La niña de mi vida ©

Menos palabras mas acción

Bueno la nota la poco al principio hoy porque bueno, el cap de hoy contiene escritura, no taaaaaan explicita, pero si quizá alguien se pueda sentir incomodado leyéndola así que leer bajo su propio riesgo:3 Vonten si les gustó, comenten si no, si me odian, ok eso no;c Gracias por los que leen fielmente esta historia, lectoressecretos<3 En verdad gracias por cada voto y comentarió, me hace sentir inceible que les agrada lo que escribo:3
Bueno sin mas preangulo Disfruten... 

Llegamos a un lindo restaurante, todo me parece un estúpido y ridículo sueño. Aquí estoy yo, a punto de cenar con Liam Silver, sin saber exactamente qué es lo que pasa. Además de mis terribles deseos de besar esos labios suyos y de que sus manos vuelvan a tocar alguna parte de mi cuerpo. He comenzado a pensar que mi atracción hacia él no es más que física. Y si es así ¿Esta mal?, pero al mismo tiempo me doy cuenta de que no solo necesito de él de esa manera, hay muchas otras cosas que me hacen falta. Y eso me asusta.

El camarero nos acomoda en nuestra mesa, dejo que él ordene por nosotros, para hacer ridículos no estoy en verdad. Sus ojos no dejan de estar sobre mí y mis mejillas no dejan de delatar lo nerviosa que estoy.

−¿Qué tal todo hoy? –me pregunta casual

−Pues, normal yo… Nick fue hoy a verme, en realidad yo le pedí que fuera

No puedo pasar por alto como su expresión cambia por completo cuando el nombre “Nick” es pronunciado por mis labios.

−Ah ¿Si?

−Sí, quedamos en claro en que en realidad no tenemos una relación

−Romina puede ser muy persistente hasta conseguir lo que quiere –dice con una sonrisa

−Nick es genial

−¿Pero?

No eres tú.

−Pero no lo quiero más que como un amigo

−Entiendo –dice sonriente

¿Por qué sonríe?, ¿Por lo que dije?, o simplemente está feliz como yo de estar aquí ¿Cómo saberlo?

La comida llega y por un corto momento nos dedicamos a ella en silencio. No uno incómodo. No se puede comer incómodamente con platillos tan costosos frente a nosotros.

−Supongo que sabes el motivo de esta cena –dice

−Bueno, dijiste que debíamos seguir hablando –digo nerviosa

−Así es

−Soy toda oídos

−¿Por qué no inicias tú?

−¿La verdad?, no sé qué esperas que diga

−No espero que digas nada, quiero que digas lo que quieres decir

−Solo… quizá puedo decir que me encantaría saber qué es exactamente de lo que vamos a hablar

−De nosotros, por supuesto

Nosotros, él dijo ¿Nosotros? ¿Desde cuándo hay un Nosotros?

−Nosotros –repito− ¿Qué somos nosotros? –pegunto

−Eres buena –dice él con una sonrisa− En realidad, yo soy tu tutor legal, tu mi tutorada

−Creo que eso me quedo claro hace tiempo

−Victoria –diablos mi nombre completo− Lo que ha estado pasando, ha sido para mí una total confusión de sentimientos que no tienes idea

−Supongo que puedo decir que estamos igual