Y salí de la habitación con un propósito en mente.
Buscar la libertad de Becky.
Fin del flashback.
- ¿Cómo estás segura de que no habrá reconciliación? ¡Responde cariño! - insiste en saber.
- Solo lo sé.
Él rodó los ojos.
- Subestimas a mi padre. Él logró todo lo que quiso en la vida y regresar con mi madre no será la excepción.
Ja.
A veces me parece ridículo el altar en el que tiene a su padre.
Lo admira, lo sé. Lo ama, lo sé. Le debe la vida, lo sé. Pero estar de acuerdo con él hasta en sus errores pasando por encima de su madre me parece horrible.
Desconozco a este Heng. Me está mostrando otra versión de él que empieza a fastidiarme. Mucho.
- ¡Oh! ¡Nuestro turno!
Mi esposo me saca de mis pensamientos al tomarme del brazo.
Y una vez más nos reunimos con la profesional que está a cargo de mi problema. Rogué a todo lo inimaginable que no me receten más medicinas y dietas. No soporto más. Quiero que acabe y que los resultados sean positivo o negativo, sin dar tantas vueltas.
- ¿Cómo ha estado? - pregunta preocupada al ver mi aspecto pálido.
Abrí la boca para responder, pero Heng ansioso se adelantó como cada vez que venimos de consulta. - Ha estado siguiendo todos los pasos. Yo mismo me aseguré de que tome los medicamentos recetados, organicé su dieta y programé tener relaciones sexuales en los días correspondientes. La sentí más deseosa con los medicamentos, pero después parecía una zombi que, en lugar de carne humana, buscaba agua. Mucha agua para beber... ¿Eso es normal?
Que vergonzoso para mí.
Carraspeo.
- He sentido mucha sed. - confirmé las palabras de Heng.
La mujer frente a nosotros negó con la cabeza.
- No, no es normal. Creo que deben parar de insistir con el tratamiento, se los advertí en el primer mes al no tener el resultado esperado. Solo se puede seguir tres veces y esta es la tercera, no más intentos por favor o la señorita Sarocha podría tener problemas graves.
Lo miré con el ceño fruncido.
- ¿Cuándo nos ha advertido? Porque recuerdo no haber escuchado una advertencia de su parte.
- Se lo mencioné a su esposo, pero él aseguró que ambos deseaban continuar con el tratamiento. - mira seria a Heng. - Como es amigo de mi prima, di una atención y seguimiento preferencial al caso, pero no puedo negar más lo que sucede. Después de tres meses no hay resultado positivo y al leer tus antecedentes con otros tratamientos, descarto como profesional que exista un resultado positivo en el futuro.
Soltando un suspiro después de lo que escuché, observó a Heng, él se pone nervioso y de inmediato, sus ojos se humedecen.
Va a llorar.
Increíble.
Yo debería llorar al enterarme de esto.
- Sabías desde el primer mes que no hay solución a mi problema y continuaste con el tratamiento, decidiendo por mí. - lo encaro.
- Amor. - pone sus típicos ojos de cachorro para intentar apaciguar mi enojo con él.
Y no funciona.
- Dime... ¿Pensaste realmente en mi salud? ¿Te preocupa?
- Tú me preocupas. - habló con los labios temblorosos. - Yo te amo Freen, no dudes, yo solo quiero nuestra felicidad y no pienses que quiero dañarte.
Solté una risita sarcástica. - Se nota.
- Hablemos en casa, ¿sí? - pide al notar que le damos un espectáculo a la doctora. - Por favor.
- Regresa tu a casa. - contesté molesta y lo dejé solo.
No me importó y lo dejé, para irme lejos de él. Al principio sin rumbo alguno, pero al final decidí ir a un bar popular que solía frecuentar antes de estar con Heng. Pido un trago y sentada, bebo mientras me pierdo en mis pensamientos.
Ya está.
Finalmente, este fue el último intento.
Jamás me embarazaré de Heng y debo aceptarlo. Eso no es para mí.
Por otro lado, me duele.
Heng ha ido muy lejos con el sueño de ser padres juntos sin importarle mi salud y empiezo a creer que Nam tiene razón. Él podría buscar mi muerte con su insistencia en solucionar mi problema.
Hablaré con él después de tomarme un respiro, beber un poco más y pensar, poniendo mis ideas claras. Y una de esas ideas es lo correcto, tomar una decisión al respecto, el cual consiste en la respuesta de él. Le preguntaré si quiere tener un hijo conmigo por otros medios, si no quiere, puede buscar ese sueño de ser padre lejos de mí.
Lo que significa.
Divorciarnos y no hacernos más daño.
- Hola guapa, ¿me invitas un trago?
Ignoré al hombre que se sentó a mi lado.
- ¡Oh! ¿Eres lesbiana?
Lo miré con las cejas fruncidas.
- No.
No lo soy.
- Entonces, ¿Por qué no me miras de mujer a hombre?
Levanto mi mano y le señalo mi anillo de casada.
Él se ríe. - Aquí la mayoría tienen aventuras. Tan solo mira los incógnitos en el bar con los rostros cubiertos o pelucas, ellos son casados y aun así buscan aquí lo que no tienen en sus matrimonios. Es sorprendente que seas la excepción.
Observó a donde señaló, un grupo en específico y casi me caí de mi asiento por la sorpresa.
A pesar de estar con una peluca color azul podía reconocerlo. Él es...
Billy.
Es mi oportunidad de obtener pruebas de su infidelidad.
Sin embargo, hay un problema, yo no puedo acercarme porque sería alertarlo y no obtendría nada.
Pero...
- ¿Quieres ganarte $100 por un favor? - propongo al hombre a mi lado. - Y no es algo sexual. - aclaró al instante.
Lo dudó, pero asintió. - Bueno. No tengo nada que hacer en este momento. Dime que hacer. Por cierto, soy Apo.
Extiende su mano.
- Freen.
Y estrecho su mano.
Ganando un aliado. El único que podía acercarse a mi suegro sin ser reconocido y obtener pruebas.
Haré esto por ti Becky.
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Solas 「 Freenbecky 」
Fanfiction╰┈➤Freen Sarocha lleva tres años de relación y un año de casada con Heng. Sin embargo, ante algunos acontecimientos que pasaron y dañaron un poco su relación con su esposo, se empezó a sentír sola. Por otro lado, esta Rebecca Armstrong, su suegra, c...
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