gozo?

— No de nuevo, Becky. Todo está mejorando entre nosotros, no pienses mal. — me reñí por mis pensamientos negativos.

Al saber que él me dejaría sola un domingo y sin tener planes de otras actividades, decidí estar con mi amiga Charlotte en su casa. Ella siempre cuando tiene tiempo para mí y dispuesta a recibirme, acepta sin dudar, como en este momento que se lo consulté por medio de un mensaje.

— Adiós car...— no pude despedirme de Billy porque él salió disparado de la habitación como si estuviera ansioso y desesperado de reunirse con sus amigos, con los que por cierto se encuentra seguido así que no entiendo esa urgencia de verlos.

Me encogí de hombros no dándole importancia.

Di una rápida arreglada a mi apariencia y dirigí mis pasos a la cocina por un vaso de jugo, solo eso desayunaría porque sospecho que Charlotte me invitará de las deliciosas galletas que sabe hacer.

— Buenos días Freen. — la saludo al encontrarla bebiendo directamente de una jarra de agua de dos litros.

Fruncí las cejas al notarla más delgada de lo normal, con ojeras y sin expresión alguna en el rostro

— Buenos días. — murmuró ronca al terminar de beber toda la jarra.

Me quedé sorprendida por esa acción. — ¡Woow! ¿Tienes mucha sed?

Asintió.

— Mucha sed y también sueño. — y tras esa respuesta me dejó sola en la cocina.

No alargó más la conversación conmigo como solíamos hacer cuando empezamos a tener una relación amistosa como suegra y nuera porque todo ha cambiado en estos meses. Nos distanciamos. Ella por su lado está ocupada con Heng en el tratamiento que por cierto aún no nos comentan cómo va el proceso y el resultado, y yo por mi lado con Billy, con una mejoría en la relación.

Aun así...

Confieso que la extraño.

Extraño a Freen.

Cuando me sentía sola, ella me acompañaba a beber y conversar, eran conversaciones cortas, pero que generaban calidez en mí en los momentos de soledad.

— Quizás sea lo mejor. — susurré sirviendo un vaso de jugo.

Lo mejor es que continuemos con estos límites entre nosotras porque hace meses pasó ese suceso, aun no olvido y cada vez que recuerdo me ocasiona ciertos escalofríos por todo el cuerpo, aquel día que juntamos nuestros labios fue un antes y después para ambas.

Es ridículo por mi parte.

No creo que Freen esté pensando en ese beso tanto como yo. Quizás no tiene importancia para ella y está olvidado, mientras yo sigo haciéndome un lío en la cabeza por tonta.

Necesito hablar con Charlotte porque es la única que puede ayudarme a entender este remolino de dudas y pensamientos.

●●●●

Charlotte me observa boquiabierta desde hace varios minutos y eso me incomoda, por lo que me muevo inquieta en mi asiento.

— ¡Ya! ¡Dime algo! — le pido, harta de su silencio.

— Déjame procesar lo que acabas de contarme...— dijo mi amiga y sentí preocupación en su voz. — porque no todos los días me cuentan algo así.

— ¿Es horrible tu punto de vista?

Ella hizo una mueca. — En otras personas sí, pero en tu contexto esto no me parece tan horrible, aunque no importa mi punto de vista, soy tu amiga, te respeto y apoyo en las buenas y en las malas. Menos un asesinato de tu parte. — lo último lo dice nerviosa. — ¿Has hecho algo así?

Negué de inmediato.

— Claro que no. Sería incapaz de asesinar a alguien.

Ella suspiro de alivio, por lo que ruedo los ojos, arrepintiéndome de creer que Charlotte es la única que puede ayudarme.

— Deja de pensar tonterías de mí como asesinatos y dime tu opinión.

— Bueno...— se sentó a mi lado, mirándome con una expresión extraña que nunca antes la vi y tomó uno de mis hombros antes de hablar. — Yo creo que te atrae tu nuera.

Me eché para atrás dramáticamente y la observé espantada. — ¡¿Qué estás diciendo?!

— Es lo que creo. Me cuentas que ella te besó y no puedes superar eso, además, de retomar la relación que creías perdida con tu esposo y aun así ella sigue rondando en tu mente. También la extrañas. Es obvio que te atrae.

— No puede ser. Es imposible. Freen es mi nuera, la esposa de mi hijo. — trato de convencerla de que su opinión es errónea. — Y yo no soy lesbiana.

Charlotte silbó. — Esa última oración la escuché muchas veces en las series, las protagonistas terminan enamoradas hasta los huesos de una mujer. Se escandalizan, pero lo aceptan.

— No sé qué clase de series tu mires, pero eso no es verdad en mí. — renegué. — Yo estoy segura de que no soy lesbiana y a mí no me gusta Freen.

— Si tú lo dices. — murmuró no segura de mí. — Como bisexual que soy. Te puedo asegurar que estás pasando por un momento crítico y cuestionarte al atraerte otra mujer, pero Becky, eso no tiene nada de malo. Sin embargo, en tu caso, tienes esposo y la mujer que te gusta es tu nuera, ¡ah, amiga! Estás jodida. — se lamenta e insiste con lo mismo.

— Sería enfermo de mi parte poner los ojos en Freen. No puede ser. Es un error.

Un error.

Pero pensándolo más...

Es verdad que me genera dudas respecto al porqué ese beso me ocasiona escalofríos cada vez que lo recuerdo. Como también el extrañar demasiado la compañía de Freen, aunque me asegure que es lo mejor para las dos permanecer con ciertos límites.

¡No puede ser!

¿Realmente siento atracción por Freen?

Charlotte tiene razón.

Estoy jodida.

Solas 「 Freenbecky 」Where stories live. Discover now