Y dudé si decirle o no a mi hijo de la infidelidad de su padre.

A Heng le va a doler tanto.

— Hijo te pido que no te metas en esto. — Esa fue mi desviación del tema.

Pero mi hijo no se quedó conforme.

— Piensa en mí, mami...— insiste con su mirada. — No puedes separarte de mi padre. Él te ama. Se aman mucho. Y yo los necesito juntos como mis padres.

Por dios.

Esto es demasiado.

No puedo mirarlo fijamente porque recuerdo lo que pasó hace horas y lo recuerdo aún más porque Freen está presente. Mirando la situación y creo que ella está de acuerdo conmigo, medio sonriendo por mi decisión.

— Hijo tu eres adulto y encima casado. No va a afectar tanto la separación con tu padre. — aseguré, recibiendo un bufido de su parte. — Lo siento, pero tome mi decisión. Quiero el divorcio y separarme completamente de Billy.

Dicho esto, giré mi cuerpo para caminar hacía otra dirección lejos de ellos, pero Heng me detiene. — Al menos por el momento no te vayas de casa. Quédate con nosotros.

— Quedarme no cambiará mi decisión.

— Lo sé. — lo escuché resignada.

Continué mi camino hacía una habitación libre donde pasaría la noche. Escuchando detrás de mi murmullos de Billy hacía los otros, uno de esos murmullos fue "se va a arrepentir"

Estoy segura de que no me arrepentiré. Y debí pedir el divorcio desde hace bastante tiempo, desde el momento en que empecé a sentirme sola y sin un esposo a mi lado. No importa. Como dijo Freen, aún puedo conseguir esa felicidad con otra persona, aunque yo desearía que esa persona fuera quien me gusta en este instante.

Parece un castigo de una vida pasada.

¿Por qué el destino puso a mi nuera tan atractiva para mis ojos?

Y supongo que soy bisexual, no lo sé, me siento mayorcita para deducir mis gustos, pero en este momento de lo que estoy segura es que me gusta solo Freen y no otras mujeres. Ninguna más. Hasta pensar en otra besándome me ocasiona asco y repudio.

Solo Freen.

— ¿Qué hago? — pregunto al aire.

Posiblemente afuera en los pasillos este aun Billy colapsando con mi hijo y Freen presente. Mientras yo pienso en que hacer para dejar de sentir esta atracción caliente por mi nuera. Lo correcto es alejarme de ella, pero una parte de mí se está negando a aceptar esa idea. Siento que puedo caer por ella otra vez. Besarla con pasión si la tengo frente a mí.

— ¿Quién? — grité disgustada.

Apenas minutos a solas en una nueva habitación y me están molestando.

Rodé los ojos.

Freen abrió la puerta y metió su cabeza para verme. — Soy yo.

Mi corazón se aceleró al verla.

— Pasa.

Ella asintió e ingresó cerrando la puerta con seguro, detalle que no pasó desapercibido por mí.

— Seguro te mandaron a hablar conmigo.

— De mujer a mujer. — confirmó Freen mi sospecha. — Solo les acepté venir a hablar contigo porque quiero saber cómo estás después de la decisión que tomaste.

— ¿Cómo crees que me siento?

Se encoge de hombros. — No sé por eso pregunto.

Suspiré.

— Duele porque un matrimonio de años se terminó en circunstancias nada agradables, pero por otro lado me siento liberada por completo de esa soledad que sentía en los últimos años.

— Entiendo. Yo también me sentía sola, pero después...— me miró nerviosa. — Tuve alguien en quien acompañarme.

— También me di cuenta de tu soledad, pero ¿por qué te sentías así? ¿Mi hijo no es buen esposo contigo?

— Lo es, pero con el asunto del bebé que no podemos tener, él se ocupa más en eso, no importando tanto como me siento y me deja de lado, es algo complicado de explicar.

Asiento con la cabeza, de pronto se incomodó que hablemos de su matrimonio con mi hijo.

— Y lo que se viene no es bueno para él, tras ver su reacción, espero que pueda asimilar realmente que sus padres no estarán juntos como pareja. Es una hombre adulto así que debe aceptarlo.

— Él lo hará. — asegura Freen.

Ese positivismo me deja más tranquila.

— Por otro lado, no le mencioné aún a mi hijo de la infidelidad de su padre. No quisiera que lo odie o tenga resentimiento por él, pero debo decirle la verdad y comprenda más mi decisión.

Freen soltó una pequeña risita. — No lo odió cuando se enteró antes que tú así que ten por seguro que...— se quedó callada mirándome con una expresión asustada.

¿Qué?

Fruncí las cejas.

— ¿Insinúas que mi hijo Heng sabía de la infidelidad de su padre antes que yo?

Eso no puede ser.

Me dolería tanto.

— Yo...— titubea.

No es una buena señal.

Tomo sus mejillas y me acerco a su rostro, mirándola fijamente.

— Dime la verdad Freen... ¿Tú también lo sabías antes que yo?

Solas 「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora