La niña de mi vida ©

Invitación

El restaurante al que vamos es bastante elegante para mi gusto, además se trataba de desayunar solamente. Pero disfruto un poco el momento. Con la  ropa que Pau eligió para mi nuevo guardarropa no me siento tan desentonada.

Liam pide una mesa y una mujer nos guía hasta una. Me siento en el lugar frente a él. Jamás me había sentido menos incomoda en mi vida.

Un mesero se acerca a nosotros después de un rato.

−¿Ya saben que van ordenar Señor y Señora –él mira hacia su hoja antes de continuar− Silver?

Miro al tipo con los ojos como platos. ¿Me acaba de llamar Señora Silver?, ¿Eso era lo que todos pensaban en ese lugar?

Esperando una mala reacción de Liam lo único que obtengo es una sonrisa de amabilidad para el mesero delante de nosotros.

−Um yo quiero unos panqueques con moras ¿Tu Tori?

A mí ya hasta se me ha olvidado el menú.

−Eh… lo mismo –digo mirando al mesero aun con mis ojos bien abiertos

Me remuevo incomoda en mi lugar cuando él por fin se va.

−¿Te pasa algo Tori?

Con todo el valor que tengo hablo con la verdad.

−Ese tipo acaba de llamarme señora Silver y usted… y tú no hiciste nada

Él medio se ríe haciendo que sus mejillas creen hoyuelos.

−Lo siento –responde− ¿Eso te molesto?

−No… no es eso

−Es un simple error, si le hubiera dicho que se equivocó el pobre tipo hubiera seguido avergonzado todo el tiempo en que nos atendiera, nadie va a morir porque él no se dé cuenta que podrías ser mi hija

Mis mejillas se tornan coloradas de pronto.

−Y dime ¿Estas emocionada por volver a la escuela?

−Será un poco difícil sin Pau ahí pero si –respondo

−Bueno, seguro puedes hacer nuevos amigos, o pasar más tiempo con tu novio

Me atraganto un poco con el jugo de naranja.

−¿Cuál novio? –pregunto cuando recupero el aliento

−No lo sé, tienes uno me supongo

−¿Qué le… que te hace pensar eso?

Él no responde, simplemente me mira, una mirada que me intimida pero no soy capaz de desviar la mía.

−No lo sé –responde y por alguna razón que no comprendo siento que miente

−Bueno… no tengo novio, estaba bastante ocupada encargándome de mi madre como para tener uno

−Pero ella ya no esta

Logro desviar mi mirada por fin.

−Lo siento no quise

−Tienes razón

Medio sonrió y él también.

−Bueno… creo que no hace falta que te diga que si necesitas algo puedes pedírmelo con toda confianza

−Estoy bien por ahora gracias, quizá solo vaya a necesitar una amiga –digo intentando sonar graciosa

−Bueno, no puedo ser tu amiga –dice el poniendo abriendo los ojos grandes− Pero podría contratar a alguien