La niña de mi vida ©

Nuevo hogar

No. No todo iba a estar bien. Mi madre era la única familia que tenía y acababa de ir a dejarla a su último destino. Ahora estaba en el juzgado de lo familiar. Al ser menor de edad mi lugar en la sociedad estaba con mi familia. Pero yo ya no tengo una. El señor Liam había contratado un abogado para solucionar todo, pero no era así de simple. Antes del juicio él y el abogado se reunieron conmigo. En realidad yo no aportaba mucho a la conversación.

-No puede ir a una casa hogar –dice el señor Silver

-No hay mucho que podamos hacer Liam

-Te pago mucho como para que puedas hacer algo

-Yo…-digo por fin y ambos me miran- Agradezco esto señor Silver pero, creo que no tengo alternativa ¿A dónde iré si me dejan? No tengo más opciones

Su mirada sobre la mía, siempre me ha intimidado un poco cuando sus ojos se cruzan con los míos, es como si pudiera ver a través de mí.

-Claro que tienes –dice al fin

Pero es lo último que dice. Cuando entramos al juzgado todo parece claro. Iré a una casa hogar y estaré ahí. No podré terminar la preparatoria, quizá jamás vaya a la universidad y cuando salga viviré en la calle.

-Bien al no tener más parientes la señorita Victoria Laurence es ahora del estado por lo que tendrá que ir a una casa hogar hasta cumplir los dieciocho años de edad

-Objeción su señoría

-¿Perdón?

Me sorprendo al ver que quien habla es el señor Silver.

-Yo, conozco a Victoria desde que era una niña, es la mejor amiga de mi hija, y por lo tanto quiero pedir ser su tutor legal, ella vivirá en mi casa, yo pagaré sus estudios y me haré cargo de ella

-¿Por qué haría usted eso?

-Porque tengo un especial afecto por ella, es como una hija para mí

Mi corazón da un salto y no se la razón.

-Señoría usted me conoce, sabe que tengo el privilegio de contar con una buena situación económica y que hacerme cargo de ella no será para nada un problema

-Lo que usted está haciendo es un acto de mucha gratitud señor Silver –dice la juez –No puedo negarle lo que me pide pues sin duda sé que esta jovencita estará en mejores manos con usted, concedo la tutoría legar a el Señor Liam Silver hasta que la señorita Laurence cumpla la mayoría de edad

Escucho el ruido del mazo y la mirada del señor Silver esta sobre mí con una sonrisa por debajo. Yo solo puedo verlo asustada. Pues así es como realmente estoy.

Durante el camino a la que iba a ser mi nueva casa no puedo decir nada, no hay palabras en mí que puedan expresar todo lo que siento. El señor Silver conduce, es extraño porque normalmente se trasporta con chofer. Al llegar a casa una de las sirvientas me recibe y ayuda a bajar mis cosas de la cajuela. Pau aparece de repente toda sonriente y feliz a saludarme.

-Esto va a ser genial, ahora eres como mi hermana, ya tengo lista tu habitación, justo alado de la mía

-Gracias Pau

-No agradezcas ¡Cielos es que estoy muy emocionada!

Solo puedo intentar una sonrisa.

-Paula, deja que Victoria se instale –le pide el señor Silver a su hija –Llévala a su habitación –le pide a la sirvienta

Paula me dedica una sonrisa mientras atravieso la puesta siguiendo a la mujer ayudando con mis maletas. No me agrada que ella las lleve por mí. La habitación es más grande de lo que hubiera querido, hay muchas cosas ahí, algunas que reconozco de mi propia habitación. Le pido a Carmen, ese es el nombre de la sirvienta, que me deje sola para poder acomodar mis cosas, ella insiste en hacerlo pero yo me niego. Hacer algo por mí misma me hará sentirme menos abrumada. No pasa mucho tiempo cuando alguien toca a mi puerta. La abro y es el señor Silver quien me dedica una sonrisa reconfortante.

-¿Todo en orden?

-Si señor Silver, yo… quería agradecerle por todo, en verdad pienso que no tiene que hacer esto, yo podría volver a mi casa, vivir ahí, no tengo porque vivir aquí

-¿No quieres vivir aquí?

-No es eso, no quiero causar molestias

-Tú no eres una molestia Victoria

-Señor Silver…

-Por favor, deja de llamarme señor me haces sentir un anciano –dice un poco en broma haciéndome reír

-¿Liam está bien?

-Esta perfecto, y por favor, esta es tu nueva casa, o lo dudes, si necesitas algo solo necesitas pedirlo

-Bueno –digo mirando la habitación –Pau se encargó de todo

-Ella está muy emocionada de que estés aquí bueno… cenamos en cinco

-Sí y de nuevo gracias señ… Liam

-No es nada

Él se va y yo me vuelvo para poder terminar de acomodar mis cosas. Me siento un poco incomoda con todo esto. A pesar de que siempre me la vivo aquí con Pau estaba consciente de que llegaría la hora de irme, pero ahora era diferente. No me iría a ningún lado. Estoy en mi nuevo hogar.