Jueves, 24 de octubre de 2019. Primer Asesinato

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 - La historia ha sido actualizada y reeditada en marzo de 2023 -

Puedes leer esta novela de forma gratuita, la iré actualizando semanalmente, pero si quieres tenerla ya entera y leerla a tu ritmo, puedes hacer clic en vínculo externo al final del capítulo (junto los iconos de redes sociales) y adquirirla por menos de 6€. A demás, así también me ayudas a ¡seguir escribiendo!

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EXPEDIENTE 2315 – EL GORRIÓN ROJO

- CASO ABIERTO -

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* CONTENIDO:

- Declaración de la Detective de Homicidios René Sanchez

- Declaración del Detective de Homicidios Samuel Rot

* ANEXOS:

- 13 entradas del blog "Sobre Palomas y Gorriones"

- 6 entradas del Blog "Para Livi"

- Comentarios y respuestas de ambos blogs

- Correos electrónicos

- 1 carta de El Gorrión Rojo a Samuel Rot

- Diagrama cronológico de los sucesos

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[ADJUNTO: Primera entrada del Blog "Palomas y Gorriones"]

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Jueves 24 de octubre. 23:51h. Sobre Palomas y Gorriones...

Me gusta dar de comer a los pajarillos del parque. A los gorriones, pequeños y divertidos. A las palomas no. Me disgustan, las odio, con su andar prepotente, avasallando, dándoles igual si las migas que he tirado eran para los gorriones, no para ellas. Con ese meneo estúpido, interponen su grotesco cuerpo y asustan a mis gorriones.

Son feas. No entiendo en qué estaría pensando el que eligió una paloma como símbolo de la paz. No es nada acertado. No inspiran paz, ni alegría, ni tan siquiera simpatía. Me da igual que sean blancas, pardas, grises o amarillas. No es el color, o su pretenciosa fisionomía. Son sus formas, sus modales. Con el pecho hinchado, orgullosas y altivas, mirando por encima del ala al resto de pajarillos, incluso a otras palomas... No, definitivamente, las odio.

Hoy fui al parque a tomarme el sándwich y leer un poco. Me senté en mi banco favorito, el que está junto a un roble, frente al lago. En cuanto he desenvuelto el sándwich, dos gorrioncillos han llegado revoloteando y se han posado cerca, prudencialmente lejos. Con sus ojillos suplicaban unas migajas y he sentido el arrebato de darles la mitad de mi comida. Me hacía sentir bien. Les he tirado dos trocillos y, de pronto, han surgido de la nada otros 6 o 7 gorriones más. Era una trampa, una graciosa estratagema, lo he entendido al instante. Me ha hecho gracia y los he perdonado. Ha sido divertido.

Palomas y GorrionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora