La niña de mi vida ©

Hubiera

Liam narra

Verla así sin señales de que vaya a despertar pronto me hace sentir de lo peor y preguntarme ¿Qué hubiera pasado?

¿Qué hubiera pasado si aquella mañana no me hubiera topado con la pequeña Victoria frente a su escuela? ¿Ella y Paula se hubieran hecho mejores amigas si no se hubiesen visto en ese momento? ¿Qué hubiera pasado si al morir la madre de Tori no me hubiese empeñado en llevarla a casa conmigo? En realidad eso ni siquiera puedo pensarlo. El solo recordar cómo es que ella se miraba, tan triste, desprotegida y llena de miedo me hace formar un nudo en mi garganta. ¿Qué hubiera pasado si no me hubiera enamorado de ella como un loco? En realidad nada de lo que pudo haber sido importa ya.

Lo único que importa ahora es esto, que ella despierte, que este bien. Que ambos estén bien.

Cuando el doctor explicó la razón por la que Tori no podía ser examinada completamente sentí como si de pronto un balde de agua helada cállese sobre mí.

Fueron emociones encontradas en realidad, por una parte me sentí molesto porque parecía ser un impedimento para asegurarnos de que ella estaba por completo bien o no. Pero por otro lado fue como si algo dentro de mí comenzara a encenderse.

El doctor había dicho que Tori estaba embarazada. Con palabras más técnicas pero eso dijo. Y ahora estoy aquí mirándola y aun me cuesta un poco de trabajo creerlo. Es difícil de asimilar, estoy feliz, dichoso, pero desesperado por saber cómo es que ella está.

−Hable con el doctor –me dice Paula cuando aparece de nuevo por la puerta− Dice que podemos quedarnos unos minutos más siempre y cuando no la molestemos, está dormida lo sé pero dice que eso no impide que podamos ser una molestia

−Seguro cuando despierte nos dirá si lo fuimos

−Hable de más cosas con él –me dice sonriente

−¿Sobre su salud?

−En realidad sobre la salud del... "producto" –dice haciendo comillas con las manos

−¿Qué ha dicho? –le pregunto realmente interesado

−Ella cumplirá un mes de gestación pronto –dice sonriendo− Está muy bien y no hay de qué preocuparse por ahora

−Quisiera... solo quisiera que ella despertará para saber lo que opina al respecto

−Seguro le dará la misma emoción que a nosotros

Miro a Paula algo sorprendido.

−¿Estas emocionada por ello?

−Tanto o más que tú –responde− Sé que las circunstancias no son como para celebrar a lo grande, ella debería estar bien y celebrando la noticia con nosotros. Pero cuando despierte sé que lo hará y yo no puedo estar más feliz de saber que tendré un hermano o hermana... sin duda espero que sea una niña pero no me quejaré si es un niño

Ella sonríe ampliamente y me hace sonreír a mí. Pensé que ella tomaría otro tipo de actitud ante esto, pero por lo visto me he equivocado. Aunque no creo que la noticia la haya emocionado más que a mí, pero tiene razón, las circunstancias no nos permiten celebrar del todo.

−Fernando se irá mañana, casi lo he obligado no quiere dejarme pero yo no quiero que pierda clases

−¿Y tú?

−Con él allá puedo recuperarme pronto, pero si los dos nos quedamos seremos un desastre, quiero estar aquí hasta que ella despierte, pedirle perdón y bueno todo lo demás, he pensado y creo que la idea de irme a vivir a España para estudiar la Universidad no es tan buena