Parte 8. Hechos de la tarde del 27 de octubre. Capítulo 1.

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Tarde del 27 de octubre. Capítulo 1

Seguimos un rato largo hablando del caso. Ribawn sacó su portátil y visionamos las grabaciones en detalle. Ribawn ya tomaba notas y las comentaba. Así nos legó la hora de la comida. Ribawn nos invitó a comer y entramos a preparar algo informal. Mientras sacaba los platos y la comida, Ribawn siguió hablando.

—En mi último libro, El Arte de la Muerte, que espero que lo hayáis comprado —dijo volteándose con una sonrisa—, expongo la teoría de un perfil de asesino único. Los llamo "Asesinos perfectos", muy científico, lo sé —bromeó apoyándose un segundo en la encimera, como si hablara a sus alumnos—, y son todos esos asesinos en serie que no han sido descubiertos –yo le escuchaba con atención, Rot se paseaba por la librería de Ribawn—. Los hay en todos los continentes y culturas. Precisamente esa figura, Rot, por favor, déjala —Rot, que iba a coger una figura de la estantería, se detuvo y obedeció—, me la regaló la tribu amazónica Kawahiva, que tenían la leyenda de lo que sería nuestro hombre del saco, que no era otra cosa que un miembro de su tribu que era un asesino en serie que mató a 7 niños en 7 años. En la búsqueda de estos asesinos perfectos, sólo hay dos patrones que se repiten: todos se comunicaron de alguna forma, ya sea con sus perseguidores, con los familiares de las víctimas, con las autoridades, etc. Y el segundo patrón es... —Ribawn hizo una pausa algo dramática—, que estos sujetos poseían una inteligencia muy superior a la media respecto a la sociedad o tribu a la que pertenecían, de lo que se extrapola que sus métodos y modus operandi son minuciosos: no dejan rastro alguno, no hay un perfil concreto de víctimas, no hay patrones geográficos ni demográficos... —Ribawn, tras un par de segundos de silencio, nos hizo un gesto para acercarnos—. Venga, comamos algo.

—Por ahora sólo lleva dos víctimas —apunté mientras comía algo.

—Volvemos a la pedagogía de Hollywood —dijo Ribawn—. Está claro que, para considerarlo asesino en serie, debe llevar varias víctimas. Se establece 3 asesinatos de manera genérica, pero la intención es clara, y debo estudiar y analizar a los asesinos por su potencial o intenciones. Lleve uno o dos asesinatos, si el potencial e intención es clara, el perfil debe ceñirse a eso. En vuestro caso, matará de nuevo, no me cabe duda. Estáis ante un asesino en serie, y uno que se me antoja de los peores que he estudiado: no hay un perfil de víctima claro o concreto, no hay un modus operandi definido, para cada víctima decide el arma, no parece un asesino depredador que sigue a sus víctimas si no que, son las víctimas quienes, por decirlo de alguna manera, se presentan ante él y él decide en función de su "delito" —dijo Ribawn gestualizando las comillas— y, sobre todo, por la planificación, recursos, por lo que se deduce de su nota, perfiles de víctimas, métodos... cumple con las dos premisas para catalogarlo como Asesino Perfecto: parece poseer un CI muy alto y se ha comunicado con vosotros. Es más, me extraña que esa dedicatoria se la única nota que os ha escrito. Estoy seguro que, si no lo ha hecho ya, se comunicará con vosotros tarde o temprano. No sé en qué forma y lugar, pero se está comunicando o lo hará en breve.

—¿Podríamos definir un perfil, Isaac? —preguntó Rot, queriendo que Ribawn concretara más.

—No debería, Samuel, hay muchas dudas e imprecisiones —no supe si Ribawn daba una evasiva o se hacía de rogar.

—Danos algo para trabajar, Isaac —pidió Rot. Ribawn se tomó unos segundos, después, se limpió los labios con una servilleta y se puso serio.

—El primer punto de dudas es sobre la edad. Si nos ceñimos a la madurez que demuestra su autocontrol, disciplina, planificación y por la redacción y contenido del texto, yo diría que mayor de 40 años. Pero esa edad es extraña para la eclosión de un asesino en serie, que suelen aparecer en edades cercanas a los 23 o 25 años, cuando han conseguido independencia del hogar paterno.

Palomas y GorrionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora