25. Ya veremos

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Dedicado a: @DanaeYolo

Los días habían pasado y yo tenía que empezar a compartir momentos con Peter. Cosa que no me agradaba en lo más mínimo. Es gracioso, pero su manera de interactuar conmigo es muy...insegura.
Ya es más de medio día y quedé de verme con Jesy en el jardín. Me quedé erguida apreciando los tulipanes.

-Ya veo que te gustan mucho.- Me giré y lo ví con una sonrisa forzada en el rostro. Seguro y estaba cansado. Desde que volvió no se despega de Peter para trabajar. Es increíble decirlo, pero me siento abandonada.- ¿Podemos hablar?

-Claro- caminé hacia la banca de concreto pero él no me siguió-. ¿Qué pasa?- le pregunté respecto a su quietud-.

-Prefiero que lo hagamos caminando.- Asentí y vagamos por el enorme jardín. Fue justo a varios metros del palacio cuando se dignó a articular palabra.- Grace..., el cumpleaños número 20 de Peter se acerca.

-¿Oh sí?- le pregunté sin importancia alguna en su comentario.-

-Sí, es el 12 de julio....-guardó silencio unos segundos para luego respirar hondo, muy hondo.- Ese día te casarás con él.

-¿Qué?- eso ya comenzó a llamar mi atención un poco.-

-Sí..., se hará una celebración enorme y fuera de lo común, pero nada del otro mundo.

-¿Por qué ese preciso día? Dios..., solo falta una semana. Una semana para ser... Ahora lo entiendo... Soy el regalo de Peter, ¿no? Soy un regalo para Peter por parte de sus padres.

-No, Grace, no es lo que piensas.- Trató de hacerme ver una mentira. Él sabe a la perfección que eso es lo que soy.- Solo que...al cumplir 20 años el descendiente, debe tomar posesión de la corona. ¿Me entiendes?

-¿Y no puede tomarla sin desposar a alguien?- me cruce de brazos para darme un pequeño abrazo. Jesy tardó en contestarme aquello. Tanto, que tuve que girarme para sacarle las palabras de la boca.-

-No.- Dijo por fin, casi convencido de eso-. Loretto volverá pronto con tu vestido. La reina te ayudará con los preparativos y cada detalle para la boda, el salón, la ceremonia, lo que sea. Te veo en el comedor.- Se fue sin nada más por agregar para darle un buen punto final a nuestra corta pero embarañosa conversación.-

~~~•~~~

-¿Stella y tú han avanzado?- me pregunto la reina Eleonor con un tono cálido. No se me hace mala mujer como me la había planteado semanas atrás-.

-Sí.- Fue lo único que pude contestarle-. Majestad...-se tomó la molestia de interrumpirme-.

-Oh no, no me llames así. Soy Eleonor para ti.- Me sonrió-.

-Majestad Eleonor..- se echó a reír. Fue una risa resonadora y carente de modales.-

-Vaya que eres graciosa.- Dijo al terminar de reírse. Le causé gracia.- Pero anda, dime lo ibas a decir antes.

-¿Puedo hacerle una pregunta?

-Claro, la que gustes.- Me contestó mirando su borrador de cada acto que se llevará a cabo el 12 de este mes. El día que marcará mi, ahora, patética vida. Estaba a punto de separar mis labios uno de otro pero entró Stella-.

-Reina, hay un problema. No se encuentra al mensajero. La última vez que fue visto por alguien, fue ace una semana. Ni él ni su caballo están aquí.- La reina despegó, de inmediato, la vista de sus papeles y los dejó bruscamente en el escritorio.-

-¿Joseph sabe de esto?

-No, no quiere que se le moleste ahora.

-¿Qué?- le preguntó la reina alterada y con el ceño fruncido.- ¿Cómo puede...- me volteó a ver-. Disculpa, cariño. Tengo que hablar con Joseph ahora.- Dicho esto salió del salón.-

~•~

-¿Qué tal va todo respecto al mensajero?- pregunté para romper el incómodo silencio entre él y yo-.

-¿Ya lo sabes?- se giró hacia mí con el ceño fruncido-.

-Sí, estaba presente cuando Stella le dio la noticia a la reina.- Él asintió de modo que comprendía lo que le acabo de decir-.

-Mal, va mal. No se encuentra por ningún lado. No se sabe si entregó las cartas o se quedó varado.- Se pasó la mano por su espeso cabello. Sus labios estaban fruncidos.-

-¿Es lo único que te importa?- enarqué una ceja-.

-¿Qué?- me preguntó confundido-. No. Me importa él. El hombre que ha desaparecido y ha dejado a una familia en casa con hijos. A ti no te importa en lo absoluto cuidar tus palabras, ¿cierto?- dijo algo divertido-.

-Yo puedo buscarlo junto con Fidel. Somos un buen dúo.- Le propuse ignorando abiertamente su comentario anterior-.

-Ni lo pienses.

-¿Qué?- me levanté del sillón individual que yacía en un espacio del castillo-.

-No te dejaré hacerlo. Eres, ahora, una princesa. Además, dudo que sepas montar a caballo- rió. Me sentí ofendida pero no lo iba a demostrar-.

-¿Tú sabes hacerlo?- me crucé de brazos-.

-Sí.

-Entonces enséñame. Aprendo rápido.

-No, no puedo y no debo.

-Que lo haga Jesy.

-¿Quién?

-Jesy, tu mejor amigo.

-No querrá.

-Ya veremos- susurré mientras sonreía para ocultar mi siguiente travesura-.

Un regalo para PeterWhere stories live. Discover now